Antropólogo Hugo Villalobos Nájera publica libro sobre la historia de la artesanía de Tlaxcala

El texto es un testimonio
impreso sobre la historia de
la artesanía en este estado,
desde la época prehispánica
hasta la actualidad
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 12 de Junio del 2009.- (CONACULTA) Son más que piezas de ornato. Las artesanías de Tlaxcala, al igual que la de otros estados, representan la idiosincrasia y la herencia cultural de sus pobladores. Por ello, un antropólogo asumió el reto de hacer dejar un testimonio impreso sobre la historia de la artesanía en este estado, desde la época prehispánica hasta la actualidad.

 

       Artesanos y artesanías de Tlaxcala es el título de esta investigación, resultado de una larga y ardua labor del antropólogo Hugo Villalobos Nájera quien, a través de este trabajo pretende no sólo abrir una ventana para que más personas conozcan la actividad artesanal en dicha entidad, sino que sea base para nuevas investigaciones en torno al tema.

 

       En entrevista, el también investigador y académico, se refiere al proceso para realizar este material que ha sido editado con el apoyo de diversas instancias, como el propio gobierno de Tlaxcala, el Fideicomiso Colegio de Historia de Tlaxcala y la Unidad de Culturas Populares e Indígenas de Tlaxcala de Conaculta.

 

       Desde hace muchos años el antropólogo, que es egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) comenzó a realizar varias visitas de campo a tierras tlaxcaltecas en busca de un tema folclórico que despertar su interés.

 

       En ese entonces estaba realizando investigaciones históricas y antropológicas, hasta que se encontró con la artesanía y los artesanos de Tlaxcala. La impresión por su labor y legado fue tal, que decidió hacer un trabajo etnohistórico sobre este tema, basado principalmente en entrevistas y revisión de archivos públicos.

 

       -¿Qué tanto se ha investigado sobre la actividad artesanal tlaxcalteca?

 

       “Realmente muy poco. Por eso pienso que este libro es una recuperación importante para el estado y para México en general, que se distingue por su fuerte actividad artesanal. Es un compendio, una constancia histórica del papel de la artesanía en la historia del estado”.

 

       La escasez de información se debe en parte a la falta de interés por parte de gobiernos estatales y de los propios investigadores, apunta Villalobos. Por ello, agradece que en la presente administración hayan apoyado la edición de su trabajo que estuvo guardado durante 10 años.

 

       -¿Qué nos dicen las artesanías de Tlaxcala?

 

       “Es un asunto interesante, porque podemos conocer la historia de distintas maneras, pero hacerlo a través de piezas estéticas resulta una experiencia única. No olvidemos que antes eran objetos utilitarios, parte del folclor de una comunidad, no de ornato como se utilizan ahora. De hecho, a través de artesanías podemos conocer los cambios climáticos debido a la falta de materiales naturales”.

 

       Si bien no conoce toda la actividad artesanal del país, el antropólogo está convencido que es una de las entidades con mayor riqueza en este rubro, no obstante que es una tradición que se ha ido perdiendo porque las nuevas generaciones buscan otras formas de vida.

 

       Podría decir que Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala y el Estado de México son de los estados que sobresalen por su riqueza artesanal, en parte porque tienen una historia antiquísima que los respalda.

 

       -¿Podría hablarse de una cualidad única de la artesanía tlaxcalteca?

 

       “No sabría contestar eso porque no conozco toda la artesanía que se produce en el país; sin embargo, podría destacar los trabajos en barro y talavera. Lo que sí resulta muy peculiar es que muchas de sus artesanías están estrechamente relacionadas con las festividades religiosas de Tlaxcala, quizá esa sea una de sus principales características”.

 

       Villalobos, quien fue director del Museo de Ferrocarrileros en Aguascalientes (donde radica), lamenta que poco a poco se esté perdiendo el oficio de artesano, situación generada por la falta de interés por parte de los jóvenes de la región que prefieren adoptar otras profesiones, o en el peor de los casos, migrar a otro país en busca de una vida mejor.

 

       “En realidad ya es poca la gente que se dedica a hacer artesanías. Por fortuna sobrevive el oficio porque se sigue transmitiéndose de generación en generación, pero son pocos los hijos de los artesanos que aceptan continuar este legado. Es un problema económico, porque ya no es costeable para un joven diseñar jarritos de barro. Quienes lo continúan sobreviven porque tienen una parcela que les permite salir adelante”, finaliza el colaborador del Semanario Cultural de La Jornada de Aguascalientes.

 

       El libro Artesanos y artesanías de Tlaxcala está conformado por cerca de 250 páginas y está dividido en cinco capítulos: De labradores, escultores y fundidores, De talladores, carpinteros y cereros, Del comal a la talavera, Del malacate al telar, y Artesanías de fibras naturales, semillas y flores. Al final, se presenta una selección de fotografías ilustrativas de la actividad artesanal tlaxcalteca.

 

GJB

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