Las máscaras que hacen en la
región son producto de una gran
labor artística y son ya
toda una tradición
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Gregorio Martínez M./Azteca 21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 12 de noviembre de 2008. Después de tan reparador almuerzo y de instalarnos en un cuarto, descansamos un rato y hablamos de temas varios en un balcón con una vista panorámica de la planicie tempoalense. Por cierto, en un momento dado pasó una cuadrilla de la policía montada estatal. Y es que, más tarde, en la calle 5 de febrero, frente al Palacio Municipal, una persona me dijo, ante mi comentario de que había mucha gente, “y esto no es nada, el año pasado había más, no se podía ni caminar, pero, por lo de Morelia, muchas personas de aquí y de las comunidades no vinieron a la plaza…”. En efecto, había mucha seguridad, muchos policías y control en los accesos a la plaza pública.
Pero ese sábado 1 de noviembre a media tarde escuchábamos sones de comparsas que el profesor Paulino puso en un reproductor de discos compactos, como los anunciaban, pude anotar algunos títulos: “Los frijolitos pintos”, “El apuntón”, “La media naranja”, “Los comanches”, “El llorón”… Así, con un paisaje verde esplendoroso y música tradicional de fondo, José Luis Lemus del Ángel me platicó algunas cosas sobre Tempoal y su Fiesta de Muertos.
José Luis Lemus del Ángel, un
enamorado de Tempoal, de sus
tradiciones y de su Fiesta de Muertos
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21
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“Las tradiciones de la huasteca veracruzana se caracterizan por festejar el Día de Muertos. En Tempoal tenemos la creencia de que los muertos nos vienen a visitar y nosotros, para recibirlos, preparamos un arco, que se adorna con flores de cempasúchil; también les preparamos lo que les gustaba de comer y beber; hacemos un incienso, que está compuesto de copal y madera, para llamar a los muertos y ahuyentar a los malos espíritus, principalmente el 31 de octubre, que se festeja a los niños difuntos y se hace un camino en el recorrido para que los muertos entren a nuestras casas y recibirlos con todo el cariño que se les tenía en vida, más que nada esto es lo que hacemos en el Día de los Muertos, entonces el día 31 y el día primero de noviembre festejamos a los fieles difuntos, pero el primero a todos los muertos en general.
“Para nosotros esta fiesta representa, primero que nada, recordar a nuestros muertos; en segundo lugar, esta festividad es un punto de encuentro en nuestro municipio, pues los que vivimos en Tempoal lo tenemos arraigado y los que han tenido la necesidad de irse a trabajar a otras partes, que es la principal causa de que la gente salga de aquí, pues regresan, así el Día de los Muertos es un punto de encuentro para los tempoalenses, para que los que están fuera regresen a festejar este día, que es la fiesta principal de Tempoal, Veracruz.
“Prácticamente, la mayoría de la población del municipio de Tempoal es católica, por ello, todo esto del Día de los Muertos es una tradición mestiza, de los indígenas y los españoles, el Xantolo [se pronuncia Shantolo], pero la Semana Santa también es otro punto de encuentro, que es cuando vienen los tempoalenses radicados en la frontera, en otros estados o en Estados Unidos, regresan a pasar estas fechas, y también en diciembre, en las fiestas de fin de año; entonces éstas son las tres fiestas principales de Tempoal.
“La ganadería es la actividad principal de Tempoal, entonces de ahí se deriva una rica gastronomía, por ejemplo aquí se prepara un platillo favorito de los tempoalenses y de esta región, el zacahuil, que es un tamal grande hecho a base de grano de maíz, de carne, de pollo o de cerdo; otro producto de Tempoal es el queso, nos caracterizamos por el queso de bola, fabricado aquí, y la carne de res es muy rica, la cecina –como bien lo dice el huapango–, las enchiladas de chile verde o rojo, y el río Tempoal o Moctezuma es otro atractivo para los visitantes.
“Por el Día de los Muertos, se han formado varios talladores de madera, muy buenos, a pesar de que son empíricos, se ha hecho ya una tradición y las máscaras que hacen son producto de una gran labor artística; también la cestería, hay comunidades de Tempoal donde se fabrican petates, cestos, abanicos… Entonces esto también forma parte de la economía local.
“Además, Tempoal es rico en diversidad cultural, pues tenemos lo que son los huastecos y los ‘mexicanos’ [que hablan una variante de la lengua náhuatl, me explicó], por eso quiero invitar a todos nuestros paisanos de toda la República Mexicana a que vengan a conocer Tempoal, que es prácticamente el centro de la huasteca veracruzana, donde se ríe, se baila y se llora con la muerte en estos días de Xantolo…
“Efectivamente, el huapango también forma parte de nuestra tradición, antes, en las bodas, el baile popular era el huapango, pues hay buenos huapangueros en toda la huasteca veracruzana, y en Tempoal también hay grupos de huapango. Se empieza a tratar de rescatar esta tradición del huapango, de esta gente que se acompaña del violín, de la jarana y de la quinta huapanguera para manifestar sus sentires, de hecho yo quisiera organizar una huapangueada, como se hace en otros municipios de la región, incluso de aquí han salido también buenos trovadores, cuyos principales maestros ha sido gente de Pánuco, Veracruz”.
Hasta aquí la charla con José Luis, pues ya era tiempo de acudir al Centro de Tempoal a admirar las famosas comparsas de enmascarados, tan representativas de este municipio veracruzano. Y hacia allá nos dirigimos…
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