“Palabras”, de Omara Portuondo, la caricia de una voz privilegiada

Omara Portuondo es una de
las grandes cantantes
de Nuestra América
Foto: Cortesía
'Ediciones Pentagrama'

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 5 de abril de 2009. Grabado en España hace catorce años en el sello Nubenegra, apareció en nuestro país el año pasado “Palabras” (Ediciones Pentagrama, México, 2008), de Omara Portuondo, quien, como es su costumbre, se rodeó de excelentes músicos para dejar otro testimonio maravilloso de su talento, de su voz prodigiosa, hechicera.

En este disco, integrado apenas por doce temas, la cantante cubana nos da muestras de que es una intérprete de calidad universal, capaz de acoplarse a distintos ritmos, tonos, incluso texturas, con natural solvencia y brillantez vocal. No hay duda ni es novedad, pero hay que reiterarlo: Omara Portuondo pertenece a la categoría de las grandes cantantes de lengua española de toda la historia.

Así, abre con “Ausencia”, de Jaime Prats, un tema que ratifica por qué fue bautizada hace ya muchos años como “La novia del filin”. Sigue el tema que da título al disco compacto, con una cadencia jazzística y colorida que imbrica a la perfección con la letra, la voz y el sentimiento de Portuondo. Hay que acotarlo: la conjunción de letra y música es formidable, como en casi todas sus grabaciones.

A continuación, “Juguete”, de Juanito Márquez, un tema con aires de bossa y flamenco que Omara transforma en un gran tema, una gran historia de amor, de ésas que uno quisiera escribir o ser uno de los protagonistas. “Deséame suerte”, de Martín Rojas, es otra vestido hecho a la medida para “La novia del filin”. Y esto no es gratuito ni fortuito: es la exclamación que nos hace inquirir: “¿Cómo le hace para cantar así, tan maravillosamente?”.

Después “Si me comprendieras”, de uno de los iconos del filin, José Antonio Méndez, que, literalmente, reverbera alternadamente con el piano que la acompaña. “Drume negrita”, de Ernesto Grenet, es una especie de canción de cuna con claras influencias afrocaribeñas en la letra y una espléndida guitarra de compañera.

Luego sigue “Y tal vez”, de Juan Formell, una sabrosa pieza bailable del creador de Los Van Van con reminiscencias de charanga, deleitosa, que viene a ser como una brisa en el ambiente cálido del filin, en la que la voz de Portuondo esplende fantásticamente. ¡Qué pieza de antología! “Tardes grises”, de Sindo Garay, uno de los padres del bolero cubano, que suena fresco y perfecto, como si Omara fuera la intérprete para la que fue creado.

“La vida es un sueño”, de Arsenio Rodríguez, un clásico de la bolerística cubana, suena translúcido, impulsado por el piano y la voz. “Si me pudieras querer”, otro clásico de Ignacio Villa “Bola de Nieve”, y “Mi ayer”, de Ñico Rojas, que se desliza deliciosamente sobre ondas sonoras del jazz. Para concluir, “Abre tus ojos”, una canción popular española, en la que Omara Portuondo sólo es acompañada por el tañido de un tambor y su voz se eleva grácil y poderosa al firmamento de la inmortalidad.

“Palabras” contó con la producción artística y dirección musical de Gema y Pável. Los músicos que participaron en la grabación fueron Joseíto González, piano y teclados; Juanito Martínez, guitarra española; Octavio S. Cotán, guitarra; Pável, guitarra; Lulo Pérez, trompeta; Cándido Mijares, saxos; Sheryl, trombón; Pato Muñoz, bajo; Moisés Porro, percusión; Valentín Iturat, batería; Cuco Pérez, acordeón, y Gema y Pável, coros.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

Leave a Reply