“Desierto adentro”, de Rodrigo Plá, película con la “Guerra cristera” de telón

Escena de la cinta que se desarrolla
teniendo como fondo
la 'Guerra Cristera'
Foto: Cortesía Cineteca Nacional

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 19 de marzo de 2009. En 1926 estalla la Guerra de los cristeros en la región occidente del país, y en poco tiempo se expande a otros estados; en infinidad de pueblos y comunidades están sus principales escenarios y personajes. En este telón se sitúa “Desierto adentro”, película del director Rodrigo Plá (“La zona”) sobre la autorredención al límite, al extremo de la enajenación, la locura y el fanatismo, que se proyecta dentro del ciclo “Estrenos” de la Cineteca Nacional.

Elías es un hombre de campo, muy creyente, al cual su madre le insiste para que se sume a los ejércitos de Cristo Rey; no obstante, él se mantiene ajeno a participar en la guerra. Un día se ve indirectamente relacionado con la detención y el fusilamiento del cura del pueblo por los federales. Elías también es capturado y le pide al padre que lo perdone, pero éste se niega a hacerlo e inevitablemente muere; cuando llega el turno de Elías de pasar por las armas, salva la vida milagrosamente en una ley fuga colectiva, entonces el único camino para escapar de una muerte segura es huir con su familia al desierto; estos acontecimientos provocan que la propia madre de Elías lo maldiga: Dios lo va a castigar arrebatándole a todos sus hijos.

Con la Cristiada como fondo, esta película va más allá del hecho histórico y explora en la psicología de los protagonistas. Elías se embarca en una huida en lo profundo del desierto en busca del perdón, obsesionado por una enorme culpa autoimpuesta que arrastrará a su familia en un viaje de redención que terminará por destruirlos a todos. “Desierto adentro” es un drama profundamente humano, una historia llena de metáforas, de ironías y hechos funestos que sólo alimentan la profecía, pues en el camino de la salvación Elías y sus hijos sólo hallarán una estela de trastorno, aislamiento, incesto, y, por último, la muerte.

La historia la cuenta Aureliano, el más pequeño de los hijos, que va dejando testimonios de esta sórdida historia de su familia en pequeños ex votos que va pintando conforme pasa el tiempo, incluso varios años después de que ha terminado la guerra, los cuadros siguen agradeciendo y piden al Supremo que los perdone; no obstante, su padre ya está embarcado en su propio destino.

“Desierto adentro” se sustenta bien por el trabajo del reparto y la dirección de Rodrigo Plá, un drama que no carece de verosimilitud, algo difícil de conseguir aún más en el cine histórico, donde abundan los ejemplos en nuestro cine nacional: producciones sobreactuadas, con un obvio desconocimiento de los hechos, dando por resultado telenovelescas e irrisorias reinterpretaciones de la realidad. No obstante, Plá decide por lo esencial, pero no realiza nada nuevo o no va más allá de hacer un respetable trabajo de dirección. “Desierto adentro” no es una cinta que “inaugure” una nueva o, por lo menos, distinta manera de concebir nuestro cine, sea en su lenguaje cinematográfico o en la historia, pues una aportación no tiene que ser aparatosa u ostentosa, sólo inteligente, que se distinga de todas sus antecesoras; sin embargo, Plá deja ir la oportunidad y habrá que esperar hasta otra de sus películas.

“Desierto adentro”, (México, 2008), de Rodrigo Plá; guión: Laura Santillo y R. Plá; Fotografía en color: Serguei Saldívar T.; Música: Jacobo Lieberman y Leonardo Heiblum; Edición: Ana García y R. Plá; producción: IMCINE, FOPROCINE, Universidad de Guadalajara, Buenaventura, Germán Méndez y Rodrigo Plá; intérpretes: Mario Zaragoza (Elías), Diego Cataño (Aureliano grande), Memo Dorantes (Aureliano chico), Eileen Yáñez (Micaela grande), Katia Xanat Espino (Micaela chica), Luis Fernando Peña (Genaro).

Comentarios a esta nota: benjamin.solis@azteca21.com

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