Geithner en el Tesoro de EUA

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Geithner en el Tesoro de EUA
-Summers reforzar el equipo
-Irizar y Navair, presencia en México

Con la cartera económica definida, Barack Obama, presidente electo de Estados Unidos, apresura  a delinear  un programa  de impulso fiscal, estímulo del empleo y reinyección de recursos a diversas industrias fundamentales para reactivar a la economía estadounidense.
    El próximo 20 de enero, la toma de posesión tendrá todos los reflectores globales puestos encima, a la vera de conocer los lineamientos económicos, financieros y fiscales que serán propuestos por Obama y su gabinete y cuya aplicación deberá pasar por el respaldo del Congreso en un tiempo clave como febrero cuando se vota el presupuesto del nuevo ejercicio fiscal, en este caso para 2010.
    Recordemos que, en febrero de este año, el presidente George. W. Busch envió al Congreso el presupuesto para 2009 que entró en vigor el pasado mes de octubre cuando inició el ejercicio fiscal para dicho año.
    Se trata de un presupuesto polémico que sigue dando más recursos a defensa y armamento al aumentar un  5% el gasto militar, en tanto recorta los gastos sociales, afectando principalmente el rubro de la cobertura médica.
    La reducción de las ayudas en el Medicare y el descontento entre la población estadounidense al respecto, se reflejaron en los debates entre Barack Obama y John McCain.
    Ahora con la composición del Congreso en su mayoría demócrata se antoja un respaldo en febrero próximo a las políticas  para reactivar a la economía estadounidense.
    De hecho, la presentación del equipo económico del presidente electo fue recibida con agrado, se trata sobre todo de restaurar la confianza en las instituciones y su capacidad de respuesta.
    Primordialmente el equipo pasará por una  dura prueba antes de que amaine la crisis. De hecho, Obama se inspira en los tiempos de Abraham Lincoln y revisa minuciosamente las políticas instrumentadas por Franklin Delano Roosevelt, Herbert C. Hoover y Dwight D. Eisenhower, presidentes en distintas etapas, durante un periodo crucial para Estados Unidos y el mundo.
A COLACIÓN
    Gabinete económico redondo:  Timothy Geithner, secretario del Tesoro,  Lawrence Summers, en la Dirección del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca;  Peter Orszag, director de Presupuestos; Christina Romer, en la Dirección del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca; y Melody Barnes, en la Dirección del Consejo de Política Doméstica.
    Además, Obama anunció la creación del Consejo Asesor para la Recuperación Económica, órgano que estará presidido por Paul Volcker.
    Al contratar a  Geithner y Volcker y contar de su lado con el apoyo de Warren Buffet como interlocutor con el gran capital, la intención es la de mandar señalas claras a los mercados y sus participantes a favor de la calma,  reducir la especulación y la volatilidad por medio de expectativas claras y objetivos a cumplir.
    El respaldo para los inversionistas es importante, para el gran capital el mensaje es la continuidad del libre mercado.
    Bajo la experiencia de Geithner se recurrirá a viejas fórmulas para resucitar de la crisis, como la austeridad en el presupuesto, nuevos y severos ajustes aprendidos y aplicados durante el ejercicio de Geithner en el Fondo Monetario Internacional.
    Un dato interesante: este joven de 47 años que estará al frente del Tesoro, habla perfectamente chino y japonés y su abuelo materno, Charles F. Moore, fue consejero del presidente Eisenhower y fungió como vicepresidente de Ford Motor Company.
    Precisamente uno de los primeros desafíos del presidente Obama y de su equipo será apuntalar a la industria automotriz, tras la explosión de la crisis en General Motors que tampoco es ajena a las otras empresas fabricantes, como Chrysler y Ford.
    Por no olvidar que en general la economía estadounidense reportará un muy mal primer trimestre en 2009 y habrá que actuar rápidamente contra el estancamiento económico, el aumento del desempleo y el control de los precios reflejándose en la inflación, lo que en simples y llanas palabras económicas remitiría a Estados Unidos en una estanflación.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    Hablando de estanflación, España es otro país que apunta a dicho camino, lo que obliga al presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha realizar acciones inmediatas.
    También en el país ibérico hay una parálisis el sector automotriz, los fabricantes recurren al paro técnico y a los despidos masivos que no puede contener la intervención del gobierno en plantas subsidiarias de fabricantes extranjeros que no hacen más que acatar los recortes ordenados desde la casa matriz.
    El martes, Miguel Sebastián, ministro de Industria, Comercio y Turismo anunció que  en enero presentará un plan integral para la industria de la automoción. Como si los tiempos estuvieran para esperar.
    Otro sector bastante afectado es el constructor, la burbuja inmobiliaria reventó llevándose por delante a colosos como Martinsa-Fadesa, una de esas empresas con tentáculos en México, que desde septiembre del 2007 dio a conocer su expansión con inversiones multimillonarias en Loreto, Baja California Sur; otras más en la Costa del Pacífico; en Guadalajara, Jalisco; y  San Miguel de Allende, Guanajuato.
    Mientras los  planes se quedan a medias, en medio de la crisis, justo cuando el llamado a los empresarios es a no recortar empleos más bien a realizar esfuerzos para conservarlos a fin de  favorecer la recuperación, otras empresas españolas como Irizar y Navair siguen perfilando sus negocios en México.
    Irizar, es una empresa vasca, dedicada a la fabricación de autocares, esto es autobuses, es la primera en España y la segunda en Europa.
    Forma parte del Grupo Mondragón Corporación Cooperativa y tiene presencia en México desde   1999.
    Recientemente Irizar obtuvo  un contrato anunciado en España “como el mayor contrato en su historia” para suministrar a Estrella Blanca un total de 600 autobuses de lujo en los próximos dos años, mismos que serán fabricados en la planta de Querétaro.
    Es una buena noticia dentro de tantas malas porque la planta de Querétaro está trabajando bien, el año pasado duplicó su capacidad y ello por principio de cuentas se traduce en trabajo.
    Otra española en México es Navair, una empresa andaluza de aeronáutica y componentes eléctricos que facturó hasta octubre pasado 6 millones de euros.
    Navair  inauguró una subsidiaria en Cerro Colorado, Querétaro, en esta primera fase dará empleo a 50 personas para duplicar la plantilla en 2009. La meta es construir un potente polo aeronáutico en la región.
    

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