Ya circula el libro “Jardín de Francia” de Elena Poniatowska

En el libro la autora reúne
 amenas e interesantes
conversaciones con personajes
 importantes de la vida
 cultural en la Francia
de la posguerra
Foto: Cortesía FCE

Ciudad de México.- 10 de Enero del 2009.- Elena Poniatowska, una de las más importantes periodistas y escritoras de los últimos 50 años, pasó del país galo a México cuando era niña, y sus ires y venires le permitieron charlas con personajes de la cultura del país europeo, que ahora vertió en su nuevo libro "Jardín de Francia".

En el libro de reciente aparición, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en versión rústica y de tapa dura, la autora reúne amenas e interesantes conversaciones con personajes importantes de la vida cultural en la Francia de la posguerra, entre ellos muchos amigos y conocidos de André Poniatowski, su abuelo.

Con estas entrevistas, dice la escritora, "crecieron flores en mi cabeza y me abrí a la vida y a preguntarme qué diablos iba yo a hacer en esta gran aventura en la que todos tenemos una razón de ser. No intuí que seguiría preguntando toda mi vida para saber de qué se trata, por qué y para qué estamos aquí".

Poniatowska también se cuestionaba con regular frecuencia "por qué somos tan distintos y sin embargo tan iguales". Hoy, sostiene, "sigo haciéndome las mismas preguntas y sigo buscando la respuesta. Ojalá estos artículos hechos en los años 50 tengan algo del jardín que es Francia".

Las crónicas y entrevistas que adornan este "Jardín de Francia", escritos a partir de 1953, son una pequeña muestra de la gran influencia que ha tenido aquel país no sólo en la obra de Poniatowska en particular, sino en la vida de México y el devenir de Occidente en general.

Incluye crónicas que recorren las costumbres parisinas, sus cafés y teatros, y que dan cuenta del vasto panorama de la literatura, ciencia y música, entre otros muchos temas que desde niña y hasta su edad madura, pasando por una interesante y culta adolescencia y edad adulta, han subyugado a la autora.

Durante sus estancias en París, Poniatowska recorre sus calles y escucha las conversaciones de sus habitantes, al tiempo que reseña con humor y conocimiento cada detalle de los días cotidianos de la Ciudad Luz. Los personajes son disímbolos y cada uno aporta algo a la cultura general.

Por los corredores de este jardín pueden verse la ironía desencantada de Eugene Ionesco; los enormes baños de las casas de París; monjas en bicicleta; el fenómeno de la novela "Buenos días, tristeza"; la lucidez militante de André Malraux; el mundo cinematográfico de Georges Sadoul y las niñas escritoras de los 50.

Igualmente, el existencialismo y hasta los célebres cafés donde se crearon las grandes teorías filosóficas.

En fin, son textos que hablan de la amistad intelectual y artística de Francia y México en los últimos 50 años, vistos a través de la certera prosa de Elena Poniatowska.

(Notimex)

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