Jazzista Samuel Martínez Herrera reinventa música mexicana, flamenca y estadounidense desde su piano

Las piezas contenidas en
 el disco están impregnadas
de ese ambiente mundano,
bohemio, tan característico
 del jazz auténtico
 Foto: Cortesía
Samuel Martínez Herrera

Por Darío González
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 1 de septiembre de 2008. El concepto fusión nunca ha sido ajeno al género del jazz, de modo que, aunque parezca extraño para algunos, resulta completamente natural hacer la unión entre música folclórica y este género donde la improvisación es lo distintivo. Obtener un buen resultado, además, es algo que siempre puede esperarse de alguien como Samuel Martínez Herrera.

La trayectoria de este pianista mexicano ciertamente ha sido forjada con la experiencia obtenida en el grupo "Huazzteco" y debido a su sólida formación pianística (que a la fecha continúa en una de las mecas del estudio del jazz latino: el Conservatorio de Música de San Juan de Puerto Rico), por no hablar de su vena musical directa de su padre, el maestro Jorge Martínez Zapata.

Éstas y otras influencias pueden advertirse en “Jazz, folklore & música espontánea… (sesiones en vivo)”, el más reciente disco de Samuel Martínez Herrera, donde, además de presentarnos piezas de su autoría (“Ella & el mar” y “Xilitla”), y aquellas que lo identifican con "Huazzteco": “El balajú” (con una destacada participación de Emiliano Coronel en el contrabajo), así como el afamado bolero de Armando Manzanero “Esta tarde vi llover” (con Eddie Gómez en el bajo), Samuel también incluye grabaciones en las que presenta su otra vertiente. Precisamente, estas grabaciones han sido producto de algunas giras que ha realizado con algunos ensambles y la "Big Band" de la institución musical boricua.

“Apágame”, de Carlos Zambrano, es una muestra de la fusión que consigue con la música flamenca debido a su participación con el grupo "Cabal & Fuego", pero también campean en el álbum otros arreglos como “Express to Queens” de Samuel Torres, “Stablemates” de Benny Golson, “Foot prints” de Wayne Shorter y “Pentup house”, de Sonny Rollins, todos ejecutados con maestría y espontaneidad por nuestro pianista potosino y músicos invitados.

El deleite que Samuel Martínez Herrera tiene a bien mostrarnos con su música resulta mayor si añadimos que las nueve piezas contenidas en el disco están impregnadas de ese ambiente mundano, bohemio, tan característico del jazz auténtico, conferido por el hecho de ser grabaciones efectuadas en vivo, en conciertos o bares y cafés, similar a otras grabaciones famosas de jazzistas consagrados, como Charlie Parker, por citar al menos uno.

Como se puede ver, estas grabaciones no deben quedar fuera del conocimiento de todo quien se precie de ser melómano, en especial del género del jazz que se produce en nuestro país. Para conseguir este disco, hay que entrar al "MySpace" de "Huazzteco".

Comentarios a esta nota: dario.gonzalez@azteca21.com

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