España, preocupada por México

POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia

-España, preocupada por México
-BBVA, 50% de beneficios son mexicanos
-Hacer turismo en México, la mejor solidaridad

España vive su propio calvario económico de una forma por demás aguda con una tasa de desempleo histórica con vaticinios de hasta un 20% al final de 2009,  no obstante, pese a su propia complejidad del otro lado del Atlántico no cesan de pensar en la debacle mexicana.
Los principales periódicos de circulación ABC, El País, El Mundo, La Razón, entre otros más, coinciden en señalar que para la alicaída economía mexicana ligada al aparato productivo estadounidense y por ende a la propia crisis americana, el brote de influenza porcina o humana, significó “la puntilla” para acelerar la caída del PIB.
Tanto es así que el propio Agustín Carstens, titular de Hacienda, habla  de forma abierta y sin tapujos de recesión y digamos que tiene efectos de “sospechosísimo” que con varias semanas de antelación México negociara con el FMI un crédito por 47 mil millones de dólares, un nivel de endeudamiento no entendible salvo que existiera algo inusitado con espectro de amplio impacto, tal como la influenza.
Hasta el momento el baremo de afectación en el PIB derivado de la influenza y el golpe al turismo y el sector empresarial oscila entre 0.69%, un 1% (de acuerdo con la canciller Patricia Espinosa en sus declaraciones en Madrid hace 48 horas) y el 2% según consultores privados.
Vendrán más números negativos porque desde el año pasado México llevaba una caída en vía libre, no se le puso suficiente atención a los problemas subprime en Estados Unidos porque el gobierno consideró que era meramente un problema local suscitado en un determinado sector financiero del que poco podía esperarse desembocara  con magnitud  en México.
Tampoco se puso seriedad en vigilar la evolución reciente de los ingresos por remesas, ni mucho menos en los flujos de inversión extranjera directa  que son catalizadores del ánimo y del grado de confianza foráneo en un país.
Obviamente nadie quiere invertir en un lugar donde su dinero corre riesgos, el capital busca siempre ventajas y garantías.
A COLACIÓN
    En Europa, concretamente en España, se habla de México con preocupación no sólo por la gripe H1N1 esencialmente por la mala situación económica de un país que parecía tenerlo todo, o casi todo, tras el relevo democrático de 2000 (cumplida la condición sine qua non de la democracia versus la partidocracia o la dictadura según Vargas Llosa) y que muchos miraron en el espejo de la democracia española y su milagro económico como sueño guajiro para ser cumplido en territorio mexicano.
    Primordialmente fueron practicadas todas las recetas: desregulación, privatización, extranjerización, adelgazamiento del Estado, políticas de choque, quitarle tres ceros al peso, restricción monetaria; democracia entendida  como el cambio de  partido en el poder en la Presidencia, un Congreso más plural, etc.
Andado el tiempo resulta que ni aún así con todo este difícil y largo recetario económico y político lleno de sangre, sudor y lágrimas (y muchos apretones de cinturón) puede cristalizarse un verdadero milagro económico para México y la dañina desigualdad social y económica imperante en los mexicanos.
Se pensaba que el país levantaría cabeza, la descomposición derivada por el narcotráfico cimbró las primeras dudas, después aconteció la pérdida de liderazgo en América Latina y el Caribe, luego la crisis importada desde Estados Unidos y por último la emergencia ante la influenza.
Algo muy serio está pasando en el país. Hasta gente como Ángel Expósito, director del ABC, dedican pasajes editoriales  para escribir del futuro de México y el futuro español.
En el editorial del pasado domingo 10 de mayo, Expósito escribió “aunque sólo fuera por los intereses españoles, arriesgamos mucho si México, la gran potencia centroamericana para unos y el gran país hispanohablante de Norteamérica para otros, no sale de ésta”.
Más abajo el director del ABC agregaba: “Porque desde Europa y Estados Unidos no podemos dejar que caiga al vacío un país como México y menos aún desde España”.
Indudablemente hay mucho en juego sobre todo para multinacionales y transnacionales españolas con fuertes intereses en México.
Efectivamente, no dejaron de subrayarlo durante la visita de Patricia Espinosa por Madrid rumbo a una gira por Europa hasta alcanzar Praga para convencer a la comunidad europea que México sigue siendo un país hermano seguro para la inversión y el turismo pese al narcotráfico y ahora la influenza que no es mexicana sino humana porque no conoce de nacionalidades, ni de fronteras.
En una entrevista publicada en ABC, el día lunes 11 de mayo, el reportero N. Ramírez de Castro le recordó a la canciller que España espera que México se recupere pronto  aunque sea sólo por una cuestión de egoísmo “el 50% de los beneficios del BBVA proceden de México”, por no olvidar los grandes intereses del BSCH, y en otras áreas como Fadesa, Meliá, Barceló, NH Hoteles, Prisa; etc.
Ahora todo está en juego, las grandes inversiones españolas en el caribe mexicano apuntan al riesgo y números poco favorables para los próximos reportes trimestrales. Simplemente no hay turistas y viene el verano más largo de todos.
Los accionistas de Meliá ven la tormenta, en el parqué bursátil español la cadena hotelera registra  pérdidas derivadas de una posición de vender acciones más que de comprar o retenerlas.
Y es que la confianza de que todo se ha hecho bien en México al reaccionar ante el virus desconocido no pasa de las palabras a los hechos, no hay una sola inclusión de  rutas, playas, ni circuitos mexicanos en los catálogos de las agencias de viajes ibéricas.
En el espacio preferencial de siempre destinado para  promocionar a México figuran La Habana, Santo Domingo y Costa Rica.
Por ende, el verdadero voto de confianza tiene que provenir tanto del turismo español como de la inversión ibérica hacia México, la ausencia tanto de lo primero como de lo segundo, indicarían todo lo contrario.
Apelando a los puntos de comunión histórica y cultural, los vasos comunicantes y afectivos, resta decirle a la España de Zapatero que no dejen de viajar a México que hay millones de personas que viven del turismo y que esa sonrisa que tanto alaban no quiere perderse. ¡Visiten México, nunca lo olvidarán!
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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