Animales prehistóricos como el mastodonte y el mamut habitaron el municipio de Amealco, en Querétaro

Justamente, en el ejido La Piedad,
Amealco, fue donde se
encontraron, entre mayo
y julio pasado, un par
de defensas de mamut
Foto: Internet

Ciudad de México.- 7 de Agosto del 2008.- (CONACULTA) El reciente hallazgo de dos cornamentas de mamut en La Piedad, municipio de Amealco, en Querétaro, demuestra que este territorio guarda una riqueza paleontológica poco conocida, pues al hacer un recorrido resulta evidente el paso de grandes animales durante el Pleistoceno (entre 9 y 15 mil años de antigüedad), en particular, del mastodonte americano y el mamut, en su especie Columbi.

 

El descubrimiento de las también llamadas defensas de mamut, de 1.90 y 2.15 metros, respectivamente –aunque se cree que están fragmentadas podían alcanzar hasta 3.5 m–, sirvieron para que Israel David Lara Barajas, investigador del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado, hiciera un recuento de este tipo de exploraciones en la entidad.

 

Tras el interés que despertó esta noticia entre los habitantes de Amealco –comentó el antropólogo físico–, el municipio planea la creación de un museo de sitio para la exhibición de las cornamentas, a las que se sumarán unos molares de mastodonte americano encontrados en 2004, en el mismo ejido de La Piedad.

 

Comentó que la propuesta será evaluada por la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH, instancia que no tiene objeción de que las piezas –que incluyen el fragmento de una costilla, posiblemente de mamut– se expongan en el municipio, y sólo procura “que las condiciones de exposición sean las adecuadas para su conservación”.

 

Por el momento, luego de que estas piezas han sido estabilizadas (trabajo que consistió básicamente en la eliminación de humedad), se procederá a su restauración por parte de expertos de la citada subdirección, equipo a cargo del paleontólogo Joaquín Arroyo. Estas tareas se llevarán a cabo en la Casa de Cultura municipal en donde han sido resguardados los colmillos.

 

La instalación de un museo local –consideró Israel Lara–, puede contribuir a desmitificar lo que para algunos pobladores son huesos de gigantes y que, incluso, son un ingrediente (que ellos llaman espondio) contra el “espanto”, o bien, representan en sí mismos un posible apoyo económico.

 

Territorio paleontológico

 

De los tres grupos de proboscidios (animales con probóscides o trompas) con presencia en lo que hoy es México, gonfoterios y mamutes fueron muy abundantes, sin embargo, en caso de los mastodontes se tienen escasas referencias de su presencia.

 

Hasta hace poco –enumeró Israel Lara–, se tenían registrados 23 ejemplares de mastodontes distribuidos en 15 localidades, la mayoría a más mil 500 metros sobre el nivel del mar, en las entidades de Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Hidalgo, Estado de México, Puebla y recientemente en Querétaro, en Amealco.

 

“Por otra parte, en 1985 se suscitó el hallazgo de una mandíbula de gonfoterio en Landa de Matamoros, Querétaro, rescate que realizaron los investigadores del INAH, Lorena Mirambell y José Luis Lorenzo”. Se realizó una réplica que actualmente se exhibe en el Museo Regional del estado, la original se halla en las instalaciones de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico, del Instituto.

 

Más tarde, el biólogo Óscar Polaco y el arqueólogo Jorge Quiroz regresaron a este municipio y continuaron con los trabajos de excavación, mediante los cuales recuperaron restos de camélido, caballo y otras partes del gonfoterio encontrados años atrás.

 

Un caso más se presentó en 1992, a partir de una denuncia por parte de las autoridades de Amealco, en el que reportaban que habitantes de Potrerillos en el Ejido de los Reyes encontraron algunos elementos fósiles. Esta inspección fue realizada por Joaquín Arroyo Cabrales.

 

“Desde 1993 a la fecha, se han atendido diversas denuncias en el municipio de Landa, en el sitio de Madroño (ya protegido como yacimiento fósil), esto a cargo de los arqueólogos Elizabeth Mejía y Alberto Herrera, del Centro INAH Querétaro. Los fósiles de la zona corresponden a invertebrados Meólidas y Rudistas con una antigüedad de 80 millones de años.”

 

”En el mismo municipio y bajo la responsabilidad de los mismos especialistas, en el sitio de Neblinas, se recuperaron fósiles de algunas conchas que datan del Cretácico (60-80 millones de años), las cuales se encuentran en exposición en el museo municipal”, explicó Lara Barajas.

 

También se cuenta el reporte, en 2002, de restos fósiles en el ayuntamiento de Corregidora, en concreto de un colmillo de mamut que ahora se exhibe en el Museo Regional de Querétaro.

 

El año siguiente, 2003, se ubicó un yacimiento fósil en El Doctor, Cadereyta, encontrándose vestigios de invertebrados del Cretácico (60-80 millones de años). En ese mismo municipio, hacia 2004, Elizabeth Mejía y Alberto Herrera exploraron una madriguera que data del Pleistoceno, en cuyo interior se encontraron los restos de un oso perezoso gigante, musarañas y dientes de Sable, entre otros.

 

También en 2004, el arqueólogo Juan Carlos Saint-Charles, del Centro INAH Querétaro, atendió una denuncia en el ejido La Piedad, Amealco, donde localizó un par de molares que por sus características corresponden a un mastodonte americano. Justamente, en ese poblado, fue donde se encontraron, entre mayo y julio pasado, el par de defensas de mamut.

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