Prospectiva: más allá del presente

POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia

-Prospectiva: más allá del presente
-El horizonte según el Banco Mundial
-Costo de oportunidad y globalización

     El tema de la crisis va más allá de preocuparnos, mediante  acciones concretas y efectivas logrará salirse del estancamiento global, de hecho más que nunca se requiere de una disciplina fundamental como la prospectiva.
La prospectiva tiene muchas características puede ser descriptiva (aceptar el futuro tal cual sin poder influir en él) o normativa (tomar una actitud de cambio para afectar el desarrollo de los acontecimientos) y presume de cualidades interesantes, una primordial: ser proactiva (a favor de actuar antes de).
En las ciencias sociales atender el presente y el futuro se traduce en la  prospectiva, una disciplina que estudia el futuro desde un punto social, científico y tecnológico con la intención de comprenderlo y de poder influir en él.
Lamentablemente no se aprovecha del todo en el sentido más acertado de concebir una planeación para maniobrar de forma positiva a favor de un cambio, esta insuficiencia se traslada a casi todas las decisiones de la esfera gubernamental en su relación con las políticas públicas y las necesidades sociales; así como con su rol hacia la iniciativa privada nacional y extranjera.
En este último renglón podríamos tomar una pequeña hebra, digamos en el sector turismo, por ejemplo: la consideración de otorgar licencias para construir campos de golf bajo el principio de impulsar el turismo, atraer divisas y generar empleos.
La prospectiva echaría bajo tierra cualquiera de los tres argumentos con estudios serios, estadísticas de la relación costo-mantenimiento, nivel de ocupación y gasto de agua de un campo de golf, y lo que éste consumirá de agua en 10, 15,  20 a  30 años.
 Una determinada política en turismo podría defender en la actualidad concesionar y construir campos de golf justificando la inversión,   en el futuro quedaría indefendible ante un costo de oportunidad demasiado alto para la tensión de la población respecto de los recursos naturales.
Posiblemente un prospectivista logaría sentar las bases para un debate razonado antes de conceder una licencia y estudiar muy bien los pros y contras del proyecto y las posibilidades reales de reducir el impacto negativo en cuanto a la armonización de los recursos naturales.
A COLACIÓN
Si de prospectiva hablamos, hace tiempo el Banco Mundial aportó el estudio “Perspectivas económicas mundiales 2007: Afrontar la nueva etapa de la globalización”, organizado en torno a una serie de hipótesis de crecimiento que abarcan del año 2006 al 2030.
El objetivo de este enfoque basado en hipótesis consiste en analizar las oportunidades y puntos conflictivos de la integración. El propósito no es predecir el futuro sino describir de manera precisa las opciones a las que se enfrenta el mundo y lo que podría suceder.
El organismo internacional asentó entonces que los  encargados de diseñar las políticas nacionales deberían decidir cuál es el mejor modo de responder a la globalización, puesto que está en juego el crecimiento y la competitividad a largo plazo de sus países. Mientras que las personas ocupadas en delinear las políticas internacionales deberían hallar el modo para que los países trabajen juntos a fin de garantizar que el crecimiento continúe sin volverse un factor de desestabilización.
El documento consultado señala que en los próximos 25 años, la globalización podría generar un crecimiento del ingreso promedio más rápido que el registrado durante el periodo 1980-2005; en ese contexto, los países en desarrollo desempeñarían un papel fundamental. Sin embargo, si no se gestiona debidamente, dicho crecimiento podría ir acompañado de una creciente desigualdad de ingreso y de presiones ambientales potencialmente considerables.
Anteriormente hemos reparado en advertir que los países emergentes están adquiriendo un rol fundamental en su participación global, siendo punto de origen, entrada y salida, de capitales, recursos, mercancías, capitales, mano de obra, tecnología.
En América Latina, México figura dentro de la lista de los emergentes junto con Brasil. De allí el interés de  buena parte de  Europa de que México  logre un asiento más destacado en el G-20 y en la recuperación de la economía global.
Ahora bien cuando se habla de un lapso de referencia a 25 años, el Banco Mundial sigue advirtiendo de cierta parte del mundo con un rezago considerable, África es la parte más sensible, lo ha sido en el pasado, en el presente y sigue figurando como foco rojo para el futuro. Por supuesto que, también la prospectiva podría hacer mucho para corregir la tendencia negativa del llamado “continente negro”.
Desde hace décadas, año con año, las peores estadísticas de corrupción, violencia ante los derechos humanos, explotación laboral y grado extremo de pobreza son ocupadas por países africanos.
    Y parecería que no hay mucha voluntad internacional para coadyuvar a reducir los desequilibrios globales donde una buena parte del mundo occidental se beneficia del bajísimo precio de los insumos que África les suministra. Desde la guerra por  los diamantes, el carbón y minas hasta la batalla por el coltán.
    No basta entonces con seguir señalando las deficiencias, cruzarse de brazos y aceptar las cosas de malas como vendrán.
GALIMATÍAS
El Banco Mundial destaca que la globalización provocará beneficios visibles en el largo plazo como esperar que en el 2030, mil 200 millones de personas, un 15% de la población mundial, pertenecerán a la clase media mundial, frente a los 400 millones de la actualidad.
El organismo señala que la próxima etapa de la globalización podría someter a fuerte presión los "bienes comunes de la humanidad", lo cual haría peligrar el proceso a largo plazo.
Si hoy en día, la crisis tiene a medio mundo arrebatándose un puesto de trabajo y los empleados aceptan sueldos congelados, a nadie le gustaría imaginar que esta crisis repitiera por ejemplo en 2050 cuando en el  planeta  habrá nueve mil millones de seres humanos.
 ¿Qué acciones se tomarán hoy para evitar tales peligros? ¿La próxima reunión del G-20 en Londres será además de histórica, lo suficientemente capaz de demostrar que, tenemos  líderes con el talento de utilizar herramientas normativas y proactivas para luchar contra la crisis y cambiar su rumbo?
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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