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La pianista Consuelo Luna
es además fundadora
de la Escuela de
Perfeccionamiento
'Ollin Yoliztli'
Foto: Cortesía
bnvalamusica.canalblog.com
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Ciudad de México.- 13 de Abril del 2009.- El gusto por el "Bel canto" en México tiene su antecedente más remoto en la época de la Conquista, luego de que un alto porcentaje de la evangelización se apoyó en música y cantos, aseguraron Consuelo Luna (piano), Consuelo Negrete (flauta) y Claudia Negrete (soprano).
Entrevistadas antes del "Concierto. Impresionismo y Siglo XX", que ofrecieron en el Museo José Luis Cuevas, las integrantes de este conjunto "familiar" afirmaron que este estilo vocal que se desarrolló en Italia hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX comenzó a rendir frutos en México al poco tiempo de su aparición en el Viejo continente.
Lo anterior, producto del constante arribo de cantantes europeos, quienes venían a México, Estados Unidos e incluso Argentina, a mostrar sus obras de ópera y su estupenda voz.
"Hoy, tenemos una gran cantidad de público mexicano y no sólo eso, sino que se han convertido en apasionados y exigentes", dijo la soprano Claudia Negrete.
El pequeño ensamble de más de 30 años de trayectoria artística recordó que hoy existen grandes exponentes mexicanos del género, como
Rolando Villazón, Ramón Vargas, Gilda Cruz, Rosario Andrade y Franco Iglesias, entre otros, que gustan en varias partes del mundo.
"Son cantantes que han hecho carrera en el extranjero. Se van y ya no regresan, pero no porque no quieran, sino porque gustan y después tienen giras en ciudades de Italia, Alemania, Francia, España, Austria, etcétera", comentó la soprano.
"Nunca antes en la historia habíamos tenido tanto talento. Poca gente (mexicanos) viajaba del otro lado del mundo", señaló la maestra Consuelo Luna.
Quizá, coincidieron, el hecho de que la voz de los cantantes mexicanos guste tanto se deba a algún factor genético.
"La morfología de los mexicanos está hecha para cantar. Porque cuando hablamos, nuestro idioma nos permite tener un mejor aparato `fónico'. A través de él, es más fácil hablar y cantar, en comparación con otros cantantes", agregó.
El ensamble, que tuvo gran poder de convocatoria, se presentó como parte del ciclo "Domingos de música y bel canto", que organiza la Coordinación Nacional de Música y Opera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y que se lleva a cabo cada semana en dicho recinto.
Las sillas que se colocaron al pie de la monumental escultura de "La Giganta" resultaron insuficientes, pues algunos visitantes subieron hasta el primer nivel del museo para disfrutar de la presentación.
Por espacio de una hora y 30 minutos, el ensamble interpretó obras de compositores expresionistas como Edward Elgar (1857-1934), Claude Debussy (1862-1924), Gabriel Fauré (1845-1924), Sergei Prokofiev (1891-1953), Kurt Weill (1900-1950), Emilie Pessard (1843-1917) y de mexicanos como Silvestre Revueltas (1899-1940) y Manuel M. Ponce (1882-1948).
El "Bel canto" floreció y se desarrolló en Italia en la época del barroco, sin embargo, su influencia en las otras escuelas y estilos fue notable sobre todo hacia finales del siglo XVIII, en donde se pueden encontrar ejemplos en óperas francesas y en el estilo Mozartiano de bel canto adaptado. (Notimex)
