Se reúnen artesanos en Tepoztlán, Morelos, en el I Encuentro de Laudería Mexicana

Encuentro tiene como fin transmitir
de manera didáctica los
conocimientos sobre un antiguo
arte, parte esencial en la vida
tradicional del músico de campo
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 30 de Septiembre del 2008.- (INAH) Artesanos del sonido, creadores de instrumentos de cuerda emanados de los olores de la tierra: cedro, mango, guanacaxtle, caoba, ébano, naranjillo, se reúnen del 27 de septiembre al 11 de octubre en el Museo Ex Convento de Tepoztlán, Morelos, para realizar el Primer Encuentro de Laudería Mexicana.

Siempre a la sombra de la música, como se definen ellos mismos, contarán por dos semanas con un espacio para compartir experiencias, dialogar, conocerse y, sobre todo, difundir y transmitir de manera didáctica sus conocimientos sobre la laudería, el arte de fabricación de instrumentos musicales, que es poco reconocido dentro del triángulo musical (compositor, intérprete y laudero), pero parte fundamental en la vida tradicional del músico de campo.

Marcela Tostado, directora del Museo Ex Convento de Tepoztlán, reconoció que para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y para el propio recinto es un privilegio difundir el arte de la laudería y recibir en ese inmueble del siglo XVI una exposición temporal de instrumentos de cuerda elaborados por 28 lauderos independientes y participantes del encuentro.

Abundó en que la composición es fundamental, como también lo es la interpretación del músico y de un tercer elemento, —que generalmente pasa desapercibido­— la calidad del instrumento que se ejecuta; entonces lo que se pretende con esta actividad es mostrar al público este arte que tiene un importancia relevante de la música tanto clásica como contemporánea.

            Montada en la sala de exposiciones temporales del museo, la exhibición da cuenta del trabajo artesanal de los lauderos Edith Barrenas, Lorena Beverido, Ricardo Cano González, Waltraud Engelmayr, entre otros  participantes del encuentro, creadores de instrumentos como violines, guitarras y violonchelos.

Protagonistas de la música y acompañados sólo por el diferente sonido que emiten sus cuerdas, los instrumentos musicales alientan a los visitantes a descubrir qué hay detrás de su elaboración.

Cortar la madera, dibujar sobre el tronco una plantilla de guitarra, violín o violonchelo, y ahuecar la madera con machetes o gubias es el trabajo que todas las tardes realizan los músicos tradicionales del campo: los lauderos, hasta lograr la fabricación de un instrumento con sonido único.

“Cuando vas trabajando tu instrumento sientes la cercanía que la música tiene con el campo, cada raspada te recuerda los olores de la comida: café, mole, aguacate, almendra; evocas tu vida, la de tus padres y la de tus abuelos”, recordó Oscar Millán, laudero  veracruzano y director de Grupo Zarambeque, que inauguró con un concierto las actividades del evento.

Con música tradicional contemporánea, es decir, son jarocho y música huasteca con tintes de rock y jazz, Zarambeque realizó un viaje en el refectorio del Museo Ex Convento de Tepoztlán. Las notas de sones como Un trocito, Mira, Las palomas, y danzas como María, trasladaron a los asistentes en el tiempo con el requinto jarocho, la jarana y el zapateado, instrumentos utilizados por los músicos de las rancherías desde hace 250 años.

Ernesto Ramírez, coordinador del Encuentro de Laudería Mexicana, señaló que el oficio de laudero es un trabajo que regularmente se lleva en el aislamiento, la soledad y reflexión, sin embargo el evento es una oportunidad de analizar la condición en la que se encuentra este arte y para dónde va, además será la oportunidad de fortalecer al gremio.

“Era un espacio necesario, porque el gremio había estado descuidado por mucho tiempo y hoy tenemos la oportunidad de mostrar que la laudería es cultura”, apuntó el laudero con residencia en Tepoztlán.

Por su parte, la directora del museo añadió que este evento también contribuirá a la formación del rompecabezas que representó la adopción del violín en las comunidades indígenas, toda vez que es el instrumento más antiguo que llegó a la Nueva España hace más de 400 años y del cual se ha estudiado poco.

El programa del evento contempla conferencias, mesas redondas, sobre los antecedentes de la laudería y su condición actual; así como proyección de videos, conciertos y talleres de laudería, donde el público asistente podrá acercarse gratuitamente a la laudería, la música y la cultura.

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