El Planetario “Luis Enrique Erro”, una ventana a la ciencia astronómica

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El Planetario cuenta con
tecnología de punta,
equipo de producción y
animación digital para
crear programas propios
Foto:
Gregorio Martínez M./Azteca 21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 27 de enero de 2009. Asistir al Planetario “Luis Enrique Erro” del Instituto Politécnico Nacional (IPN) representa una verdadera aventura y una inmersión al mundo que nos rodea, al ingente universo que nos alberga y, a la vez, nos proyecta “al infinito y más allá”, como dijera el personaje de una conocida película infantil. Pero también una lesión a la economía familiar. Vamos por partes.
Este templo auténtico de la ciencia en México forma parte de las instalaciones de la Unidad Profesional “Adolfo López Mateos” del IPN, en la avenida Wilfrido Massieu, esquina con avenida Luis Enrique Erro, en la colonia Lindavista, al norte de la ciudad. Las estaciones del metro que están relativamente cerca del planetario son Lindavista de la línea 6, Deportivo 18 de marzo de la línea 3 y Politécnico de la línea 5.
Desde hace muchos años, el edificio en forma redonda (una media circunferencia) o de “bola” es un punto de referencia ineludible de la arquitectura representativa de esa unidad del IPN y del norte de la ciudad de México. Asimismo, es, en muchos casos, la primera puerta o ventana a la ciencia para infinidad de estudiantes de primaria y secundaria.
Así, entrar a ese recinto de divulgación de la ciencia es ingresar a un mundo desconocido, lejano, pero fascinante, donde lo primero que llama la atención es el mural –digamos que “circular”, es decir, inicia en un punto y concluye en otro, y este recorrido, si lo graficáramos, nos daría la forma casi de un círculo– de Adolfo Delgado, una atrayente historia de la astronomía, con figuras en color blanco y fondo azul marino, casi un poco al estilo “egipcio” o cavernario. Desafortunadamente, el sábado 24 no hubo acceso a verlo totalmente, por lo que sólo pudimos apreciar el inicio y el final del mismo.
Desde ese momento, la magia celeste y universal se posesiona de la mayoría de los visitantes, que pasan a la Sala de Proyecciones con el ánimo dispuesto a visitar su propia casa, la más verdadera y amplia: el universo. Así, tuve oportunidad de ver “Últimas noticias del Sistema Solar”, la primera producción digital del equipo de producción del Planetario “Luis Enrique Erro”, un maravilloso viaje informativo por el espacio a partir de los descubrimientos recientes aportados por las sondas y los satélites, que ya está empezando a quedar rebasado por los avances mismos de la ciencia astronómica.
Cabe mencionar que, de acuerdo con un folleto del planetario, éste tiene 40 años de antigüedad y experiencia que lo posicionan como el primero de México. También “cuenta con tecnología de punta, equipo de producción y animación digital para crear programas propios que se proyectan en su nuevo Domo de Inmersión Digital, para admirar y disfrutar espectaculares imágenes del mundo de la ciencia y la tecnología. Además, ahora se cuenta con el nuevo edificio ‘Constelaciones’ para actividades prácticas de ciencia recreativa. Con estos sistemas de alta definición, más los nuevos espacios dedicados a la ciencia recreativa, el Planetario ‘Luis Enrique Erro’ se convierte en el más avanzado de América Latina, y lo posiciona a la altura de los planetarios de las grandes capitales del mundo”.
Salí fascinado, como cuando era niño y visité por primera vez este planetario, como todos los visitantes. La proyección de esa producción politécnica estuvo precedida de un corto, creo, alemán, sin subtítulos y luego otro español, para concluir con nuestro filme; los tres, excelentes.
Posteriormente, visité el área de talleres recreativos de la ciencia, donde los visitantes –niños, jóvenes, adultos…– tienen la oportunidad de conocer y apreciar diferentes procesos científicos, cuyos resultados ya forman parte de nuestra vida cotidiana.
A continuación, entré al nuevo edificio “Constelaciones”, muy interesante por su forma arquitectónica, donde se localizan la librería y tienda de recuerdos en la parte inferior, mientras que en la superior se exhibe la muestra “La ciencia de las adicciones”, en la que, a través de juegos y explicaciones, conocemos los daños que sufre el cuerpo por el uso y abuso de sustancias adictivas.
El único pero es el precio: 35 pesos por persona. Sí, no es caro, pero ¿entonces dónde quedó el origen y la historia del IPN?, ¿dónde aquel lema de “La técnica al servicio de la Patria”?, ¿dónde el legado de Lázaro Cárdenas del Río, del propio Luis Enrique Erro? Además, es claro que estamos hablando de una institución educativa pública, de un centro de divulgación de ciencia y tecnología, “cuyo principal objetivo es que los visitantes conozcan las ciencias del Espacio y la importancia que éstas tienen en nuestras vidas”. Si a esto le sumamos la depauperada situación de la economía nacional y familiar, así como la cantidad de miembros de una familia moderna –mínimo tres–, es fácil advertir que es muy difícil, primero, que se cumpla el principal objetivo del planetario, y segundo, que la población acceda al conocimiento científico. Sí, cobren, pero no tanto.
En fin, habría que añadir que está prohibido tomar fotografías –si no, ¿qué vendería la tienda?–, excepto del exterior de la Sala, y que el Planetario “Luis Enrique Erro” ofrece cinco películas o filmes distintos de divulgación, y el boleto de entrada sólo sirve para uno, por lo que, como en mi caso, nuevamente tendré que destinar varios salarios mínimos la próxima vez que asista con mi familia, pues toda la programación me interesó. No obstante lo anterior, asista, la experiencia es formidable.
Aparte de la película ya mencionada, se proyectan “Los secretos del Sol”, “El futuro es salvaje”, “Las estrellas de los faraones” y Hoyos negros: al otro lado del infinito”. Si está en la ciudad de México, llame para más informes o reservaciones para visitas de grupos al 57 29 60 00, extensiones 53906 y 53907, o entre en la página www.planetario.ipn.mx.
Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com
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