Restauran pinturas rupestres olmecas en cueva de Oxtotitlán, Guerrero

Creadas hace 2,500 años en el
interior de una cueva, estas
manifestaciones pictóricas son
atendidas por expertos del INAH
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 14 de Julio del 2008.- (CONACULTA) De origen olmeca y con una antigüedad de dos mil 500 años, las pinturas rupestres de Oxtotitlán, en Guerrero, aún mantienen ocultas imágenes desconocidas que especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), buscarán develar mediante labores de limpieza tendientes a lograr el hallazgo de nuevos elementos, que permitan profundizar sobre el discurso pictográfico de estas manifestaciones pretéritas.

 

Estas antiguas manifestaciones, que fueron plasmadas en el interior de una cueva, entre los años 900 y 600 a.C., son objeto de trabajos de restauración que comenzaron en días pasados, como parte del proyecto anual de conservación integral que desde 2002, efectúan expertos en este sitio arqueológico  enclavado en la región de la Montaña Baja de dicha entidad.

 

Sandra Cruz Flores, restauradora de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, informó que se trata de la sexta temporada de trabajo en el interior de esta cueva, que tiene por objetivo la atención de las pinturas rupestres de la Gruta Norte, particularmente de las que componen el llamado Panel 4, en el que se hará un proceso de eliminación de capas de sales y suciedad que se han acumulado a lo largo de cientos de años, y que impiden la adecuada visualización de las imágenes.

 

“En este espacio se pueden ver algunas figuras de manera parcial, justamente por el ennegrecimiento de la superficie, pero luego de la limpieza, además de lograr que se vean completamente, esperamos encontrar nuevas imágenes”, adelantó.

 

En dicho panel que mide 3.0 metros de altura y 3.0 de longitud, se tienen registradas ocho imágenes rupestres bicromas (colores rojo y negro), algunas de ellas se visualizan de forma incompleta, entre las que destacan jaguares, y  un rostro de perfil que presenta atributos olmecas: nariz achatada, labios gruesos y comisuras hacia abajo, facción mejor conocida como boca atigrada.

 

“Cuando se hizo el registro de este panel en 1968, y en general de las 10 paredes con representaciones que hay en la cueva, no se pudieron registrar todas las imágenes, porque algunas están ocultas por capas y concreciones rugosas que se han formado a lo largo del tiempo, porque estamos hablando de pinturas muy antiguas”, explicó Cruz Flores.

 

“Desde que fueron pintadas, agentes como el viento, la lluvia, la humedad, han propiciado la formación de velos y acumulación de sales, aunado a la presencia de microorganismos, así como de manchas de hollín que se han formado por encender fogatas al interior de la cueva, debido a que se trata de un sitio en el que todavía indígenas nahuas de la comunidad de Acatlán, realizan rituales relacionados con el ciclo agrícola”, detalló la especialista en la preservación de este tipo de patrimonio cultural

 

Para lograr la limpieza integral del panel se cuenta con un equipo de 15 profesionales en restauración, arquitectura, espeleología, historia y antropología social, mencionó la experta del INAH, luego de apuntar que el hallazgo de nuevas imágenes permitirá hacer ajustes al registro gráfico y contribuirá a la interpretación del discurso pictográfico de la gruta.

 

Recordó que durante los cinco periodos anteriores de trabajo en el sitio, las labores se centraron en subsanar el deterioro que presentaban a causa del problema del vandalismo, principalmente de graffiti que ya fueron eliminados, y para lo cual también se contó con el apoyo de autoridades de Acatlán y del Ayuntamiento de Chilapa de Álvarez.

 

Cruz Flores adelantó que paralelamente a estas tareas de conservación que se realizan en el interior de la cueva, –iniciadas este 10 de julio y que concluirán las primeras semanas de agosto–, también se realizará la colocación de cédulas informativas para el visitante, que después de varios años se han logrado concretar conjuntamente con el Centro INAH-Guerrero.

 

“Algunas de las cédulas mostrarán la planta de la cueva con la ubicación de los diferentes paneles y que en conjunto suman cerca de 200 metros de pintura rupestre. También cuentan con información alusiva a la importancia cultural y arqueológica de Oxtotitlán, así como recomendaciones de lo que se puede y no debe hacerse en el sitio, en función de la conservación de las pinturas”, abundó.

 

De igual manera, otro de los objetivos de esta temporada de trabajo, será consolidación del grupo infantil Los Cuidadores de Oxtotitlán, conformado por niños de la comunidad que participan como coadyuvantes en las tareas de conservación del lugar y de las tradiciones del pueblo de Acatlán.

 

“A los menores se les va a dar una credencial para identificación y se comenzará a ejecutar un programa anual de actividades, básicamente de educación para que valoren más su patrimonio cultural y se sumen a las labores de difusión para la protección de las pinturas”, detalló la restauradora.

 

Cabe mencionar que durante este mes de julio se realizará la renovación anual del Comité de Preservación del Patrimonio Cultural de Acatlán, organismo reconocido en asamblea y registrado ante el INAH, que desde 2005 participa en las tareas de mantenimiento y conservación de la cueva.

Leave a Reply