Ecos del 8º Encuentro de “Son para Milo 2009”, realizado en memoria del maestro Hermilo Rojas Aragón

El conjunto de cuerdas de los
'Hermanos Salmerón', llevaban
su tradicional pareja de bailadores
Foto: Azteca 21/Gregorio Martínez M.

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 16 de junio de 2009. El sábado 13 fue el segundo día de actividades del 8º Encuentro de Música Tradicional Mexicana “Son para Milo 2009”, realizado en la explanada de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), cuya razón primigenia de ser es honrar la memoria del maestro Hermilo Rojas Aragón, quien fuera miembro y director coreográfico del Taller de Danza “Tezcatlipoca”, alma organizadora de este cónclave musical.

Dada la kilométrica jornada anunciada, prácticamente doce horas, de 10 a 22 horas aproximadamente, para los que no podemos estar ahí todo el día, debemos elegir un segmento de la programación. Así, el que signa llegó alrededor de las 15 horas, cuando un sol inclemente le ponía un calor especial al ambiente, como si estuviéramos fuera de esta otrora ciudad de clima templado. Hubo cambios en el programa, como es previsible y natural en un evento de esta naturaleza.

Alcancé a escuchar a la Banda Clásica de Oaxaca cuando llegué y saludaba a los infaltables amigos en este tipo de actividades. Luego me tocó ver a Los Pregoneritos de Hidalgo, comandados por el profesor Luis Fernando Badillo, quien agradeció que los organizadores hayan utilizado una foto de su hija María Fernanda para ilustrar el cartel de este año de este importante foro de música tradicional mexicana.

Posteriormente, no recuerdo si siguió Zazhil, con su son fusión y su frescura interpretativa, o el Trío Chicontepec, que fueron las estrellas de la tarde –a pesar de algunos chiflidos y abucheos por el doble de tiempo– por su calidad y su excepcional hora programada, o los Hermanos Tavira, quienes anunciaron que participarán en un festival en Francia el mes entrante y llevaban a unas jóvenes y bonitas bailadoras calentanas de Arcelia, Guerrero, con sus respectivas parejas.

Más adelante, Son del Pueblo también continuó con la alegría y picardía de las chilenas y canciones de la Costa Chica, para aumentar con Los Chiles, trío huasteco que elevó aún más el entusiasmo y la temperatura ambiente de esta verbena. Siguieron el grupo de son jarocho Los Ariles y el conjunto de cuerdas de los Hermanos Salmerón, que llevaban su tradicional pareja de bailadores.

Aún estaban anunciados tres grupos más: Los Tiburones, Mexicayotl y Kukalambé, pero para entonces ya pasaban de las diez de la noche y el sol había estado intenso. Además de los vendedores, los organizadores y los técnicos, ¿habrá alguien del público que haya aguantado las tres jornadas enteras? Es probable que sí, lo cierto es que yo ya no aguanté el cansancio y me retiré.

Como dato curioso habría que agregar que el viernes 13 se formó un pequeño fandango en el área de los vendedores en torno del grupo Alma Costeña, una de las joyas de esta corona que es “Son para Milo”, pues nada más cuenta entre sus integrantes a Don Elías Meléndez, una de las leyendas vivientes del son jarocho, a Nemesio Reyes, Jaime Yáñez e Isaías Fabián Amador. Ayer también se armó un corrillo huapanguero, entre los que vi a Gerardo Ayala y rondando por ahí a Rodolfo González. Además, ayer andaba grabando la Televisión Educativa de la SEP; por lo menos, ya hay registro oficial y de calidad.

El domingo ya no asistí, a pesar mío, por compromisos familiares impostergables e ineludibles, pero siempre es útil insistir en la importancia de este tipo de eventos, pues sirven para que los músicos se promocionen, para que los promotores contacten o conozcan a equis grupo o ballet folclórico, para que la tarima no deje de sonar, para que los amigos se reencuentren y para muchas otras posibilidades más. En fin, se cumplió otro año y la figura del maestro Milo sigue creciendo, robusteciéndose, como la música que bajo su amparo se ejecuta en esa escuela que, conforme pasan los años, tiene como máximo galardón popular que ese humilde maestro oaxaqueño haya dado sus pasos formativos en esos patios añosos y venerables.

Finalmente, no está de más recordar que este magno evento es posible gracias al trabajo de meses de un equipo encabezado por Consuelo Martínez Sánchez, secundada por Rodrigo Rojas Aragón, Ismael Pescina Márquez y Virginia Aguilar Mendoza, así como un grupo numeroso de colaboradores, y al apoyo de las autoridades de la BENM, cuyo director es el profesor Efrén Fernando González García. Ahora sí, maestros, parafraseando a los organizadores de la fiesta de Amatlán, Veracruz, ya les falta poco para sacar el 10.

Leave a Reply