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Cartel de la película, donde
quizá lo más rescatable
sea su intento de mostrar
que se puede hacer un
cine de calidad y de
mensajes positivos
Foto: Cortesía Sitio Oficial
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 18 de septiembre de 2008. El sábado 6 acudí a la premier de “Véritas, el príncipe de la verdad” (México-Estados Unidos, 2006), en el Cinema Lumiere ubicado en el Centro Cultural Telmex, a las diez de la mañana. En honor al título del filme, sí me gustó, no tanto por la historia en sí, sino más bien por su honestidad –con todo lo que implica esta palabra, tan alejada de la vida y la mente de muchas personas–.
La historia se centra en un adolescente llamado Juan, quien vive con su madre y es un fanático de un cómic y no acepta que éste llegue a su fin, por lo que con ayuda de su mejor amigo, Mario, acude a votar a una biblioteca pública en Estados Unidos para que no termine. Además, el héroe, “Véritas”, sale del limbo de las historietas e ingresa al mundo real para solicitar la ayuda de su imberbe lector, a fin de luchar contra su rival, “Némesis”.
Así, en una afortunada imbricación de ficción y realidad, se van sucediendo las aventuras de “Véritas” y de sus cuasi infantiles amigos, a los que se agrega la madre de Juan, una mujer joven, guapa y compasiva que recoge en su hogar a cuanto animal abandonado se encuentra en su camino. Juntos hacen todo lo que está a su alcance para localizar al dibujante y creador del cómic, quien también padece los efectos de la irreal ficción.
Al final, logran vencer a “Némesis” y, así, que el cómic se siga editando, aunque para ello hayan tenido que ingresar al mundo de los dibujos animados, en el que, por el final abierto, los esperan nuevas aventuras. Cabe mencionar que las voces de los actores originales fueron dobladas al español por actores y conductores mexicanos como Chantal Andere, Claudia Lizaldi, Yordi Rosado y Jorge Ortiz de Pinedo.
Quizás lo más rescatable de esta película sea su intento de mostrar que se puede hacer un cine de calidad y de mensajes positivos, en el que se ponderan los valores de las personas como las cualidades que permiten que el mundo sea más habitable, más humano, si todos nos unimos para que así sea, haciendo a un lado nuestras diferencias y opiniones.
Sin caer en lo moralino ni en lo fácil ni en lo inverosímil, “Véritas…” es una oportunidad para volver a creer en la bondad del ser humano y en la inquebrantable voluntad de hacer el bien, tomando como escudo la verdad, esa luz que siempre permite caminar entre las penumbras que provocan la mentira, la falsedad y la maldad.
Al finalizar la proyección, apareció sin aviso previo el actor Valentino Lanús, productor de la cinta, quien agradeció a los presentes su asistencia y comentó que habrá una segunda parte. Además, autografió invitaciones y se tomó fotografías con las personas que lo solicitaron, dando muestras de su sencillez y calidad humana. La película ya se estrenó en México, así que dese chance de disfrutarla. No sé por qué, pero me recordó a las películas de “El Santo”, quizás por su ingenuidad y honestidad, aunque con sus buenas dosis de vida real. En fin, un destello entre tanta oscuridad.
“Véritas, el príncipe de la verdad” (Veritas: Prince of Truth, México-Estados Unidos, 2006). Director: Arturo Ruiz-Esparza. Guión: Billie Letts y Déborah Ruiz-Esparza. Actores: Sean Patrick Flanery, Bret Loehr, Amy Jo Johnson, Kate Walsh, Tyler Posey, Danny Strong, Anthony Zerbe, Arath de la Torre, Carmen Salinas, entre otros.
Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com
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