POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia
-Reproches a banqueros
-Presumir de grandes beneficios
-Clientes emproblemados
Siempre está vigente la frase de William Ross Wallace, “la mano que mece la cuna, es la mano que gobierna el mundo”, veámoslo en los ricos y poderosos dueños de bancos su constante enfrentamiento con lo que los gobernantes realmente esperarían de su participación en la economía.
En la década de los noventa varias fortunas de banqueros fueron fortalecidas en la medida que iniciaron un proceso de transnacionalización de sus activos, mediante la diversificación de posiciones en casi todo el mundo. América Latina ha sido uno de los bastiones más importantes para el acaudalado capital de banqueros como Emilio Botín.
Para los albores del siglo XXI encontramos verdaderos titanes financieros por su peso específico dentro de la economía mundial y su interrelación con mercados de distintos países.
El poderío de estas multinacionales y transnacionales asusta tanto por su valor de capitalización, como por su cauda de activos, clientes y beneficios, así pueden identificarse desde prácticas oligopólicas en la gran banca mundial hasta duopolios, por no olvidar que muchas son económicamente hablando más fuertes que la generación de riqueza anual de países africanos, latinoamericanos y caribeños.
Estos focos de poder juegan un papel fundamental, a mi juicio de fiel de la balanza, sea para respaldar gobiernos y sus políticos como para debilitarlos y acelerar la sustitución de los gobernantes.
Se trata de un tête-à-tête del poder financiero con el Estado Nación que ocasionará muchas alteraciones en el siglo XXI, porque pobre del gobierno que no comulgue con ejecutivos de multinacionales y transnacionales ya lo vimos en el caso de Argentina con la renuncia prematura de Fernando de la Rúa y los dolores de cabeza del nuevo presidente Eduardo Duhalde para entenderse con el capital extranjero.
De forma más actual, lo padece José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España. Para el gobierno que encabeza el PSOE ha sido una relación ríspida con la poderosa oligarquía financiera, se palpa de forma más evidente con los reproches del gobierno hacia los dueños de los bancos “no prestan lo suficiente para que la economía española salga adelante”. Zapatero pide que los bancos sigan dando créditos.
En contraste Botín lanza negativas. Para el dueño del Santander, la institución más importante de España y que junto con su familia tiene otros bancos como Banesto, no piensan dar más créditos a quien no tiene forma de cómo pagarlo, y desliza el dilema: “Lo peor sería tener un sistema financiero incapacitado para prestar y fortalecer a la economía, debe evitarse, no se puede correr el riesgo”.
A COLACIÓN
El colmo para la paciencia: el presidente Zapatero afirma que no es tiempo de que los bancos anuncien pingues ganancias y beneficios, ni dividendos jugosos, les demanda mayor responsabilidad para luchar contra la crisis.
Empero, él que manda es quien tiene el sartén sobre el mango, así Banco Santander Central Hispano (BSCH) y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) presumen a nivel mundial de una fortaleza en medio de la debacle.
Para muestra dos botones: el día de ayer, BSCH reportó un incremento de 9.4% en el beneficio atribuido al grupo por 8 mil 876 millones de euros, derivado de un mayor margen de explotación, margen ordinario, lo que a pesar de las turbulencias aumentaron 2.4% el beneficio por acción para beneplácito de sus inversionistas.
Botín que en medio de la crisis ha mostrado una actitud agresiva para salir de compras, no tuvo más que reconocer el golpe del efecto de la pirámide de Madoff, la necesidad de crear más provisiones y de enfrentar problemas con la recuperación de créditos y casos de morosidad, así el cuarto trimestre del año pasado, las ganancias del grupo redujeron a 1 mil 941 millones de euros, un nivel solo equiparable al obtenido en el resultado del primer trimestre de 2007.
Lo mismo por vez primera en varios años, el grupo Santander registró pérdidas en 2008 por su posición en México, país que le aportó el 7% de los beneficios del grupo.
A pesar de que en México, BSCH aumentó su margen de explotación, sus utilidades cayeron 8.2% para ubicarse el año pasado en 600 millones de euros. Se observó un incremento de la morosidad del banco que pasó de 1.20 a 2.41 por ciento.
El grupo no ha reducido plantilla laboral ni en España, México ni en el resto de posiciones a nivel mundial como tampoco lo ha hecho en el caso de cerrar sucursales.
El año pasado, a nivel global, Santander cerró con una plantilla de 170 mil 961 empleados y 13 mil oficinas. En México tiene 13 mil 932 empleados y 1 mil 129 oficinas.
GALIMATÍAS
El otro informe relevante es del BBVA, la segunda entidad en España tras el Santander pero la primera en México por ser dueño de Bancomer.
A nivel de grupo, BBVA registró en 2008 un beneficio por 5 mil 414 millones de euros, 0.2% mayor que en 2007, gracias al incremento de 8.8% en el margen de explotación.
El grupo que encabeza Francisco González ha debido tomar 302 millones de euros como dotación extraordinaria por el quebranto derivado de la estafa Madoff.
También reconoce el golpe de la inestabilidad cambiaria en los balances respectivos de los bancos que mantiene en la región de América Latina, todos los tipos de cambio medios del año, que son los utilizados para la conversión en euros de la cuenta de resultados, se depreciaron frente al euro en comparación con el ejercicio 2007: un 8.1% el peso mexicano, 6.8% el dólar estadounidense, 8.4% el peso argentino; 6.9% el bolívar venezolano, 6.2% el peso chileno y niveles menores en el peso colombiano y el nuevo sol peruano.
“Como consecuencia, la cuenta de resultados del Grupo se ve afectada negativamente en alrededor de 4 puntos porcentuales sin considerar el impacto de las coberturas”.
Por su parte, en México, BBVA Bancomer aportó al grupo 30% de los beneficios: en 2008 las utilidades aumentaron 3% a 1 mil 938 millones de euros impulsadas por un alza de 6.6% en el margen de explotación.
A diferencia de Satander, BBVA lleva reduciendo nómina y oficinas desde el año pasado a nivel mundial y México no ha sido la excepción.
En diciembre de 2008, la plantilla laboral del grupo redujo 2.62% al pasar de 111 mil 913 empleados a 108 mil 972. El número de oficinas bajó 3.0% de 8 mil 028 a 7 mil 787 sucursales.
En América, la nómina del banco bajó 1.11% a 77 mil 928 empleados con menos oficinas (-0.55%) un total de 4 mil 267.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com