La revista literaria “Dosfilos”, referente de la cultura en México desde Zacatecas

 La revista literaria “Dosfilos”, referente de la cultura en México desde Zacatecas
Una publicación que de
manera inteligente ha
rebasado las fronteras
de su estado y ahora es
una opción esencial para
la cultura de nuestro país
Foto: Cortesía 'Dosfilos'

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 11 julio de 2008. La revista de literatura y política (aunque cada vez más literaria que lo segundo) “Dosfilos” llega a su número 103. Impecable e imprescindible publicación cultural zacatecana que edita José de Jesús Sampedro, recientemente distinguido con el Premio al Mérito Editorial 2008, otorgado en el Cuarto Festival Internacional “Letras en San Luis”, celebrado en la segunda quincena de junio.

“Dosfilos” es una publicación que de manera inteligente ha rebasado las fronteras de su estado y desde hace tiempo se inserta como una opción esencial para la cultura de nuestro país; de paso mantiene vivo ese espíritu aventurero y filantrópico de mantener con vida una revista cultural en nuestro país y en nuestro tiempo, tan urgidos y a la vez tan carentes de este tipo de alternativas. En fin, “Dosfilos” en su última entrega nos invita una vez más a una grata experiencia de la vida literaria y cultural.

En este número presenta en su portada “Carta abierta a Paulina Lavista”, reconocida fotógrafa y esposa del desaparecido Salvador Elizondo, en la que Gonzalo Lizardo, en un creativo e inteligente recurso-súplica, ruega, pide a la albacea de la obra intelectual del escritor que no publique, como lo ha venido haciendo en “Letras Libres”, los diarios de Elizondo, exhorto literario más que exigencia demandante, forma lúdica e ingeniosa, más que condenatoria, en fin, sin “mala leche”, cuyo argumento no es otra cosa sino que un vano intento de respetar la voluntad del autor de la crónica de un instante de que “sólo fueran publicados veinte años después de su muerte” (de la muerte del Chato, ¡claro!).

Este ruego sin eco no tendría mínimo interés si no fuera por las tres justificaciones de Lizardo, que intenta convencer, detener, el equivalente a una lluvia de piedras con un paraguas, lo que ya comenzó, y a cambio nos ofrece una miniguía literaria “poselizondo”; no obstante, el “atrevimiento” de Paulina Lavista, queda si no dispensado, sí explicado por dos razones fundamentales: la primera, ahorrarnos los veinte años que el maestro Elizondo pedía para publicar sus diarios, y segundo, y en puño y letra de la propia Paulina, “sin embargo, ante de morir (Elizondo) cambió de parecer y tuvo intención de publicar, al menos los últimos; inclusive habló al respecto con su yerno Gonzalo García Barcha, pues quería publicar de manera facsimilar sus ‘Noctuarios’…”. No habiendo delito que perseguir, tal vez sólo habría que ofrecer una disculpa de antemano a las personas que podrían haber sido “afectadas” por los diarios personales de Elizondo y que éste no quiso ofender. “Parafusilando” al maestro Antonio Alatorre, gran veterano de críticas y pleitos literarios, es justo en estas notas y apostillas donde está “el verdadero chiste” del asunto.

En otros temas, “Dosfilos” también nos trae un interesante reportaje testimonial de Alan Paul, traducido por Georgia A. González, en torno a la vida del blusero-rocanrolero Steve Ray Vaughan, SRV, fallecido hace 18 años de manera trágica en un accidente aéreo. El texto se compone de una serie de breves testimonios de personas muy cercanas al músico tejano, incluyendo declaraciones del propio Stevie Ray; curiosidades y anécdotas de su infancia y su carrera musical; los orígenes y músicos que lo marcaron, desde un viejo acetato de Lonnie Mack, hasta las hipnotizantes interpretaciones de Muddy Waters y B.B. King; su amor por la guitarra y su sorprendente virtuosismo desde niño en este instrumento. De esta manera, y por supuesto, quienes se encuentran cerca del blues y el rock y de las notas de SRV tienen un documento que está escrito con letras de oro, el lector podrá conocer muchos detalles interesantes del músico a través de figuras como su hermano Jimmie Vaughan, o sus cercanos Doyle Bramhall, Tommy Shannon, “WC” Clark, Chris Layton, Reese Wynans. Ya el veterano músico Doyle Bramhall del grupo Chessman en 1966 nos cuenta su primer encuentro con el genio: “Y de pronto escuché el sonido de una guitarra. Me asomé y ahí estaba aquel niño de doce años, sentado sobre la cama, tocando ‘Jeff´s Boggie’, de Jeff Beck. Apenas me vio dejó de tocar (…) Me sonrió de una manera tímida y exclamó: ´Hola, soy Stevie´”.

En este número de “Dosfilos” también encontramos textos de José Ángel Leyva, “José Revueltas, cuentos como del odio de Dios”; Pedro Ángel Palou, “Retrato de pareja sin paisaje”; Yussel Dardón, un fragmento de “Incendio en Babel”; Aleksandr Blok, “Los elementos de la cultura”; M. Ángel Muñoz, “Una conversación con Ángel González”, Maritza M. Buendía, “Busco Abelardo”; Evodio Escalante, “Ramón López Velarde visto por los Contemporáneos”; Sergio Monsalvo, “El pelo (en la sopa totalitaria)”; Pino Bertelli, “Aforismos en contra de la estupidez”; Jesús de León, “El aullido de la Cazadora Solitaria (un caso de hambre atrasada)”, y creación poética de Andrea Zanzotto, Ángel González, Claudia Masin y Raúl Bañuelos.

Comentarios a esta nota: benjamin.solis@azteca21.com

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Redacción Azteca 21

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