Risas y música en vivo en la tradicional “Pastorela Barroca” del Ex-Convento de Churubusco

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Acompañada por música
mexicana barroca a cargo
del 'Quinteto de la Ciudad
de México', esta obra es
una buena opción para iniciar
las veladas decembrinas
Foto: Cortesía Sitio Oficial
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Ciudad de México.- 18 de Diciembre del 2008.- (CONACULTA) Con origen en la Colonia, las pastorelas fueron un punto clave durante la evangelización de los frailes españoles a finales del siglo XVI para convertir a los indios a la religión católica. Sin embargo, diversos dioses mexicas, como Tláloc y Huitzilopochtli, subsistieron de manera simbólica en este tipo representaciones teatrales por medio de los colores azul, morado y naranja de las vestimentas de los pastores.
Actualmente estas manifestaciones se han convertido en parte importante de la cultura mexicana, es por eso que el Museo Nacional de las Intervenciones (MNI) realiza su tradicional Pastorela Barroca, escrita y dirigida por el dramaturgo Tito Dreinhüffer, que se lleva a cabo desde hace 14 años.
La representación teatral que tiene como escenario el ex convento de Nuestra Señora de los Ángeles de Churubusco, se realiza al aire libre todas las noches desde el 12 y hasta el 23 de diciembre, en el huerto del conjunto conventual.
Entre villancicos, los asistentes pueden disfrutar de la pastorela que narra el peregrinaje de artesanos mexicanos para ver al Niño Jesús, quienes en el camino se encuentran con Luzbella –Mónica Pavón– y dos diablos, que tratan de engañarlos vistiéndose de hermosas jóvenes y guapos caballeros.
El Arcángel Miguel –Salvador Hurtado– trata de ayudarlos y para ello manda a Sor Juana Inés de la Cruz –interpretada por Lucía Guilmain– para que los guíe en su camino, pero algo inesperado ocurre…
En lugar de tradicionales pastores, esta obra incorpora a artesanos mexicanos que, durante la obra, realizan flores de papel crepé, jarros y vasijas de barro, bordado de rebozos y tallado de madera, elementos propios del arte popular mexicano.
Con la participación de 26 actores, la representación transcurre entre risas y música barroca en vivo, interpretada por el Quinteto de la Ciudad de México y por los maestros Miguel Amín al violín y Norma Villarreal a la flauta (del Grupo Ars Antiqua).
Jorongos, huipiles y faldones adornados con figuras doradas sobre telas teñidas a mano, en colores morado, azul y naranja, conforman el vestuario de la peculiar pastorela. La escenografía montada en el huerto del museo consta de dos rostros coloridos de Lucifer que miden dos por dos metros –que simulan la entrada al infierno– y un sinnúmero de macetas con flores de nochebuena.
Antes de disfrutar de la Pastorela Barroca, que da inicio a las 20:00 horas, el espectador puede visitar las salas del espacio museístico, que narran las intervenciones armadas vividas por nuestro país desde la mitad del siglo XVIII hasta las primeras décadas del XX.
El recinto se divide en diversas salas con temáticas como: la Independencia, la Intervención española de 1829; la Guerra de los pasteles de 1838; la Invasión Norteamericana de 1846 a 1848; la Intervención Francesa de 1862 a 1867; la República Restaurada; el Porfiriato; la Revolución; la Intervención Norteamericana de 1914 a 1916 y, finalmente, una sala titulada Colección de Churubusco.
El Museo Nacional de las Intervenciones se ubica en la calle 20 de Agosto y General Anaya, en la Colonia San Diego Churubusco, Delegación Coyoacán, y abre de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas. Mayor información sobre la pastorela y los recorridos en el museo a los teléfonos 56 04 06 99 y 56 36 99.