Recital de Juan Gelman en el centro de la Ciudad de México

Gelman ofreció generosamente
su poesía, leyéndola en voz
alta, pausadamente,
conservando aún, pero
cada vez menos,
su acento porteño
Foto:
Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Benjamín Solís
Reportero azteca 21

Ciudad de México. 11 de julio de 2008. En la terraza del Centro Cultural de España en México (CCEMX), la noche del miércoles 9 se llevó a cabo una jornada poética en viva voz de Juan Gelman. Jorge Lebedev, en representación del Centro Cultural, dijo que Gelman es un personaje que no necesita presentaciones y sin mayor protocolo dio inicio la lectura. Así, puntual, amable y con la caracterizada parsimonia que le imprime a la lectura de su poesía, el poeta de origen argentino comenzó a dar lectura a una parte de su prolífica obra, pero sobre todo se dedicó más a sus últimos libros, como “Tantear la noche”, “Valer la pena”, “Miradas” y el más reciente, “Mundar”.

De Gelman es bien conocida su militancia comunista en la juventud, y ya adulto, su adhesión a los grupos políticos en su país, por lo que padeció la persecución y el exilio por la junta militar argentina. Varios años de su vida, Gelman se vio obligado a mudarse constantemente de país y domicilio, para finalmente y, luego de un largo peregrinar, adoptar a México, como él lo ha dicho ya: “El país que escogí para vivir y morir”. Sin embargo, en esta velada quedaron pendientes los poemas sociales o aquellos que se distinguieron por su temprana rebeldía; en su lugar, dio paso a sus versos más entonados hacia los objetos, los animales, el tiempo, las cosas simples de la vida, y su eterno tema que le ha seguido toda la vida, el amor. De esta manera, los asistentes escucharon atentos “Mujer”, “Regreso”, “Interrupciones”, “Caminos”, “Cerezas” y varios otros.

“En los pespuntes del amor/ hay un odio cosido a la ventura”.

Hoy, Gelman, es uno de los poetas vivos más importantes de la lengua española, su trabajo ha merecido los más altos galardones en literatura, con excepción del Nobel, gracias a la publicación de sus libros, poco más de veinte títulos de poesía y cuatro de prosa, ha sido merecedor del Premio “Juan Rulfo” (2000), el Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” (2005), el Premio “Reina Sofía” de Poesía Iberoamericana (2005), y el denominado Nobel de las letras españolas, el Premio Cervantes, el año pasado.

“¿Qué alegra la noche oscura? Una palabra”.

La lectura en la terraza del Centro Cultural pasó en poco más de dos horas, mismas que fueron insuficientes para el poeta, y para un público que se notaba dispuesto a continuar un largo rato más.

“En la cama semidesierta yace/ tu aroma azul. Mis manos/ tropiezan con/ el vacío/ tu rostro”.

Gelman ofreció generosamente su poesía, leyéndola en voz alta para que todos los presentes la escucharan, pausadamente, conservando aún, pero cada vez menos, su acento porteño. El poeta argentino-mexicano revive recuerdos en él y en el público; entre poema y poema se da una pausa para decir algún comentario de la historia que guardan los versos, así como da uno que otro agradecimiento a los ahí presentes por su “enorme paciencia” de haber asistido, y así como su público lo aguardó, Gelman correspondió con generosidad firmando hasta el último libro que llegó a sus manos, y posando para una que otra fotografía.

Los sentidos
reducen el jardín a su imagen,
lo retiran a una criatura que
entra en la sangre y vuela. Es
una alegría que no sabe
decir qué es. Calla
sobre las aulas del desierto,
su libro, ya.

“Con un abrazo de Juan Gelman”.

Comentarios a esta nota: benjamin.solis@azteca21.com

Libros de poesía: www.vialibros.net

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