Atrapados por el Buró de Crédito

POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia

-Atrapados por el Buró de Crédito
-El comportamiento del deudor
-Responsabilidad y compromiso

    ¿Cómo salirse del  Buró de Crédito? Esta cuestión es probablemente la que muchos millones de mexicanos tienen que resolver cuando  un crédito por ellos solicitado, ante una entidad financiera o una empresa comercial, ha sido denegado “por culpa del buró”.
    Existe una especie de leyenda urbana en torno del buró de crédito tratado cual inquisidor como si llevara una cacería de deudores, cuando en realidad los únicos culpables son las propias personas que contratan un crédito y al poco tiempo se convierten en morosos perdidos.
    También hay quien acusa al gobierno por creer que éste creo el buró de crédito por lo que seguramente es un nuevo “elefante blanco”, aunque la realidad es que se trata de una consecuencia de la propia crisis económica desatada por la devaluación de peso de finales de 1994  y de la lenta sangría financiera con episodios de falta de liquidez y solvencia experimentada por bancos que debieron ser rescatados con nuestro dinero, reparados de pasivos (Fobaproa) y vendidos.
    Como este hecho puede contarse dentro de la más negra historia de corrupción en la que todos los que pudieron se colgaron de papá gobierno para recibir su dinero y todos los que pudieron dejaron de pagar sus adeudos afectando con ello a los clientes cumplidos,  entonces los efectos pasaron factura: primero, porque seguimos arrastrando en la deuda interna del país el rescate instrumentado vía Fobrapoa; segundo, porque los bancos en su mayoría extranjeros tienen que cumplir con crear provisiones así hay más comisiones, mayor margen financiero, son más costosos los créditos; y tercero,  los bancos desde 2000 comenzaron de nuevo a prestar pero de forma selectiva en determinados créditos, arriesgando en los de consumo (vía tarjetas) pero hay una desconfianza porque el pasado no se olvida entonces todos los acreedores privados en México financieros y no financieros quieren tener la certeza de que la persona candidata a un crédito tiene un comportamiento responsable de sus adeudos.
    Para ello, los propios intermediarios financieros crearon una empresa privada constituida como una Sociedad de Información Crediticia a la que denominaron Buró de Crédito y que en 2007 cumplió diez años de funcionamiento.
    Su misión principal es recabar información crediticia tanto de personas físicas como morales misma que es proporcionada por los propios bancos y empresas afiliadas al buró y obviamente con funciones de acreedores.
    ¿Quienes están en la base de datos administrada por esta sociedad de información crediticia?    Ahí figuran todas las personas que tienen o tuvieron  lo siguiente: alguna tarjeta de crédito, tarjeta de servicio, crédito automotriz, crédito hipotecario, contrataron algún servicio de telefonía o televisión de paga.
    Por tanto queda claro que no solamente están las personas deudoras sino las que también pagan un celular por contrato o tienen un servicio de cable para su televisión en casa.
    Ahora bien, el hecho de estar en el buró de crédito no es malo, lo malo es el comportamiento que cada uno de nosotros tiene como deudores y lo negativo también es que el banco de datos no esté cabalmente limpio de errores y de repente aparezcan personas con créditos que ya no deben o con  un historial negativo que no es el suyo.
A COLACIÓN
    Por qué digo que no es malo estar en el buró de crédito, primero porque en la actualidad todos los créditos que una persona quiere pedir con alguna empresa privada, sea banco o no, inmediatamente es consultada la base de datos del buró  la cual contiene el historial crediticio (si es que lo tiene) del cliente potencial; éste refleja el comportamiento del deudor, si es cumplido o cliente irregular, moroso y complicado.
    Todos estamos en el buró de crédito, las empresas que lo consultan son las que otorgan o deniegan los créditos dependiendo de lo qué dice la historia como deudor de cada persona, a lo mejor usted y su vecino tienen las mismas tarjetas de crédito y el mismo ingreso, pero al momento de solicitar una hipoteca con un banco a usted se la conceden porque es un deudor cumplido y a su vecino se la deniegan porque es un cliente con retrasos y pagos irregulares.
    Quizá por ello para los jóvenes que por vez primera  adquieren una tarjeta de crédito o un celular de contrato es muy importante que se les explique las razones morales de ser deudores cumplidos, de decirles la relevancia de crearse un historial crediticio limpio, que sea para ellos una ventana de oportunidades cuando llegado el momento estén en condiciones de solicitar una hipoteca o un crédito automotriz o empresarial. Decirles que el crédito debe ser una ventana  para crear oportunidades, no una puerta para el infierno.
GALIMATÍAS
    Llegan varias preguntas de amigos lectores a esta columna denunciando que solicitaron un crédito y luego el banco se los denegó aduciendo su situación en el buró de crédito.
    Ana María Martínez escribe: “Simplemente me boletinaron, ellos me negaron el crédito y no sé por qué”.
    Atención cuando una persona solicita un crédito, en la hoja de solicitud hasta abajo en unas letras pequeñitas, se señala que la persona permite la consulta de sus  datos en el buró de crédito.  
    Desde mi punto debería suceder todo lo contrario, primeramente la  persona interesada en un crédito tiene que solicitar el Reporte de Crédito Especial en el buró de crédito, ingresar en  http://www.burodecredito.com.mx/ y solicitarlo por correo electrónico, fax, teléfono, mensajería o correo postal y en atención directa en la oficina en la ciudad de México.  Cualquier duda, los números son 54 49 49 54 y el  01800  64 07 920.
    El reporte es gratis vía Internet, por correo electrónico y en la  oficina de atención y tiene un costo de 32 pesos por fax; 97 pesos por correo postal y 120 pesos por mensajería.
    Una vez que tenga el historial crediticio, la persona sabrá de antemano lo que verá el banco o la empresa a la que pretende acudir a solicitar un  crédito. Así podrá estar muy tranquila si se refleja un esquema de pagos de adeudos, mes con mes. Significa un deudor cumplido.
Sin embargo, si en el historial figura  todo  lo contrario, retrasos en los pagos o meses de suspensión de éstos, entonces es un deudor riesgoso no  confiable para nuevos créditos, en tanto no regularice su situación.
*Economista y columnista especializada. Es candidato a doctor por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales.  Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com

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