¿Tecnología para todos?

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-¿Tecnología para todos?
-La Sociedad de la Información
-La nueva ola globalizadora

    Un nuevo concepto va apropiándose de nuestras vidas, apoderándose de éstas al sumergirnos en la Sociedad de la Información. Hoy en día marchas, reuniones y hasta motines van fraguándose gracias a los envíos masivos de SMS.
    La realidad virtual ha configurado también un alter ego de esta sociedad consumista, Face Book y otros portales parecen conducir a Nirvana, mientras que los blogs de muchas partes del mundo tienen más seguidores que el propio New York Times.
    Gracias a esos blogs espontáneos somos testigos  virtuales de los acontecimientos que traspasan las fronteras geográficas, desde Irak un joven narró en su blog la invasión de Irak y los días posteriores.
    Captar las imágenes desde el celular es  otro hito, enviarlas de forma instantánea, masificarlas, subirlas a la red, permite volvernos asiduos  fotógrafos de nuestro diario acontecer.
    No se conocen barreras. De hecho la red más universal de todas se dinamiza con innovadoras páginas web buscando ofrecer a los internautas sorpresas que los atrapen y los hagan nuevos fanáticos y seguidores.
    Hay una web que en esta Sociedad de la Información ofrece servicios de seguridad virtual para  todos los documentos personales.
    En keepyousafe.com, el usuario puede escanear y cargar todos sus documentos importantes, además de guardar números de contacto en una caja de seguridad virtual protegida con seguridad electrónica de categoría militar.
    El atractivo de esta página es que se ofrece de forma gratuita a los usuarios  que pueden tener acceso a su cuenta y por tanto sus documentos escaneados las 24 horas del día y los 365 días del año.
A COLACIÓN
Con el avance tecnológico ha sucedido lo que tanto se temía: que millones de seres humanos sigan fuera de la segunda globalización, y puedan perder el tren de la nueva ola que analiza el Banco Mundial rumbo al 2030.
El freno momentáneo es el de una cuestión de ingreso, poder adquisitivo, escasa efectividad en la democratización del bolsillo, y de niveles de bienestar.
El acceso al bienestar hoy en día no es el del modelo de la década de los  setenta de índices de alfabetización, salud-vacunas, índices de natalidad, mortandad y dotación de alcantarillado y alumbrado.
Pocas veces, con la velocidad, el ritmo al que nos movemos diariamente, reparamos en analizar que no todos estamos metidos en la Sociedad de la Información, y que hay más personas en el mundo sin computadora, Internet y teléfono celular de lo que imaginamos.
Por ende, el desenfreno de la globalización añade otras connotaciones básicas a los indicadores del desarrollo: ya no es únicamente cuestión de saber leer y escribir, y vivir hasta los 75 años, sino de formar parte de la Sociedad de la Información. Estar incluido.
Y es que hablamos de excluidos cuando la gente es dejada fuera del desarrollo, sea de forma deliberada o no por los planes del gobierno o la iniciativa privada; Por ejemplo, una buena parte de África está excluida de la Sociedad de la Información no porque no haya dinero en el continente o en el resto del mundo, más bien las políticas internas derrochan el dinero en corrupción y clientelismo, mientras que el resto del mundo industrializado prefiere gastarlo en programas militares.
A la par, millones de seres humanos viven marginados de la  tecnología, no suman al momento de la elaboración de programas y presupuestos y viven permanentemente ignorados, desatendidos de las políticas públicas. Son una dolorosa omisión.
En México, ¿Cuántos tarahumaras en Chihuahua utilizan un celular para comunicarse con sus familiares?  ¿O envían un SMS para convocar a una reunión o saludar a un amigo? En África, ¿Cuántos pigmeos en Uganda estudian con una computadora? En Brasil, ¿Cuántas comunidades de indígenas usan Internet?.
SERPIENTES Y ESCALERAS
De acuerdo con la Conferencia de la ONU para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), a finales del 2005 había en el mundo cerca de 2 mil 171 millones de usuarios de telefonía móvil (el 40% en Asia).
En el caso de las computadoras y el Internet las estadísticas encuentran más dificultades para dar a conocer cifras confiables, por lo que algunos organismos han elaborado un “Índice de Oportunidad Digital”, para medir la facilidad de acceso de los ciudadanos de cada país a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Este indicador es usado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la UNCTAD.
Con un valor medio mundial de 0.37, el índice puede variar del cero, que supone un acceso nulo a cualquier servicio de telecomunicaciones, al uno, que correspondería a un país donde las TIC son totalmente accesibles, tanto por disponibilidad como por precio.
La UIT señala que a finales del 2005 más de 888 millones de personas en el mundo tienen acceso a Internet desde sus hogares: América del Norte es la región del mundo con más cibernautas, seguido por Europa, América Latina, Asia, Medio Oriente y África.
Específicamente para México, el INEGI indica un total de 28.6 millones de usuarios de computadora, la mayoría son mujeres.
Las cifras de la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, señalan que en el último año ocho de cada 10 nuevos usuarios fueron del sexo femenino.
En tanto que una quinta parte de los hogares cuentan con una computadora, cifra significativamente inferior a la de los países de la OCDE.
Para los usuarios de Internet, el INEGI, contabiliza a 18.7 millones de personas.
Entonces tenemos que el uso del celular se encuentra más “masificado” (le pongo con comillas a propósito) respecto del uso de la computadora y el Internet, un punto de crucial preocupación sobre todo porque el no uso, el nulo aprendizaje para defenderse con el hardware, el software y el Internet, dejan como lastre una nueva generación de discapacitados de la Sociedad de la Información que por no saber usar las modernas técnicas y herramientas quedan discriminados laboralmente e imposibilitados para buscar una mejoría económica y social.
Tan altos son los signos de alarma, que ha surgido para el mundo en desarrollo una computadora por 100 dólares con manivela, presentada hace un año en Davos, Suiza como la panacea para los excluidos y marginados de la Sociedad de la Información.
Algunos críticos le llaman “juguete”  que no resuelve ningún problema y que servirá para sacarles dinero a los gobiernos de los países con desarrollo desigual y para la foto del presidente en turno llevando seudo-computadoras para justificar la preocupación por los pobres.

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