La bandera nacional y su origen

Nuestro lábaro patrio, es símbolo del respeto y amor que sentimos por México
Foto: Cortesía de
goliath.pue.udlap.mx
 

Ciudad de México.- 24 de Febrero del 2009.- (goliath.pue.udlap.mx)  Terminaba ya la guerra de emancipación de la Nueva España mediante la transacción que Don Agustín de Iturbide propuso a los insurgentes en el Sur (Estado de Guerrero) y que se ratificó con el inmortal abrazo de Acatempan, por el cual se unieron insurgentes y realistas, representados por Guerrero e Iturbide, respectivamente, para que en adelante no hubiese en el territorio de Nueva España más que hermanos, cuando el propio Iturbide dio al país la Bandera Nacional, símbolo de la Patria naciente a la vida autónoma. Y fue en Iguala, en ese hermoso rincón de las montañas del Sur, donde el Pabellón de las Tres Garantías, a semejanza de la crisálida que apenas se convierte en mariposa, va a revolotear alegre por los jardines, desplegó sus alas para volar por el mundo y anunciar a todas las naciones del orbe el nacimiento de un pueblo llamado a grandes destinos.

A un humilde sastre, que ejercía también el oficio de barbero, llamado José Magdaleno Ocampo, le obsequió la fortuna con un premio de inmortalidad, cuando recibió de Don Agustín de Iturbide el encargo de hacer la primera bandera tricolor que hubo en el país, la que, al jurarse el dos de marzo de 1821 el plan de Iguala, en la población de este mismo nombre sería también jurada y saludada con aplauso por el ejército de las Tres Garantías, que saludaba al mismo tiempo a la Patria libre y llena de esperanzas, representada por aquel lienzo que sería amado entrañablemente por el pueblo mexicano, hasta la consumación de los siglos, y sería defendido por el mismo hasta el último aliento.

Las tres garantías mencionadas eran: Religión, Unión e Independencia, correspondiendo a cada una de ellas los colores de la bandera, en este orden: Verde, Religión; Blanco, Unión y Rojo, Independencia.

Y esta bandera querida, en lenta marcha triunfal desde Iguala, multiplicándose al infinito, porque se hicieron miles y miles de banderas, listones y escarapelas con los colores del Pabellón Nacional, vino a posarse en lo más alto del antiguo Palacio de los Virreyes, hoy Palacio Nacional, el 27 de septiembre de 1821, para ondear con inmenso amor, como si quisiese extender sus alas hasta los confines de la Patria y cubrir como ave gigantesca, bajo su plumaje, a todos sus hijos. Y ondeó al fin, después de los once años que había tardado la lucha de emancipación, en el día más glorioso de los que anota en sus fastos la Historia de México; porque en ese día se vieron como hermanos todos los residentes en la Nueva España, hoy Nación Mexicana, ya fuesen indios, mestizos, africanos, criollos o europeos.

En aquel inmortal 27 de septiembre de 1821, hubo felicidad para todos, y todos en comunidad soñaron con la ventura de México, y todos unánimemente fueron electrizados por la fruición que leí producía la esperanza en un bello porvenir. Pero huyó la felicidad. . . y los hermanos se distanciaron. Empero, nuestra querida Bandera Nacional sigue abriendo sus alas como ave cariñosa que pía tiernamente llamando a sus polluelos para que se aproximen unos a otros, y puedan calentarlos juntos bajo su plumaje.

Pero la Bandera Mexicana que gallardamente dio al aire su lienzo tricolor el 27 de septiembre de 1821, en el alcázar virreinal, fue a posarse también en el alma de todos los mexicanos, y desde entonces está izada en lo más alto y delicado de nuestros afectos. ¡Solo la extinción del astro del día, en el fin de los tiempos, podrá apagar la luz de tus colores, oh Bandera nuestra! Pero mientras el sol alumbre nuestra morada, tú Bandera mil veces querida, hermoso iris de vívidos colores, no dejarás de flamear en lo alto de nuestros edificios, ni dejarás de extender tus grandes alas, llamando a la cofraternidad a todos sus hijos. Y si algún día hubiésemos de luchar contra "hueste extranjera", tú serás, como has sido ya en días luctuosos, la mortaja que envuelva a los heroicos defensores de la Patria.

Bandera De México

La proporción rectangular de altura contra anchura de la Bandera de México es de 4:7 dividida en tres franjas verticales de colores verde, blanco y rojo a partir del asta. El escudo nacional se ubica en la franja central blanca y al centro de la misma teniendo un ancho de tres cuartos del ancho de la franja. El 24 de febrero se instauró como el "Día de la Bandera". La actual bandera de México contiene los colores verde, blanco y rojo orientados verticalmente y el escudo nacional en el centro.

 

Desde principios de la historia mexicana los pueblos del centro del país ya empleaban estandartes representativos de sus señoríos. Con llegada de los españoles al territorio estos introdujeron banderas y estandartes propios. Algunas regiones del México central contaban con estandartes distintivos como los emblemas aztecas y los tlaxcaltecas. Durante la época virreinal no se contó con una bandera que representara al territorio americano de la Nueva España aunque se contaban con el uso generalizado de los blasones de la monarquía española peninsular. Durante el inicio de la guerra independentista encabezada por Miguel Hidalgo y Costilla fue empleado un lienzo con la figura de la Virgen de Guadalupe con el cual Hidalgo convocó y dirigió la guerra de insurrección, al mismo tiempo que los españoles determinaron emplear la imagen de la Virgen de los Remedios. Durante el periodo de la guerra independentista de los criollos americanos en contra de los españoles peninsulares se establecieron en repetidas ocasiones nuevas banderas y estandartes con las cuales se pretendía representar a los movimientos y a los nuevos órdenes que se instauraran en la época.

La conformación bandera mexicana fue promulgada como símbolo nacional por el nuevo Congreso Constituyente en el año de 1823 en base al diseño a la determinación de la pasada Junta Provisional Gobernativa de 1821 quien dictaminó los colores y el uso de un águila sobre un nopal en el centro. Los cambios sufridos durante la instauración de la república primordialmente han sido aplicados al águila del escudo central a la cual la han representado de diversas formas y posiciones con elementos decorativos que alternaron según los grupos liberales, conservadores, republicanos e imperiales de los subsecuentes movimientos sociales y políticos. El último decreto que determina las características de la bandera se promulgó en 1983 por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado.

El día de la Bandera de México es el: 24 de Febrero aniversario de la firma del Plan de Iguala por Agustín de Iturbide.

Historia y simbolismo

La bandera de México
Miguel Angel ORILLA

Con motivo del Día de la Bandera es conveniente hacer una reflexión acerca de la historia y de los usos del símbolo patrio, que representa la esencia de nuestra mexicanidad.

La bandera, el escudo y el himno nacional son símbolos de la patria que nos unen en medio del pluralismo, social, cultural y político que conforman al pueblo mexicano.

Dicen las fuentes históricas que los antecedentes del actual lábaro patrio fueron: el estandarte de la Conquista (1519-1521), el estandarte colonial, el estandarte de don Miguel Hidalgo y Costilla (1810), la bandera de don José Ma. Morelos y Pavón (1813-1815), la bandera del batallón activo de San Blas, la bandera de los Insurgentes (1817-1821), La bandera de Iguala (1821) La bandera de las Tres Garantías (1821-1822), la bandera de Iturbide (1822-1823), la bandera del batallón de Infantería Imperial (1864-1867), la bandera del Imperio de Maximiliano (1865-1867), la bandera militar (1934-1976) y la actual bandera nacional.

También nos parece oportuno mencionar algunos de los más importantes artículos de la Ley sobre las características y el uso del escudo y la bandera.

En festividades cívicas o ceremonias oficiales en que esté presente la bandera nacional mexicana, deberán rendírsele los honores que le corresponden en los términos previstos por la ley y el saludo civil simultáneo de todos los presentes. Los honores a la bandera nacional se harán siempre con antelación a los que deban rendirse a personas.

El saludo civil a la bandera se hará en posición de firmes, colocando la mano derecha extendida sobre el pecho, con la palma hacia abajo a la altura del corazón. Los varones saludarán, además, con la cabeza descubierta. El presidente de la República, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, saludará militarmente.

En las fechas declaradas solemnes para toda la nación, deberá izarse la bandera a toda o a media hasta, según se trate de festividad o duelo, respectivamente, en escuelas, templos y demás edificios públicos, así como en la sede de las representaciones diplomáticas y consulares de México en el exterior.

En las escuelas y planteles educativos de enseñanza primaria y secundaria deberán rendirse honores a la bandera cuando menos una vez por semana.

Se izará diariamente la bandera en las oficinas de población y aduanas, capitanías de puerto y aeropuertos internacionales.

Es obligatorio para todos los planteles del país, oficiales o particulares, poseer una bandera de mexico nacional, con el objeto de utilizarla en actos cívicos y afinar entre los alumnos el culto y respeto que a ella se le debe profesar.

Es conveniente tener siempre presentes estos preceptos legales para no incurrir en emisiones lamentables en detrimento de nuestro lábaro patrio, porque necesitamos engrandecer y estimular nuestros ideales; el fin es enaltecer el amor a la patria.

Y ya para finalizar estos comentarios, hace algunos ayeres aprendimos en las aulas escolares unas cuartetas que de manera sencilla explican el porqué de los colores de la enseña nacional y que transcribimos como un merecido homenaje a ella.

Cuando veo ondear al año mi bandera tricolor pienso que forma su ornato la real blancura del sol.

Cuando veo los bellos campos y del bosque el esplendor pienso que de allí ha sacado el verde su color.

Y cuando veo en el ocaso mil nubes de fuego arder pienso en el rojo encendido que supo, altiva, escoger.

M.A.O.- Mérida, Yucatán, febrero de 1995, trabajo de la Bandera de México.

 

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