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Vasconcelos organizó
misiones culturales, las
bibliotecas populares y
fomentó la pintura mural
mexicana, ofreciendo
contratos a Rivera,
Orozco, Siqueiros y
Roberto Montenegro
Foto: Cortesía Sitio Oficial
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Ciudad de México.- 15 de Junio del 2009.- Como el ideólogo más original que hasta hoy ha existido en América Latina y como uno de los pensadores más representativos del siglo XX, así se recordó al humanista, filósofo, abogado, escritor, político, historiador y educador José Vasconcelos, durante un homenaje en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, a 50 años de su muerte.
En el acto, el laureado escritor Emmanuel Carballo destacó la vida, pero sobre todo, la importante labor cultural y literaria realizada por el llamado "Maestro de América", considerado también como una de las personalidades con mayor influencia en la conformación del México moderno.
Consideró que Vasconcelos dejó, como una de sus mayores contribuciones, su desempeño frente al mejoramiento de un sistema educativo y cultural adaptado a las circunstancias nacionales de entonces en el país.
Mencionó que actualmente, las nuevas generaciones se ven influenciadas por el legado de José Vasconcelos, principalmente por los importantes cambios hechos por él en materia de educación y cultura en México.
"Sus obras literarias y filosóficas siguen siendo revisadas y estudiadas, pues constituyen una gran brillantez y precisión como documento histórico y de una exquisita narrativa", expresó.
Tras una serie de reflexiones sobre Vasconcelos, Carballo invitó a los presentes a participar en el referido homenaje.
Cabe mencionar que en 1909, José Vasconcelos se adhirió al Partido Antireeleccionista y en 1910 al Maderista, al producirse la decisión revolucionaria fue nombrado Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Durante el gobierno de Madero, fue director de la Escuela Nacional Preparatoria y en 1920 fue designado Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Luego de desempeñar algunas misiones en Canadá y Estados Unidos y de recibir el nombramiento para dirigir la Escuela Nacional Preparatoria, vertió algunas críticas sobre el proceder de Venustiano Carranza, quien molesto ordenó su arresto.
Por esa causa debió huir a Estados Unidos y tras su regreso fue Secretario de Instrucción Pública, pero nuevos problemas lo obligaron a dirigir sus pasos a tierras norteamericanas, pero esta vez para exiliarse.
En 1920, Adolfo de la Huerta le dio posesión como jefe del Departamento Universitario y de Bellas Artes y fue en este cargo que Vasconcelos impuso a la UNAM el lema "Por mi raza hablará el espíritu".
Según Carballo, Vasconcelos fue además, el iniciador de las campañas de alfabetización y el principal impulsor de la construcción de escuelas y de la generosa política de acercamiento con los pueblos hispanoamericanos.
"Creó las comisiones culturales y envió a los maestros rurales por todo el país, reestructuró la educación mexicana, mejoró la Biblioteca Nacional y mandó a construir el actual edificio de la Secretaría de Educación Pública (SEP)", abundó.
De igual manera, brindó facilidades a los cultivadores del muralismo José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, para que plasmaran su obra, tanto en este edificio, como en el de la Preparatoria.
Como novelista, comentó que el talento de Vasconcelos se puede apreciar en libros como "Ulises Criollo" (1935), donde resalta el humanismo a través de las vivencias del autor.
También, "La Raza Cósmica" (1925), obra que adelanta la más poderosa crítica del racismo con el que, desde el siglo XVI, se ha tratado de justificar la sumisión de los pueblos de América Latina frente a Europa y la América sajona.
De igual manera, su talento para las letras resalta en textos como "La tormenta" (1936), "El desastre" (1938), "El proconsulado" (1939) y "Los de Arriba en la Revolución. Historia y Tragedia" (1959).
En cuanto a los ensayos, distinguidos por una gran luminosidad, destacan "La intelectualidad mexicana" (1916), "El monismo estético" (1919), "tica" (1939), "Historia del pensamiento filosófico" (1937) y "Lógica orgánica" (1945).
A la muerte de Obregón, Vasconcelos participó como candidato a la Presidencia de la República; después de una campaña agitada, perdió las elecciones ante un fraude monumental, lo que lo llevó al exilio al no encontrar respuesta a su llamado de sublevarse contra el gobierno.
Vasconcelos regresó a México al finalizar el período del gobierno de Lázaro Cárdenas y, a partir de 1943, fue miembro fundador de El Colegio Nacional y director de la Biblioteca México, hasta su muerte acaecida en junio de 1959 en esta ciudad. (Notimex)
