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Pie de foto: Fotograma de "Fantasma", cinta de Murnau que se exhibirá los días 24 y 25 en la Cineteca Nacional.
Foto:cortesía FICCO.
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Por Miriam Canales
Reportera Azteca 21
Ciudad de México. 20 de febrero de 2009. – La legendaria figura del cineasta alemán F.W. Murnau se encuentra presente en la sexta edición del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (FICCO) a través de una retrospectiva con algunas de las cintas más representativas de su filmografía.
Con la exhibición de “El último hombre”, se inauguró el ciclo el 19 de febrero y continuará hasta el 1 de marzo en la Cineteca Nacional. El resto del cartel incluye otras obras clásicas como “La luz que mata”, “La cabeza de Jano”, “Nosferatu”, “Sunrise”,“Fausto”,“Marizza” y “Tabú”, musicalizadas por la pianista Deborah Silberer, excepto la última mencionada. En participación conjunta con las instancias culturales Transit Films, Hollywood Classics, Bundesarchiv-Filmarchiv y la Cineteca di Bologna, se sumaron esfuerzos para exhibir este ciclo en la ciudad de México.
“El último hombre” (1924), también conocida como “La última carcajada”, es un drama acerca de una persona que ha dedicado orgullosamente su vida como portero de un lujoso hotel hasta el día en que el gerente decide remitirlo como conserje del área de los sanitarios. Su reputación se transforma con sus vecinos y allegados que ven cómo su autoestima se va degradando. Con la actuación protagónica de Emil Jannings, primer actor en ganar el Oscar en 1928.
Friedrich Wilhelm Murnau fue uno de los precursores de la corriente cinematográfica del expresionismo alemán. Nació en Bielefeld, Alemania, en 1888, de apellido paterno Plumpe, que se cambió por las negativas de su progenitor por sus inclinaciones artísticas. En 1914, se enlistó para combatir en la Primera Guerra Mundial como oficial de infantería, actividad que abandonó para seguir su vocación cinematográfica. Filmó “Der Knabe in Blau” (1919), “Der Januskopf” (1920) y “Abend” (1920).
Debido a la antigüedad de sus cintas, algunas se han extraviado con el paso del tiempo, como “Satanas” (1920), de la que sólo se conocen unos cuantos fotogramas. Murnau murió en Santa Bárbara, California, en 1931, víctima de un accidente automovilístico.
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