Tabasco recuerda a “Chico Ché” a 20 años de su muerte

Francisco José Hernández
Mandujano, a quien un overol
y un par de lentes dieron
identidad perpetua
Foto: Archivo

Ciudad de México.- 28 de Marzo del 2009.- (CONACULTA) VILLAHERMOSA, TABASCO.- A 20 años de la muerte de Chico Ché, Tabasco se prepara para recordar este domingo a quien ha sido el símbolo popular más importante de su historia moderna, y cuya repentina e inesperada partida pareciera no haber ocurrido, al permanecer hoy en día tan vigente como entonces.

Francisco José Hernández Mandujano, a quien un overol y un par de lentes dieron identidad perpetua, será recordado con la apertura de su capilla y,en breve, con la develación de su estatua en el recinto de la Feria de Tabasco.

Pero el recuerdo más intenso está en la mente de su primogénito Francisco José Hernández Rodríguez, quien asegura que Chico Ché nació en 1945 en la capital mexicana, donde estudió hasta la secundaria.

"Vino a Tabasco siendo un niño, un adolescente, y ya se quedó aquí, y toda su vida, su carrera fue a partir de aquí, pero no es tabasqueño de nacimiento, es tabasqueño por adopción, de corazón decía él".

Hernández Rodríguez narró que fue hasta 1968 cuando su padre prácticamente empezó su carrera musical con el grupo Los Bárbaros, luego con otro de tabasqueños llamado Los Temerarios, y de ahí fundó La Crisis, en 1970 o 1971, cuando se casó y formó su familia.

Dijo que en sus 45 discos, la mayoría de la letra de las canciones no es de su autoría, aunque sí lo es los arreglos musicales.

Agregó que la compañía disquera para la cual trabajó, le propuso canciones como "De quén chon" o "Quén pompó", así como de compositores tabasqueños o veracruzanos.

Comentó que el éxito musical del hombre del overol despuntó con el disco"Los nenes con los nenes", canción que sí fue de su autoría y con la cual trascendió las fronteras de Tabasco y se da a conocer en el Sureste mexicano.

El disco llega a la Ciudad de México y es cuando la compañía disquera le ve el potencial para lanzarlo a nivel nacional y le proponen "De quén chon", que lo consolida y lo lleva al estrellato nacional e incluso internacional.

El hijo del intérprete aseguró que fue hasta 1984 que Chico Ché residió en Tabasco, pues la compañía Emi Capitol decide tenerlo cerca y lo regresa al Distrito Federal, tras lo cual comienzan los llamados a presentarse en la televisión en programas en vivo como "Hoy mismo" y "Siempre en Domingo", por 1985.

Su participación en películas vino después del disco "Quén pompó", "Dónde te agarró el temblor" y "Tons qué mami", y sus giras abarcaron todo el país y cuando tocaba en el norte, el tono de las canciones era más "arrastradito" y en el sur acentuaba la percusión, recordó Francisco José.

Su ritmo era tropical popular, un rasgo distintivo que creó y selló con su estilo, incluso con canciones sobre el béisbol como "Parque Centenario",cuando la novena tabasqueña era la de los Plataneros de Tabasco; "Valenzuela va a pitchear", en la época de apogeo del lanzador sonorense, y "El mundial de Chico Ché", sobre futbol.

En su palmarés, Chico Ché recibió premios como Las Palmas de Oro, el Calendario Azteca, diversos Discos de Oro y de Platino, así como trofeos por altas audiencias en la radio en competencias con otros grupos.

"El recibía muchos trofeos, muchos reconocimientos de las radiodifusoras por eso; era un tiro en la radio", rememoró su hijo, al tiempo de señalar que su papá era cariñoso, pero muy explosivo como lo es el temperamento delos artistas.

"Vivía muy presionado siempre, bajo tensión; era un hombre que trabaja mucho, yo, que soy el mayor y pude vivir la transición del éxito, de repente, de 30 días del mes trabajaba 22, 23, y dos días en el mes, digamos,descansaba", platicó Hernández Rodríguez en la sala de su casa, donde hay un gran cuadro de sus padres.

Dijo que "llegó a tener un ritmo de trabajo muy, muy fuerte, y prácticamente no le daba tiempo de despojarse de eso". En lo familiar y en el trato con la gente, recuerda que era un hombre amoroso, sencillo, caritativo y auténtico, a pesar de sus éxitos.

Hurga en sus recuerdos y cuenta cuando era adolescente, momentos antes deque su padre recibiera el premio Califa de Oro, tras una temporada en el Teatro Blanquita y una primera gira internacional con mucho éxito.

"Lo vi salir de la recámara de la casa, transformado en una estrella, en un artista verdadero, con ese temperamento, con ese carácter que una persona de esa naturaleza debe tener, pero sin perder su sencillez".

Sus overoles, agregó, también tienen una historia: "En sus primeros discos aparece sin ellos".

Indicó que de acuerdo con su mamá, Concepción Rodríguez, "alguien le regaló un overol de mezclilla y se lo llevó a un baile para tocar y cuando regresó en la noche le dijo: `Oye Concha, fíjate que me di cuenta que este traje le gustó a la gente; me volteaban a ver, se me acercaban', y entonces dice mi mamá que le dijo: `Pues pruébalo, a ver qué pasa'."

"A los pocos días, a los pocos bailes, regresó y le dijo: `Creo que éste es, esta es la caracterización, este es el traje que yo voy a adoptar como parte de esta personalidad que la gente ha identificado', y a partir de ahí nunca más se lo quitó", compartió.

Dijo que como hijo, lo vio muy poco sin overol, "solamente cuando hacía deporte, porque era muy deportista y le gustaba mucho el béisbol,característico de esta zona del país".

"De hecho, cuando fue a tramitar su visa y pasaporte se vistió de traje y se sentía disfrazado, porque el overol era su vestimenta cotidiana, su armadura de batalla", apuntó.

Compartió que tras la muerte de Chico Ché, "quedó un espacio vacío, y su público, sin ídolo. De allí una persona se autonombró hijo del cantante y se hizo llamar `Chico Ché junior'".

En este sentido, Hernández Rodríguez advirtió que ello generó un fuerte proceso legal, de muchos años, en el que se aclararon las dudas mediante certificados de ADN y actas de nacimiento, pues cinco personas salieron a decir que también eran hijos del cantante.

"Pero no quedó ninguno porque nadie se pudo acreditar y ninguna acta o examen verificó que hayan sido hijos sanguíneos de Chico Ché".

Además, "esta persona que se hizo llamar `Chico Ché Jr.' es, digamos, una caricatura de lo que es la imagen artística, es decir, se dejó crecer el pelo, usa el bigote más o menos de su tipo, tiene un corte similar al ángulo de su cara, en fin, un imitador".

"No tiene nada qué ver con nosotros, y de hecho existe un proceso legal, es decir, los dueños del nombre y de la marca `Chico Ché' somos nosotros, como familia, y está registrado y no hay nadie que lo pueda utilizar".

Menciona que la postura familiar es no darle más importancia al asunto,pero tiene un proceso legal que el impostor va a enfrentar en algún momento.

En tanto, prefieren dedicar su tiempo a recordar a quien con su talento y elocuencia escénica y musical aún pone a bailar a millones en Tabasco, en todo el sureste del país y en cualquier lugar donde los acordes de"Macorina", "Qué culpa tiene la estaca" y de muchos otros temas se escucharán como el mejor homenaje a la memoria de Chico Ché. (Notimex)

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