“La Improlucha”, el teatro de la lucha libre…

Los asistentes se mueren de
risa y de emoción al ver a los
luchadores enfrascarse en una
batalla de historias improvisadas
arriba del ring-escenario
Foto: Azteca 21/Daniel Higa Alquicira

Daniel Higa Alquicira
Colaboración especial para Azteca 21

Ciudad de México.- 15 de Mayo del 2009.- Si alguna vez hemos pensado que la lucha libre es teatro, ahora ya no hay duda, es teatro y se llama “La Improlucha”. “La Improlucha” es un espectáculo teatral en donde el escenario se convierte en un ring y los actores son los enmascarados que se enfrentan en una batalla improvisada “a dos de tres caídas y sin límite de tiempo”, para convencer al público de su actuación.

Con tres exitosas temporadas en cartelera y premiada en el extranjero, “La Improlucha” ha sorprendido a propios y extraños por ser una puesta en escena con historias completamente impredecibles por su formato, hilarantes e irreverentes; además de una explosiva combinación de música en vivo, lances y teatro.

Platicamos en exclusiva para Azteca 21 con Omar Medina y José Luís Saldaña,  creadores de este concepto innovador que se ha convertido en uno de los espectáculos más importantes en nuestro país dentro de la rama del teatro de improvisación, y nos cuentan cómo surgió la idea, en qué consiste y sus experiencias con “La Improlucha”.

– Platíquenos en qué consiste “La Improlucha”…
– “’La Improlucha’ es un espectáculo que nació a partir de una idea que vimos en un encuentro de teatro de improvisación en Madrid, en donde se daba una competencia teatral de 2 contra 2, dentro de un espacio delimitado con cuerdas que simulaba un ring y esto nos dio la idea de crear un formato muy mexicano donde en un sólo lugar se pudiera escuchar música surf, ver teatro y sentir la emoción de las llaves y los lances arriba del ring”, afirma José Luís Saldaña.

– ¿Cómo surge la idea de reunir en un solo concepto la lucha libre y el teatro?
– “La idea era crear un formato muy mexicano donde pudiéramos mezclar lucha libre, música y teatro en un solo lugar y a la vista de todos – cuenta Omar Medina-. Consideramos entonces que la lucha por sí sola, reunía varios aspectos que la identifican plenamente como un producto 100% nacional; es un deporte folklórico por los colores, las vestimentas, los nombres de los luchadores. Después las máscaras se han convertido en un símbolo de identidad dentro y fuera del ring y además, es un deporte apasionante que se ha transformado en un movimiento cultural que igual produce cine, literatura, música, teatro”.

-¿La lucha libre es teatro o el teatro es una lucha?
– “La lucha libre es teatral porque los luchadores, así como los actores, tratan de convencer con su actuación al público de algo que saben puede ser ficción; es un acto de fe al igual que el teatro –asegura José Luís Saldaña-, donde la mejor actuación hace que la gente se sienta más satisfecha con la escenificación que le presentan. Pero definitivamente el teatro es una lucha continua por sobrevivir, porque es bien difícil ser actor o artista en nuestro país; por eso “La Improlucha” es un juego de palabras donde resumimos todo nuestro esfuerzo por llevar a cabo un proyecto independiente y hecho orgullosamente por puros mexicanos y que de a poco hemos sacado el concepto adelante, ahora sí que con mucha lucha”, afirma -mientras los dos creadores se carcajean por la metáfora-.

– ¿Cuál ha sido su experiencia ahora que están más cerca de la lucha libre?
– “Aprender lucha libre ha sido algo muy excitante para mi –confiesa Omar Medina-, pero al mismo tiempo y contrario a lo que se puede llegar a creer, es un deporte muy difícil y muy doloroso porque de verdad tiene un grado muy alto de exigencia física y para ser luchador profesional se necesita mucho compromiso y entrega  porque no es una profesión nada fácil. Además de que la lucha, y eso nos apasiona, es un deporte no ortodoxo donde los luchadores se han convertido en artistas porque realizan una interpretación de dos fuerzas muy poderosas que siempre están en un combate eterno, la lucha libre es la representación simbólica del bien y el mal, de la luz y la oscuridad…”

Y agrega José Luís Saldaña: “Sí, no se trataba de hacer una parodia de la lucha libre, queríamos hacer un trabajo profesional en todos los sentidos, por eso nos preparamos en el gimnasio y entrenamos 2 veces a la semana 2 horas y media con Guillermo Cabrera, mejor conocido como el “Terror Latino”, y contrario a lo que se puede llegar a creer, es un deporte muy difícil, muy doloroso y de verdad tiene un grado muy alto de exigencia física porque combina la lucha olímpica y la grecorromana; de verdad que ser luchador tiene su chiste”.

-¿”La Improlucha” puede considerarse un concepto innovador?
– “’La Improlucha’ es un concepto novedoso porque no había nada parecido a lo que nosotros presentamos en este espectáculo, donde se visualiza el folclor mexicano de la lucha libre, pero al mismo tiempo nuestra intención es hacer un homenaje serio a este espectáculo con todo el respeto y la seriedad que se merece. Intentamos que la gente, el público y los propios actores, valoremos la trascendencia que ha tenido este deporte en nuestro país e incluso a nivel internacional. Este es el objetivo de “La Improlucha”, acercar dos cosas que parecen muy lejanas; la lucha libre y el teatro, y crear una mezcla atractiva para el público”; asegura José Luís Saldaña.

-Platíquenos un poco en que consiste el teatro de improvisación…
– “El teatro de improvisación nace en 1970 en Canadá. Y surge como una manera para trabajar al máximo la imaginación y la creación de historias que tiene como único punto de inicio una frase o una palabra. Está técnica teatral se caracteriza por crear una competencia en donde también participa el público para elegir quién hace la mejor actuación, la mejor interpretación”, afirma Omar Medina.

Para José Luís Saldaña “La improvisación tiene como esencia crear historias a partir de la imaginación del actor, que se representan en el momento justo sin trabajo o ensayos previos; todo fluye arriba del escenario. Por eso es tan divertido, porque es espontáneo, imaginativo y tiende siempre a innovar. Desafortunadamente –agrega el actor-, en México somos muy pocos los grupos teatrales que nos dedicamos a la improvisación, pero eso sí, con muy buenos resultados a nivel internacional”.

– Finalmente ¿qué satisfacciones les ha dejado “La Improlucha”?
– “Nos sentimos muy afortunados porque hemos podido mantener esté proyecto que lo iniciamos sin ningún tipo de apoyo, sólo con las ganas y el sueño de que funcionara y aunque todavía nos cuesta mucho trabajo la cuestión económica, hemos tenido muchas satisfacciones artísticas, hemos recibido mucho apoyo del público cada vez que nos presentamos y nos da mucho orgullo que a nivel internacional, nos reconozcan como un muy buen proyecto mexicano y hecho por mexicanos…Aunque todavía no nos alcanza para pagar la renta, arriba del ring somos cada vez más rudos” concluyen los actores en medio de estruendosas carcajadas que hacen que la gente nos volteé a ver sorprendidas.

Así, “La Improlucha” se sigue preparando en el gimnasio teatral para reaparecer con una nueva temporada con más “llaves y contrallaves”, para hacer que sus seguidores se mueran de risa y de emoción al ver a los luchadores enfrascarse en una batalla de historias improvisadas arriba del ring-escenario; ese espacio encordado donde los clásicos dicen que se desarrolla “el arte del pancracio”.
 

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