“Cuando el río suena. Música de la región del Usumacinta”: danzas, zapateados y alabanzas

Su caudal se forma con
la unión de los ríos Chixoy,
Lacantun y Pasión, que
desembocan en el Grijalva,
para terminar su recorrido
en el Golfo de México
Foto: Internet

Ciudad de México.- 30 de Julio del 2008.- (CONACULTA) Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- El río Usumacinta ha bañado con su canto de agua la Selva Lacandona por miles de años, desde aquel tiempo en que se vivía el  esplendor de la cultura maya.

 

Su cauce es fundamental para las grandes zonas arbóreas que lo rodean, las cuales son  hábitat, alimento y estructura de un sinnúmero de especies.  Con un área de 106 mil kilómetros cuadrados, desde los Altos de Guatemala, en Huehuetenango, hasta el sureste de México, representa un 42% de terreno para Guatemala y el mayor porcentaje de los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Campeche.

 

Su caudal se forma con la unión de tres ríos: Chixoy, Lacantun y Pasión, que finalmente desembocan a través del Usumacinta en el Grijalva, para terminar su recorrido de agua dulce en el agua salada del Golfo de México.

           

Este cristalino corazón de la Lacandona no ha podido sortear los embates del desorden ambiental, mismo que afecta además la vida cultural de las comunidades del contorno. Derivado de análisis en torno a la importancia, en varios sentidos,  de esta cuenca, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), ha impulsado el Programa de Desarrollo Cultural del Usumacinta, en coordinación con el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta) y  las instancias culturales de los estados de Tabasco y Campeche.

           

En coordinación, estas organizaciones promovieron la realización del fonograma

Cuando el río suena. Música de la región del Usumacinta, que partió de una  investigación y la elaboración de un diagnóstico de la música y danza de los pueblos que comparten la cuenca acuífera, con miras a difundir el patrimonio cultural tangible e intangible de esa región de la entidad, es un registro de música para danzas, zapateados, alabanzas y canciones de músicos populares de las tres citadas entidades.

 

El proyecto estuvo a cargo del etnomusicólogo Félix Rodríguez León, quien realizó la investigación, así como las grabaciones de campo y las notas que acompañan el fonograma y permiten al escucha aproximarse y navegar en las profundidades de este río musical de tan compleja región.

 

Todos los interesados en conocer este material de audio, pueden acudir a la Dirección de Patrimonio e Investigación Cultural del Coneculta-Chiapas. A decir del antropólogo José Espinosa y del músico Enrique García, quienes presentaron el fonograma, se trata de un valioso registro de la música, pero también de otros sonidos del Usumacinta, abriendo así las posibilidades de investigaciones más amplias en torno a este escenario natural y cultural de una riqueza sonora incomparable.

 

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