Edward James creó en Xilitla un espacio escultórico único en el mundo: Arturo Hernández Ochoa

Hernández Ochoa (Xilitla,
 San Luis Potosí) presentó
 'Edward James, arquitecto
de la imaginación' en
 el Instituto Cultural
México-Israel
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 8 de Febrero del 2009.- (CONACULTA) Edward James creó en Xilitla un espacio escultórico único en el mundo en el que logró plasmar buena parte de su creatividad poética, afirmó el escritor Arturo Hernández Ochoa al presentar su libro Edward James, arquitecto de la imaginación.

 

Apoyado en la proyección de imágenes fotográficas y en los referentes esenciales de su propia investigación de más de diez años, Hernández Ochoa hizo una reseña biográfica del artista británico y de su obra plástica plasmada en Xilitla.

 

Habló de la infancia triste de James en una casona patriarcal de Inglaterra, de su virtual orfandad, de su excentricidad de “loco millonario” –a finales de los años 20 del siglo XX fue considerado el cuarto hombre más rico del mundo– y de su pasión por el surrealismo.

 

Mecenas de pintores, poetas, bailarines y músicos, e incansable viajero por buena parte del mundo, James (1907-1984) halló en la jungla huasteca de Xilitla el lugar idóneo para verter el mundo mágico y fantástico que traía en su ser poético.

 

Hernández Ochoa (Xilitla, San Luis Potosí) presentó Edward James, arquitecto de la imaginación en el Instituto Cultural México-Israel (ICMI) junto con el escritor Eduardo Luis Feher, la directora del ICMI, Dinorah Isaak, y Rodolfo Acevedo Oliva, director de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí.

 

Feher, quien leyó un texto preparado, felicitó al autor del libro porque aporta información novedosa y desconocida sobre la vida y la obra de Edward James y porque “nos entregó un poco del surrealismo” que profesó el creador plástico de Gran Bretaña.

 

“Sin duda, Arturo fue abrazado por la excentricidad de Edward James y gracias a ello pudo escribir un gran libro dedicado a ese auténtico tejedor de sueños huasteco”, dijo Feher, quien es director de la Academia de Literatura del IMCI.

 

El libro de Hernández Ochoa está dividido en dos partes, una destinada a la semblanza de James y otra al análisis de la plástica surrealista europea, en la que éste abrevó durante su juventud y madurez al lado de artistas como Dalí, Magritte, Picasso, Buñuel, Remedios Varo y Leonora Carrington.

 

Edward James conoció Xilitla en 1944; en 1948 adquirió el rancho de La Conchita, donde se hallan Las Pozas, sitio en el que decidió crear su propio “Edén o su Arca de Noé” con base en la creación de piezas arquitectónicas y escultóricas de factura surrealista.

 

Esta labor se prolongó a lo largo de más de 20 años con el apoyo de un carpintero (José Aguilar), un maestro de obras (Carmelo Muñoz), 60 albañiles y un administrador, Plutarco Gastélum, quien inicialmente fue su guía en la localización de orquídeas.

 

En Las Pozas, James llegó a coleccionar 18 mil variedades de orquídea y cuando una fuerte helada las destruyó en 1963, intentó suplicarlas labrándolas en piedra o moldeándolas en los bajorrelieves de sus obras arquitectónicas y escultóricas.

 

El jardín surrealista de James en Xilitla, de acuerdo con Hernández Ochoa, cuenta con 36 piezas de arquitectura y escultura de grandes dimensiones, todas ya catalogadas, y con centenares de pequeñas obras aún no clasificadas.

 

En Xilitla, Edward James logró combinar poesía, escultura, arquitectura y naturaleza y crear el mundo mágico que siempre entrevió como poeta. “Él siempre se reivindicó como poeta y así se aludió en su epitafio”, concluyó el autor del libro.

(ATR)

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