Edison, un hombre fuera de serie a quien la humanidad le debe más de mil inventos

El llamado 'Mago de
Menlo Park', es
considerado el hombre
que más hizo por aplicar
 los descubrimientos
 científicos a la vida diaria
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 11 de Febrero del 2009.- (CONACULTA) Tomás Alva Edison (1847-1931) ofreció a la humanidad tantas y tan estupendas maravillas (bombilla incandescente, cinematógrafo, fonógrafo, entre otros inventos), que sus compatriotas le solían aplicar el sobrenombre de “el mago de Menlo Park”.
 
Considerado uno de los más afortunados inventores de nuestro tiempo, Edison fue sin duda un hombre fuera de serie a quien la humanidad le debe el agradecimiento por sus más de mil inventos. Con un hilo en cautiverio (dentro de una ampolla de vidrio) dio vida a la bombilla eléctrica.
 
Su inagotable fuente de genialidad y creatividad, aparte de su inquebrantable perseverancia, lo condujeron con gran éxito a tan maravilloso descubrimiento. Con ello ingresó a la llamada segunda Revolución Industrial, que sentó bases para dar cabida a científicos, investigadores e inventores.
 
Si deseamos escuchar música, hacemos funcionar el gramófono o el aparato de radio. Oprimimos un botón e inundamos de luz nuestro aposento por medio de una lámpara eléctrica. Si queremos enviar sendos mensajes entre dos ciudades conectadas por un solo hilo telegráfico, el sistema de Edison permite que circulen simultáneamente por el mismo alambre.
 
Asimismo, el subsuelo de Londres posee la maravilla de los trenes eléctricos inventados por Edison. También gracias a que inventó el kinetoscopio, padre del cinematógrafo, podemos disfrutar de ver en una pantalla imágenes en movimiento.
 
Cada uno de estos inventos por separado, habría sido suficiente para hacer famoso a Edison. Los antes mencionados son unos cuantos de los muchos que efectuó. Consiguió patentar en Estados Unidos más de mil inventos o ideas.
 
Es considerado el hombre que más hizo por aplicar los descubrimientos científicos a la vida diaria, con lo que contribuyó a la transformación de la vida moderna. Desde su infancia fue el trabajador más tenaz e interesante de Milán, Ohio (Estados Unidos), donde nació el 11 de febrero de 1847.
 
Proveniente de una familia humilde, Edison sólo asistió tres meses a la escuela, los cuales fueron suficientes para el niño prodigio. Interesado por la química, empezó a trabajar a los 12 años para ayudar a sus padres y disponer de algún dinero para sus experimentos; imprimía y vendía un periódico a bordo de un tren.
 
Más tarde, realizó un modelo de todos los aparatos usados en telegrafía y los instaló, conectó la estación con la ciudad, lo que le valió la plaza de telegrafista en Strafford, en la frontera con Canadá. Trabajaba de noche y para demostrar que vigilaba, tenía que enviar una señal cada media hora.
 
Eso le producía gran contrariedad, por lo que diseñó una máquina para transmitir automáticamente las señales y así proseguir con sus experimentos, lo cual lo llevó a su primer invento en materia de telegrafía.
 
Obtuvo la patente de invención de una máquina para registrar votos y de una tele-impresora que enviaba un telegrama y lo imprimía a la vez; invento de gran utilidad para banqueros y bolsistas, con lo que Edison negoció con ellos y se independizó en su trabajo.
 
Edison solía decir que el genio está compuesto de uno por ciento de inspiración y de un 99 por ciento de voluntad. Él poseía más que eso, era un hombre prodigioso consagrado a la investigación científica. Falleció el 18 de octubre de 1931 a la edad de 84 años, en West Orange (Nueva Jersey).
 
A 162 años de su natalicio, es recordado como un genio creador que derramó siempre hasta la última gota de energía en busca de un nuevo invento productivo, para beneficio de la humanidad.
 
(ACO)

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