Celebran 25 años de la compañía “Contradanza” con un espectáculo interpretado por madre e hijo

La coreógrafa Cecilia Appleton
presentará junto con su
hijo Yseye la obra 'Proyecto
M-H. Confesiones de despedida'
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 29 de Julio del 2008.- (CONACULTA) Cecilia Appleton e Yseye Appleton, madre e hijo, están convencidos de que a través de expresiones como la danza se pueden tender puentes sensoriales para comprender mejor las relaciones humanas, que contrario a los cánones dictados por la modernidad, no tienen que ver con la practicidad sino con la intuición, la identificación y lo primigenio.

La coreógrafa considera que a 25 años de haber fundado la compañía Contradanza, se ha logrado expresar en cada obra la importancia de las artes escénicas para transmitir mensajes sobre esos temas que conciernen más a lo espiritual, lo filosófico y lo metafísico.

“La danza ha sido el instrumento para mostrar que más allá de los procesos civilizatorios, continúa existiendo una parte pura e instintiva en todos nosotros y que hay expresiones a través de las cuales puede rescatarse parte de su esencia”, dijo Cecilia Appleton, quien dio a conocer los pormenores del espectáculo multimedia Proyecto M-H. Confesiones de despedida.

Acompañados por el músico Arturo Marruenda, Cecilia e Yseye Appleton, coincidieron en que este trabajo representa un reto al mostrar la relación entre una madre e hijo alejada de los clichés conceptuales que durante años se han plasmado en otros medios.

“Esta obra es una especie de confesión dancística entre mi hijo y yo en el escenario, mostrando que una relación de esta naturaleza no siempre se inclina hacia lo dramático como hemos visto en la televisión y la literatura, sino que puede responder a innumerables cuestionamientos sobre el vínculo entre  dos almas y conciencias”.

Consideró que la obra expone también muchas preguntas en torno al origen, mostrando  la relación entre dos seres que en principio compartieron un mismo cuerpo a nivel biológico y después se desarrollaron, uno al cuidado del otro en un mismo espacio.

“En la relación con mi madre, la danza ha tenido un aspecto muy importante. Ha sido como un lazo comunicante de esas emociones que no pueden transmitirse a nivel verbal o intelectual. Creo que en este espectáculo está plasmado mucho de ello, mostrando en cada movimiento una estética profundamente orgánica y familiar”, dijo Yseye Appleton.

Coincidió con su madre en que la obra contiene una gran complejidad temática al mostrar cuales son las expectativas que una madre tiene sobre el futuro de su hijo y al mismo tiempo en torno a la construcción de su propia vida bajo este rol.

“Al mismo tiempo se presenta el constante cuestionamiento del hijo que desea seguir siendo el orgullo de su madre pero sin renunciar a sus propios sueños. Creo que muchas personas van a identificarse con este montaje colmado de referencias simbólicas universales”.

Finalmente, Cecilia Appleton, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, dijo que a 25 años de que Contradanza iniciara su incursión en las artes escénicas mexicanas, la misma edad que su hijo Yseye, se han cumplido los objetivos de mostrar temáticas libres vinculadas con una profunda experimentación.

“Esta, al igual que otras coreografías de la compañía, se ocupa de esas situaciones universales y a la vez completamente particulares, en las que todos por el simple hecho de pertenecer a esta especie, reconocemos como propias”.

Proyecto M-H. Confesiones de despedida, se estrena el viernes 1° de agosto, a las 20:00 horas, en el Foro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes. Continuará hasta el 7 de septiembre.

(HBL)

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