“Cuentos eróticos africanos”, puesta en escena basada en libro “Decamerón Negro”, de Leo Frobenius

Un viaje por las pasiones,
 sentimientos y relaciones
 que se dan en torno al
placer, visto como
parte esencial de la vida
 Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 26 de Enero del 2009.- (CONACULTA) Tres historias cortas provenientes del Decamerón Negro son extraídas para conjuntarlas en un montaje colorido y entretenido, que acerca a los asistentes a los mitos y costumbres de la cultura africana.

 

Cuentos eróticos africanos –que reinició temporada en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico– es un viaje por las pasiones, sentimientos y relaciones que se dan en torno al placer, visto como parte esencial de la vida.

 

Con texto original de la agrupación Teatro Esquina Latina de Cali, Colombia, la compañía teatral Gomer Caracol Exploratorio lleva a escena esta puesta basada en libro Decamerón Negro, del antropólogo alemán Leo Frobenius, quien realizó un extenso trabajo etnográfico en el continente africano, el cual reunió la sabiduría, el humor y la visión erótica del continente negro.

El tríptico escénico Cuentos eróticos africanos –integrado por los relatos Leyenda de las amazonas, Un hombre cuyo oficio es el amor y Las hijas del juez– inicia y concluye con el baile, con movimientos del cuerpo sin reprimenda alguna, liberándose de las ataduras sociales y logrando un pleno gozo del alma.

 

Leyenda de las amazonas, primera historia que aparece en escena, relata el primer contacto de un hombre y una mujer; resultado de esa unión sexual nacen 50 mujeres e igual número de hombres, quienes hablan con los elementos de la naturaleza, viven en las profundidades de la tierra y un enorme río los divide.

 

Con una flecha y un jarrón se representa de una forma mítica la primera unión del abbusch y el achatschum, palabras africanas para los genitales femeninos y  masculinos, respectivamente.

 

Un hombre cuyo oficio es el amor aborda la historia de tres hermanos que buscan trabajo. Uno es albañil, otro carpintero y el último tiene un oficio muy particular, ya que es un nsäni, “un orfebre que trabaja mientras los demás hombres duermen”.

 

Al estilo del cabaret y con música de jazz, dos damas vestidas con trajes sastre y sombrero son las narradoras de este cuento de pasión y regocijo. Con su indumentaria masculina, las dos actrices se mueven con gracia en el escenario recreando a los tres hermanos y otros personajes de esta historia de satisfacción sexual.

 

El último cuadro, Las hijas del juez, relata las constantes apuestas que realizan dos hermanas con un hombre que llega a trabajar para su padre y cuya función es representar al honorable juez cuando sale de viaje.

 

En la pieza escénica, las mujeres le ponen varios retos al joven, quien utiliza reflexiones legales para alcanzar, en dos ocasiones, una recompensa de 50 monedas de oro por mantener entretenidas en las noches al par de hermanas.

 

Muriel Richard, Marisol Castillo, Amada Domínguez y Marina Vera componen el elenco encargado de contar las tres historias eróticas que muestran de una manera singular, la visión africana sobre las relaciones que se dan entre hombres y mujeres.

 

En escena, el músico Uzziel García Jacinto toca un tambor y acompaña a las actrices en este viaje por los placeres de la carne y la satisfacción de las necesidades fisiológicas y espirituales.

 

Sergio López y Alberto Prieto realizan la escenografía que cuenta con varios paneles fijos al fondo del escenario, los cuales tienen plasmados algunas fortalezas de color crema.

 

Jesús Jiménez y Marisol Castillo dirigieron esta puesta en escena que apuesta por la sutileza y belleza de los relatos y utiliza el colorido y el baile para completar una atmósfera festiva y sensual.

 

Cuentos eróticos africanos se presenta los martes, a las 20:30 horas, en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

(UOG)

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