Autentifican valiosísimos fósiles milenarios decomisados en Monterrey

Este pez del Jurásico forma parte
 del decomiso paleontológico
más importante registrado en
 el país, debido a la calidad
y variedad de los materiales
 Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 21 de Enero del 2009.- (INAH) Restos de mamut, dinosaurio, camello, caballo, tiburón, mastodonte, amonites (moluscos marinos de entre 100 y 60 millones de años de antigüedad), así como trilobites (especies que habitaron hace más de 350 millones de años), peces, rosas del desierto y ámbar, forman parte del decomiso paleontológico más importante registrado en el país, debido a la calidad y variedad de los materiales que lo integran.

 

Las piezas, que se encuentran resguardadas en las instalaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en Monterrey, Nuevo León, forman parte de un lote de 389 fósiles incautados por la Procuraduría General de la República (PGR) en 2006, en un centro comercial del municipio de San Pedro Garza García.

 

‘Mundo Prehistórico’ era el nombre del establecimiento donde se comercializaban este patrimonio cultural, que se anunciaba como “joyas de distinción” para convertir las casas o centros de trabajo en “verdaderos museos paleontológicos”.

 

Ubicada en la calle Humberto Lobo, la tienda exhibía en sus vitrinas fósiles de especies extintas hace más de diez mil años, como los amonites, el mamut o el megalodón (tiburón de más de veinte metros); además los ofertaba mediante anuncios colocados en algunos restaurantes de la ciudad regiomontana y en páginas de Internet.

 

En conferencia de prensa, Joaquín García-Bárcena, presidente del Consejo de Paleontología del INAH, informó que tras la conclusión de la catalogación de las piezas se determinó que hay fósiles del jurásico, es decir, se trata de los ejemplares más antiguos que se ha podido documentar, con una antigüedad de 80 y 100 millones de años.

 

“Entre los fósiles más antiguos destacan los amonites (moluscos marinos), mientras que los de menor temporalidad corresponden a los restos de mamut y dientes de mastodonte, con 10 mil años de antigüedad, correspondientes al pleistoceno”, explicó.

 

Tras haber sido incautado el 21 de marzo de 2006 , el lote de 389  fósiles que quedó bajo custodia del Centro INAH-Nuevo León, para dar paso a su registro, autentificación y catalogación, que expertos del INAH lograron concluir tras cerca de tres años de trabajo.

 

El paleontólogo García-Bárcena destacó que esta labor ha permitido incrementar la información sobre los cambios que ha tenido geografía de la región. “Por ejemplo se ha determinado que hubo mar en lo que hoy es llanura”.

 

El proceso de autentificación de los fósiles, por expertos del INAH, se hizo a partir de normas internacionales en la materia que permiten determinar qué tipo de especie vivió en cada periodo geológico.

 

Asimismo, mediante el análisis y comparación de los sedimentos con capas estratigráficas, se pudo precisar a que parte del mundo corresponde cada fósil. Mientras que con estudios de la morfología (tamaño, forma) se confirmó que corresponden a especies prehistóricas.

 

De acuerdo con Felisa Aguilar Arellano, paleontóloga investigadora del Instituto, los restos de dinosaurio podrían provenir de Coahuila o Chihuahua; las placas con peces, de Nuevo León; los dientes de tiburón, de Baja California y los restos de mamíferos (mamut y mastodonte), del noreste de México”.

 

El lote de fósiles está conformado por 27 piezas de trilobites (artrópodos), 119 cefalópodos (amonítidos), 161 gasterópodos, tres pelecípodos, cuatro placas de belemnites, (seres invertebrados como los moluscos y caracoles); así como 31 peces (completos y fragmentados), 14 dientes de tiburones, seis dientes de caballos y uno más de camello, así como una defensa de mastodonte.

 

Nueve fragmentos óseos de dinosaurios, un molar de mamut, ocho piezas de ámbar con insectos, tres rosas del desierto (formaciones minerales) y una concreción.

 

A partir de esta revisión y del peritaje que realizó la PGR en el momento del decomiso, se pudo establecer que la mayoría del material decomisado proviene de los estados como Coahuila, Chihuahua y Nuevo León.

 

Peritos especialistas realizaron algunas pruebas químicas con ácido clorhídrico para corroborar la autenticidad de las piezas, no obstante que varias piezas habían sido trabajadas con resinas para darles brillo y apariencia de esculturas.

 

Situación que, de acuerdo con la paleontóloga, afectó las muestras para futuros estudios, toda vez que ya no es posible datarlas porque el material está contaminado y alterado.

 

Héctor Jaime Treviño Villarreal, director del Centro INAH Nuevo León-Coahuila, reconoció que esta incautación es por mucho la más importante en materia paleontológica en todo el país.

 

“Es uno de los decomisos más relevantes en los últimos años en la historia del Instituto, en materia paleontológica”, indicó tras reconocer que este decomiso cimbró a la sociedad regiomontana y nuevoleonesa, ya que a partir de ese momento se incrementaron las denuncias en contra de personas que comercializan con este patrimonio cultural.

 

Dijo que actualmente se tienen iniciadas otras denuncias ante la PGR por el delito de violación a la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, que en los Capítulos III y VI, artículos 29 y 49  tipifica como ilegal la posesión, exhibición y venta de piezas paleontológicas y arqueológicas.

 

A su vez, la paleontóloga Felisa Aguilar reconoció que esta incautación sirvió, además, para  informar a la población sobre la importancia que tienen la conservación y resguardo de los fósiles, porque también forman parte del patrimonio nacional y no deben ser vendidos.

 

“Hemos estado haciendo llamados a la ciudadanía para que reporten este tipo de ilícitos, pero también para que los particulares que tienen colecciones las registren ante el INAH”, apuntó Treviño Villarreal.

 

“No estamos en contra de que la gente tenga estas colecciones de manera particular, pero queremos que las registren, esto no es con un afán persecutorio, sino de crear conciencia”, indicó.

 

Las piezas serán sometidas a diferentes procesos de investigación por parte del Consejo de Paleontología para tener mayor información sobre los ambientes y épocas en los que estos seres se desarrollaron.

 

Cabe señalar que con estas piezas el INAH preparará una exposición itinerante, para que el público de los diferentes estados del país pueda apreciar este material paleontológico.

 

La historia detrás de los fósiles

Acompañados con un certificado apócrifo, pulidos cual esculturas, abrillantados y puestos en bases de madera con placas grabadas donde se informaba del nombre científico del fósil y su antigüedad, era como se presentaban estás “joyas”, en la tienda ‘Mundo Prehistórico’, donde se vendían entre 60 y 300  mil pesos.

 

El 21 de marzo del 2006, el negocio ilícito llegó a su fin, luego de que personal de Agencia Federal de Investigación (AFI) realizó un operativo en el citado establecimiento donde fueron aseguradas las cerca de 400 piezas paleontológicas.

 

La acción se efectuó en cumplimiento a la orden de cateo girada por el Primer Tribunal Unitario del Cuarto Distrito, en atención a una denuncia interpuesta por el INAH ante el Ministerio Público de la ciudad de Monterrey, tras conocer, por particulares, la existencia de esta tienda y la venta de fósiles.

 

Carlos De la Peña Sandoval, administrador del Centro INAH Nuevo León, refirió que fue en el 2005 cuando se acercó al Instituto un particular para preguntar sobre la autenticidad de un fósil de más 350 millones de años de antigüedad, que acababa de adquirir en un centro comercial.

 

Al realizar los estudios pertinentes, se descubrió que los fósiles eran auténticos, por lo que el INAH inmediatamente tomó acciones para evitar la venta de este tipo de patrimonio cultural e histórico del país.

 

Para ello se interpuso una denuncia por el delito de violación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en contra de los dueños de la tienda ‘Mundo Prehistórico’, iniciándose así la averiguación previa que derivó en el cateo y consiguiente aseguramiento de las 389 piezas paleontológicas.

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