México y España, íntimos protagonistas de una historia

Recuperar la memoria histórica
para entender mejor el
presente y reflexionar sobre
el futuro, plantean
investigadores de ambos países
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 23 de Julio del 2008.- (CONACULTA) La relación México-España se remonta a siglos de antigüedad y abarca ampliamente temas económicos, sociales, políticos y, sobre todo, culturales. Recuperar la memoria histórica de esta simbiosis ha sido, durante largo tiempo, una de las principales tareas para los estudiosos del asunto —mexicanos y españoles— con el único objetivo de entender el pasado para obtener una mejor comprensión del presente, lo cual implica reflexionar sobre la planeación de un mejor futuro.

 

Este fue uno de los temas del Coloquio Conmemoración del Segundo Centenario del Inicio de la Lucha por las Independencias, organizado el fin de semana pasado por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el auditorio Román Piña Chan de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

 

El encuentro arrancó con la ponencia Qué y por qué recordar. Del descubrimiento a la independencia y la conmemoración: el imaginario iberoamericano y la opinión pública española, a cargo del historiador Juan Sánchez González, académico de la Universidad de Extremadura, en Cáceres, España.

 

El objetivo es desentrañar los motivos que han llevado a construir el actual imaginario colectivo imperante en España y México sobre los acontecimientos de la Independencia, derivado de los hechos históricos que protagonizaron ambas naciones, desde la conquista hasta los próximos festejos en torno al Bicentenario, sin dejar a un lado la colonización y evangelización.

 

Para Sánchez González, hablar de memoria histórica obliga a establecer una relación entre identidad y memoria, es decir, tomar conciencia de los conceptos de pertenencia, memorias compartidas, confrontadas; también de orgullo, mitos, héroes e integración.

 

Destacó también la manera en que memoria y recuerdo se vinculan y se enriquecen: “sólo está en la memoria lo que se recuerda o lo que se desea recordar; memoria y olvido abren un amplio espacio para la distorsión, manipulación e interpretación interesada del pasado.”

 

Es decir, hay ocasiones en que las sociedades optan por refugiarse en la amnesia colectiva; les resulta preferible no asumir el pasado, el cual puede estar infestado, generalmente, por actos reprochables o, simplemente, les otorga una manera mucho más cómoda de vivir el presente y descartar la posibilidad de un futuro mucho más prometedor a partir de la reflexión histórica.

 

En apariencia, las perspectivas que existen sobre los antecedentes de México y España, parecen muy lejanas una de otra, ya que los roles desempeñados por cada nación, fueron contrarios. Sin embargo, existen puntos de coincidencia que los convierten en íntimos protagonistas de una historia compartida.

 

“España debe establecer vínculos permanentes con una América llena de potenciales que, por consecuencia, beneficiaría tanto un lado como al otro; una vez asumidos los errores del atropello colonial y la reivindicación española en los países americanos, se acentuaron los aspectos positivos, lo cual dio pie para el fortalecimiento internacional.”

 

Según el investigador español, México y Brasil son dos países esenciales en la cooperación intercontinental, y la relación no debe establecerse en la competencia, más bien, recomienda, que sea complementaria. Al mismo tiempo, América está obligada a utilizar a la nación ibérica como puente en las relaciones con Europa para fomentar el intercambio y fomentar el progreso.

 

Es una necesidad romper con los adjetivos paternalistas y desmoronar el resentimiento que permea el imaginario colectivo. Ambas naciones deben asumirse, y contemplarse, como grandes potencias en la escena mundial, que mantienen lazos culturales, en su mayoría, los cuales fortalecen la interacción y fomentan la reflexión para construir un futuro mucho más fuerte en todos los ámbitos.

 

Compartir este pasado, potencia los estudios de antropología social y condimenta la próxima conmemoración del Bicentenario, momento ideal para la nostalgia evocativa. A pesar de que la sociedad española se muestra indiferente ante estos festejos, la comunidad académica y política, se suma a los esfuerzos por celebrar los 200 años de la Independencia mexicana, por lo que se conformó una comisión encabezada por el antiguo presidente español, Felipe González.

 

“La conexión de los conceptos de historia y memoria deberán constituir un permanente motivo de reflexión para los historiadores. Porque el tiempo presente es el tiempo de la memoria, y por que la memoria posibilita la disección de un presente, obsesionado por la revisión y la conservación.”

 

La presencia de España en México, y viceversa, ha sido una constante en el devenir sociocultural en las últimas décadas; la reciprocidad y la retroalimentación de ambas culturas, sigue vigente al compartir aspectos circunscritos a todos los ámbitos de la vida cotidiana; comparten el pasado, viven el presente y reflexionan sobre el futuro.

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