POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia
-Aprobadas reformas seguro desempleo
-A buscarse la vida: desempleo, el espectro
-Estado, empresarios y sociedad en quiebra
Mientras miles de micro, pequeñas y medianas empresas van cerrando sus puertas a nivel mundial y otros cientos de empresas de gran tamaño declaran la bancarrota, el desempleo va apoderándose de una sociedad global dejando atrás las barreras entre países industrializados y menos desarrollados.
Tiempos difíciles para asumir el desempleo, menudo desafío, jinete del Apocalipsis que recorre el globo terráqueo a causa de la crisis, pero ¿Quiénes son los culpables de ésta? No son los empleados, ahora desempleados, más bien los grandes capitalistas y especuladores.
En Europa, los ciudadanos señalan a los bancos por su fórmula de prestar que mantiene ahogada a una población cuyo ingreso es insuficiente para vivir en el consumismo y atado de por vida a una hipoteca de hasta 50 años.
No es nada que no conozcamos en los países menos desarrollados, el punto de reflexión deriva del voto de castigo que los políticos y su partido en el poder recibirán del electorado, la crisis también ha revelado la mediocridad para tomar decisiones, reaccionar oportunamente, llevar a cabo estrategias para menguar el golpe en el empleo y en el ingreso.
El debate está de nuevo servido entre los políticos que buscan reformas para abaratar los despidos, darle nuevos incentivos a los dueños de empresas y el grupo que habla de otorgar más subsidios a las familias y los desempleados. La realidad es que no hay presupuesto, ni déficit que aguante el largo plazo.
Tampoco sociedad, gobierno o democracia que pueda dormir tranquila con un cúmulo de personas desempleadas. En México el escenario para el cierre de 2009 apunta hacia la recta de los tres millones de desempleados, en Estados Unidos superará la barrera de los siete millones, otros países como España tendrán cifras históricas cercanas a las cinco millones, en una economía en la que hoy en día siete de cada diez personas en edad productiva están paradas.
¿Cuál es el margen de acción de los gobiernos? ¿De las políticas públicas? ¿Dónde está el poder de la iniciativa privada y de las multinacionales y transnacionales que llegaron a disputarse un tête à tête con el Estado?
Se empieza a pasar factura, va pagándose la soberbia de unos y otros, de los gobernantes por el adelgazamiento del Estado, de los ricos empresarios por servirse del mundo, de las familias por tragarse el cuento del consumismo.
En la actualidad con todos en bancarrota, los gobiernos sin recursos, los empresarios esperando ser salvados y las familias altamente endeudadas sin empleo e ingreso, ¿cuál será la tabla de salvación? ¿Cuál fórmula neoliberal, neocapitalista o neoestatista tendrá la respuesta para inyectarle fuerza al capitalismo de todos?
A COLACIÓN
Basta con sintonizar una cadena de noticias internacionales para escuchar el mismo bodrio que la politiquería va lanzando a sus ciudadanos, desde Gordon Brown, Barack Obama, José Luis Rodríguez Zapatero, Nicolás Sarkozy, Hugo Chávez, Fidel Castro, Cristina Kirchner o el presidente Felipe Calderón, no importa si es en castellano, inglés o francés, todos repiten lo mismo intentando convencer a una ciudadanía desesperada.
Las filas en las oficinas de desempleo son larguísimas, las caídas en los precios que reportan los índices inflacionarios como amenaza de una deflación para algunas economías, no traduce en una mejoría en el bolsillo de las personas, porque los precios de los alimentos siguen siendo altos y las necesidades son demasiadas.
Además van sembrándose dudas: el ciudadano no cree que pronto logre salirse de la crisis, hay una natural pérdida de confianza y credulidad hacia los políticos en el gobierno, sintomatología a la que se añade que igualmente muchos de éstos carecen de la objetividad y el liderazgo que condiciones extremas como las actuales, demandan para dar soluciones efectivas.
Se percibe en la sociedad global una situación de desamparo, que cada quien se busque la vida, porque ni gobierno ni empresarios están con uno, los primeros siguen intentando llevar electores a las urnas, los segundos no perder ni sus activos, ni sus utilidades a como dé lugar.
SERPIENTES Y ESCALERAS
Situación de desamparo para los extrabajadores, las víctimas junto con sus familias de la crisis financiera con traslado a la economía real. Es demasiado pronto para señalar la actual catástrofe con impacto de corto plazo, el daño es severo e irá al mediano plazo.
Algunos gobiernos temen el golpe social, la Francia de Sarkozy aventura escenarios complicados, la España de Zapatero abre el debate sobre reformar o no el actual esquema de pensiones al tiempo que factura a las arcas cheques subsidio cuyo impacto en la población es reducido.
En México, finalmente en los primeros días del mes de mayo, el Senado aprobó las reformas a los artículos 139, 165, 168, 191 y 198 de la Ley del Seguro Social, que entre otros aspectos permite que los trabajadores al momento de quedarse sin empleo (45 días después con su hoja de baja) puedan obtener un mayor monto de sus recursos ahorrados como fondo de desempleo.
Fundamentalmente, si la persona tiene una cuenta individual con 5 años o más de haber sido abierta podrá disponer de lo que resulte menor entre: 90 días del salario base de cotización de las últimas 250 semanas o 11.5% del saldo de la subcuenta de RCV; si la cuenta individual tiene al menos 3 años de haber sido abierta y tiene un mínimo de 12 bimestres de cotización puede retirar 30 días del SBC con un tope de 10 salarios mínimos.
Los cambios aprobados no incluyen retroactividad, esto es, que todas aquellas personas desempleadas que iniciaron su trámite ante su Afore para disponer de una parte de sus recursos, si lo hicieron antes del 5 de mayo únicamente eligieron entre 75 días de SBC o el 10% de su RCV, para todas las demás que iniciaron el trámite después del 5 de mayo obtendrán una cantidad mayor a elegir entre los términos mencionados en el párrafo de arriba.
Aún así con la nueva disposición, las cantidades de dinero no sirven para cubrir todos los compromisos diarios de los desempleados y sus familias, y pasados los seis meses cuando no quede nada del seguro de desempleo, ni existan ayudas oficiales, ni empleo en el horizonte inmediato, continuarán las presiones so pena de señalar la merma en el ánimo de las personas.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com