El turismo cultural, principal fuente de desarrollo del Siglo XXI

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Los expertos opinan que el nicho
tiene un mercado potencial de
mil millones de personas
en todo el orbe
Foto: Cortesía CONACULTA
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Ciudad de México.- 25 de Enero del 2009.- (CONACULTA) El turismo cultural tiene en la actualidad un público potencial de mil millones de personas en todo el mundo, de ahí la importancia de crear nuevas rutas y contenidos para vincular a las personas de todo el planeta en un conocimiento mutuo.
En lo anterior coincidieron los participantes de las conferencias en torno al tema “Atractivo de los destinos, cultura y turismo”, realizadas en el marco del encuentro Cultura y Turismo: una relación estratégica, que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología e Historia.
Domenico de Massi, uno de los organizadores del Festival de Ravello, en Italia, destacó la importancia de estas celebraciones culturales y tradicionales a nivel local para atraer a visitantes interesados en disfrutar de las diversas expresiones artísticas, además de crear una afluencia de público especializado en cultura.
Mencionó que a lo largo de Italia la figura de los festivales ha permitido promover la gastronomía, las artes, las ciencias, la literatura, sin olvidar la promoción de la riqueza histórica de sus ciudades.
“El Festival de Ravello, organizado cerca de Nápoles, es hoy considerado uno de los cinco encuentros más importantes de Europa, atrayendo a 80 mil visitantes cada año, esto es una muestra del nuevo dinamismo que ha cobrado este turismo basado en el arte y la cultura para el público del siglo XXI”, comentó.
Claire Ellis, directora de Infraestructura e Industria de Turismo de Tasmania, Australia, recordó el desarrollo que en los años recientes ha tenido el puerto Arthur, antigua prisión de esa zona, y que hoy es una parte recreativa que conjuga la historia con atractivos contemporáneos.
“A Australia se le conoce más por su entorno natural, pero pocos saben que también cuenta con un rico patrimonio cultural con una antigüedad de más de 40 mil años”.
Agregó que Puerto Arthur cuenta con 30 edificios que funcionaron como cárcel hasta 1877 y actualmente se ha diseñado una ruta turística con base en los testimonios de investigadores que han creado nuevas interpretaciones históricas del conjunto.
“Esa es la clave moderna del turismo cultural: el crear contenidos con base en la investigación para ofrecer a los visitantes nuevos contextos y temas de interés”.
En su alocución, Genovevo Figueroa, secretario de Turismo de Michoacán, dijo que en los años recientes las instituciones mexicanas encargadas de la cultura han observado con gran interés los modelos de diversos países con respecto a las rutas de turismo cultural que aplican a nivel local.
Afirmó que en Michoacán esta visión que conjuga el pasado con el presente se basa en un proceso de desarrollo sustentable que pone énfasis en el cuidado del patrimonio, además del estímulo a los artesanos que mantienen vivas las tradiciones.
“Michoacán posee edificaciones de gran belleza de la época virreinal, además de un programa de rutas muy atractivas para los visitantes, mismos que han pasado de tres millones 400 mil a casi ocho millones. La aportación al Producto Interno Bruto nacional por parte de la entidad pasó del 7.7 al 8.9 por ciento”, refirió.
Las conclusiones del encuentro fueron dadas a conocer por Rafael Tovar y de Teresa, quien destacó los siguientes tópicos:
* El turismo cultural como factor de desarrollo para las naciones, fenómeno que se ha multiplicado en los años recientes.
* La figura de los festivales debe ser atractiva para atraer visitantes, además de la presencia de la historia como factor primordial para crear nuevos contenidos con una sólida base cultural.
* La diversificación de atractivos turísticos, así como la transversalidad de los programas en este sentido deben ofrecer rutas que recreen la historia y las tradiciones de cada país.
* Es necesario que los países incrementen la inversión en cultura para garantizar la preservación del patrimonio, además de establecer sinergias positivas entre las instituciones y la sociedad civil para potenciar también los recursos tangibles e intangibles.
(HBL)