Presentan el libro “Las mujeres y los hombres de la sal” de la antropóloga Haydée Quiroz Malca

La obra reune la visión personal
que tiene la autora sobre
los grupos que producen
sal en una de las regiones
más emblemáticas
de nuestro país
Foto: Cortesía
excentricaonline.com/libros

Ciudad de México.- 5 de Junio del 2009.- (CONACULTA)  México ocupa el lugar número ocho de países productores de sal; posee la tercera salina más grande del mundo; es una forma de vida para muchos de sus habitantes, pero la sal es sólo un asunto de interés para la inmensa mayoría de los mexicanos cuando se tiene que explicar con qué se toma el tequila.

 

        Tal es la reflexión compartida por el artista plástico e historiador Juan Carlos Reyes Garza, uno de los pocos hombres que se ha especializado en la historia de la sal.

 

        Las mujeres y los hombres de la sal de la Costa Chica de Guerrero es el título del libro de la antropóloga Haydée Quiroz Malca que se presentó ayer en el Patio de la Quinta Margarita del Museo Nacional de Culturas Populares.

 

        El trabajo de Quiroz fue comentado por especialistas en el tema: Malinali Meza, historiadora y etnología; y por el propio Reyes Garza, quien mandó un escrito destacando las aportaciones del libro.

 

Justicia a la mano de obra

 

Siendo originaria de la zona estudiada, Meza se muestra satisfecha y agradecida con los resultados, ya que muchos son los investigadores que visitan esta región y pocos los que regresan para mostrar los resultados de su trabajo de campo, como lo ha hecho Quiroz, a quien compromete a presentar una vez su libro en los tres municipios donde convivió con las familias productoras de sal: San Marcos, Florencio Villareal y Copala.

 

        Desde su punto de vista, el gran aporte que hace este volumen es la revaloración de este oficio artesanal en un país donde no se considera todavía como tal:

 

        “En otros países la producción de la sal está completamente reconocida como un trabajo artesanal. En cambio, aquí la hemos abaratado su mano de obra. La extracción de la sal se minimiza a la hora de pagar este producto, pocos consideran que se trata de un proceso artesanal. La gente debería valorarla desde el momento que llega a su mesa. Hay que retribuirle a esa gente lo que hace pagando a costos más justos”.

 

        Ante ese panorama, Meza está convencida que “Las mujeres y los hombres de la sal de la Costa Chica de Guerrero” abre la posibilidad de que más personas reflexionen sobre esta tradición que se transmite de generación en generación.

 

Apasionados de la sal

 

El interés de Reyes Garza por la sal es profundo. De origen cuenta con estudios de las artes plásticas por La Esmeralda y de historia regional por la Universidad de Colima. Sin embargo, la inquietud por este tema lo ha llevado a realizar sus propias investigaciones, reflejadas en dos importantes libros: “La sal en México” y “Sal, el oro blanco de Colima”.

 

        Su experiencia en este asunto le permite celebrar la aparición del texto de Quiroz, que lo define como un trabajo ejemplar, pues reúne todas las cualidades que debe tener un material de este tipo.

 

        Reyes Garza considera que aporta nuevos conocimientos y planteamientos sobre el tema, así como actualizaciones sobre estudios realizados en el pasado, hecho obligado para cualquier investigador.

 

        “Para quienes estamos interesados en el tema de la sal, que desafortunadamente seguimos siendo pocos, el estudio de Haydée es una aportación significativa sobre el universo de la sal en México”.

 

        Asimismo, considera que es el primero que realiza una vinculación entre la sal y las estructuras sociales de la Costa Chica de Guerrero. Sin dejar a un lado las cuestiones técnicas de producción.

 

        Finalmente, la autora también se asume como una apasionada de la sal, a tal grado que fue este producto la que la motivó a regresar a México. Muchas son las enseñanzas que ha obtenido de manera personal y que hoy quiere compartir con los mexicanos, para que deje de ser un asunto sólo de unos cuantos.

 

        “Desgraciadamente lo que pasa en la Costa Chica de Guerrero ha sido olvidado y borrado. Considero que faltan más investigaciones de tipo etnográfico que nos permite hablar más del tema. Ojalá que los jóvenes estudiantes se encargaran de tomar la estafeta que nosotros les dejaremos”.

 

        Sólo una aclaración quisieron compartir la autora y Meza: sobre el trabajo infantil. Ambas aseguran que no se puede hablar de explotación laboral de los menores de edad, ya que se trata de una jornada familiar que permite una unión entre sus miembros.

 

        El libro es editado por la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

 

GJB

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