
Llevan a cabo excavaciones en Dzibilchaltún, un centro urbano maya de gran extensión
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El 'Templo de las Siete Muñecas',
está entre las estructuras
arquitectónicas que caracterizan
al sitio, tercero con
más afluencia de Yucatán
Foto: Cortesía INAH/Mauricio Marat
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Ciudad de México.- 27 de Agosto del 2008.- (CONACULTA) Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) llevan a cabo excavaciones en la Plaza Sur del sitio maya de Dzibilchaltún, en Yucatán, cuyas dimensiones –mil metros cuadrados, aproximadamente– son similares a las de la explanada central de la zona arqueológica.
En opinión de Rubén Maldonado Cárdenas, director del Proyecto Arqueológico Dzibilchaltún, estos trabajos permitirán, en un mediano plazo, reconocer con mayor precisión el patrón de asentamiento de esta antigua ciudad, la cual tuvo su máximo crecimiento durante el Clásico Tardío y el Clásico Terminal (600-1000 d.C.).
Aunque las exploraciones realizadas por un equipo financiado por la National Geographic Society y el Middle American Research Institute de la Universidad de Tulane –entre las décadas de los 50 y los 60– permitieron acuñar el término de "centro urbano" para Dzibilchaltún, éste aún es visto de manera equivocada y generalizada como un núcleo ceremonial.
La Plaza Sur, que se espera sea abierta al público en un futuro, "permitirá ampliar el eje vertical, este-oeste, que actualmente tiene la zona arqueológica y que parte de dos sacbés o calzadas. La idea es definir con mayor precisión su extensión original (más horizontal) y que Dzibilchaltún pueda ser vista como lo que fue en la época prehispánica: un centro urbano".
Al respecto, el arqueólogo abundó que la Plaza Sur también cuenta con un sacbé (camino blanco) original, que tiene cerca de 20 metros de ancho, y el cual será utilizado en su momento como acceso a este gran espacio. Aledaño a esta plaza, se liberó hace cinco años un Juego de Pelota, el único localizado hasta ahora en Dzibilchaltún.
Mediante una partida presupuestal que ascendió a un millón de pesos, dentro de los llamados Proyectos Especiales del INAH, en el 2007 se liberaron algunas plataformas y la denominada Estructura 46, pirámide que destaca por sus dimensiones.
Rubén Maldonado comentó que más de una década de trabajo continuo en Dzibilchaltún ha permitido obtener información trascendental sobre el sitio, por ejemplo, su verdadero nombre: Chi' y Chaan Ti' Ho.
Este dato se obtuvo en 1998, cuando se encontró como parte de una ofrenda mortuoria un texto labrado en un hueso de venado (mismo que se representa en la Estela 19). Por esta inscripción se supo que la osamenta correspondía a Kalom 'Uk' Uw Chan Chaak, quien gobernó Chi' y Chaan Ti' Ho a finales del 800 d.C., o inicios del 900 d.C.
"Otro aspecto destacado que también pudimos comprobar –aunque esto ya se había vislumbrado durante las excavaciones de los 60– fue la fuerte relación que mantuvieron Dzibilchaltún y Chichén Itzá. Mediante una liberación completa de la pirámide de la Plaza Central, surgió material importante como una serie de lápidas con grabados sobre la mitología maya y cerámica que refiere el contacto entre ambas urbes.
"Chichén Itzá, como Estado, comenzó a desplazar su dominio hacia el norte de lo que hoy es Yucatán, lo cual se constata por evidencia arqueológica encontrada en Dzibilchaltún en torno al culto a Kukulkán, la Serpiente Emplumada", expresó el investigador del Centro INAH–Yucatán.
De acuerdo con las exploraciones efectuadas en los años 60, Dzibilchaltún debió tener una extensión de 19 kilómetros cuadrados, y en su época de florecimiento pudo ser habitada por cerca de 40 mil personas. Actualmente la zona arqueológica está inserta en el Parque Nacional del mismo nombre, que abarca casi 600 hectáreas.
Aparte del Templo de las Siete Muñecas, entre las estructuras arquitectónicas que caracterizan al sitio (el tercero con más afluencia de Yucatán, con 100 mil visitantes al año) se encuentran los restos de una capilla abierta del siglo XVI, erigida en pleno corazón de la Plaza Central.
"Esto nos habla de que Dzibilchaltún, pese a su ocaso en el Posclásico (1000-1500 d.C.), siguió habitándose hasta la época de la Conquista española", detalló Maldonado.
Además, la presencia de un cenote a ras de suelo dentro del área, favoreció la ocupación de Dzibilchaltún desde el Preclásico Medio y el Preclásico Tardío (500 a.C.-250 d.C.). Tal vez por ello este depósito lleva el nombre de Xlacah, que quiere decir "pueblo viejo", en maya.