
Montan altar de origen nahua o “Tlajtlalia Xantolo”, de Chicontepec, Veracruz, en la región huasteca
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Resaltan las diferentes especies de
flores utilizadas para adornar altares,
tales como cempasúchitl, mano
de león y la flor blanca
tradicional de la zona
Foto: Cortesía INAH
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Ciudad de México.- 27 de Octubre del 2008.- (INAH) Como ya es una tradición, año con año, las almas de aquellas personas que nos dejaron hace tiempo llegan al Museo Nacional de Antropología (MNA) por medio de la tradicional ofrenda de Día de Muertos. En esta ocasión toca el turno al altar de origen nahua, o Tlajtlalia Xantolo, dedicada a Todos los Santos, proveniente del municipio de Chicontepec, Veracruz, en la región huasteca.
Uno de los aspectos que resaltan de esta ofrenda es que todos los elementos que la componen proceden de Chicontepec, con el objetivo de darle realismo y, al mismo tiempo, adherirse lo más posible a la tradición y rituales que hasta hoy se practican en la región. Será inaugurada este martes 28 de octubre a las 13:00 horas.
Entre los elementos resaltan las distintas especies de flores utilizadas para el adorno de altares, tales como cempasúchitl, mano de león y la flor blanca tradicional de la zona. Se complementa con platillos como el pascale, hecho con frijol negro mezclado con ajonjolí y hierbabuena, además de frutas y tamales típicos de esa parte de Veracruz.
En entrevista, Lourdes Báez Cubero, investigadora de la Subdirección de Etnografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó que la región huasteca mantiene vigentes muchos de sus rituales y tradiciones, relacionados a la actividad agrícola; en el caso de los nahuas de este municipio, sobresale un panteón dedicado a sus deidades prehispánicas, las cuales se representan en papel picado para ornamentar sus altares.
Este año, tanto el altar como la ofrenda estarán dedicados a la memoria de los investigadores del INAH, Margarita Nolasco y Fernando Cámara Barbachano, no sólo por sus aportes académicos, también por los lazos amistosos que crearon con innumerables colegas y amigos.
Los organizadores construyeron una réplica de las viviendas típicas de Chicontepec, en la que se montó un altar formado por dos grandes arcos que servirán de introducción a la ofrenda. En la tradición nahua de la región huasteca, los festejos inician con un mes de anticipación, dando comienzo el 29 de septiembre con una primera invitación a los muertos para que no olviden llegar los días 1 y 2 de noviembre. Posteriormente, otra ofrenda se monta el 18 de octubre como segundo recordatorio a los fieles difuntos. El día 30 comienza la construcción del altar y dos días después dan inicio los rituales y festejos, tanto para las almas infantiles como adultas.
Una vez que concluyen las celebraciones del 1 y 2 de noviembre, se da paso a la despedida de los difuntos. La primera de ellas se lleva a cabo el día 9 y la última se verifica el día 30, al interior de los panteones, donde descansarán otro año.
Chamanes de la región estarán en el MNA para realizar los tradicionales rituales que enmarcan los festejos y dar la bienvenida en lengua nahua a los muertos, además de la representación de danzas típicas de Chicontepec, entre las que destaca la conocida danza de los viejitos o huehuemes, manifestación que hasta la fecha persiste.