Investigarán especialistas del INAH gran cueva anexa a la “Pirámide del Sol” en Teotihuacan

Las primeras excavaciones
se hicieron entre 1910-1915
para festejar el I Centenario
de la Independencia de
México, durante el
gobierno de Porfirio Díaz
Foto: Cortesía Mauricio Marat/INAH

Ciudad de México.- 29 de Junio del 2008.- (CONACULTA) Hace más de 30 años al interior de la Pirámide del Sol, en la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT), se registró el hallazgo de una cueva, de la cual hasta hoy se desconoce el uso que tuvo durante la época prehispánica. Para indagar sobre el tema, a partir de julio un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), llevará a cabo la exploración de este espacio subterráneo.

 

La oquedad fue creada por los propios teotihuacanos, debajo del que representa uno de los monumentos de mayor dimensión edificados en Mesoamérica, en cuyo fondo se localizan cuatro cámaras distribuidas en forma de trébol, cuyo hallazgo se registró en 1971.

 

Alejandro Sarabia González, director de la ZAT y responsable del proyecto de investigación, informó que estas exploraciones formarán parte de la tercera temporada de trabajo en campo, que tiene como objetivo precisar los eventos que pudieron suceder al interior de la cueva artificial, que de acuerdo con las fuentes históricas tuvo un uso ritual.

 

“Es una caverna no natural de aproximadamente 90 metros de longitud este a oeste, que fue hecha por los propios teotihuacanos, y que incluso ya había sido explorada por grupos del Posclásico Tardío (900-1500 d.C.), de tal manera que, cuando el arqueólogo Jorge Acosta la localizó en los años setenta, el contexto ya estaba alterado.

 

Si bien durante 1971 y 1973, el espacio fue explorado por la arqueóloga Doris Heyden, desde aquel entonces no se ha vuelto a estudiar. “El objetivo es determinar la serie de eventos que sucedieron en este espacio, así como obtener elementos que permitan profundizar sobre su significado y el motivo por el que fue tapada por completo”, comenta el arqueólogo.

 

La oquedad se localiza en la fachada principal de la Pirámide del Sol, casi exactamente debajo del centro o cima del gran edificio. Por su orientación este-oeste, se ha establecido que esta cueva tuvo un carácter sagrado, vinculado con la fertilidad o con el axis mundi de esta antigua ciudad, cuyo origen se remonta hacia el siglo I d.C., y que hace suponer que la Pirámide del Sol simbolizaba el cerro sagrado que resguardaba el vital líquido.

 

Sarabia González, indica que durante estos estudios que se efectuarán a lo largo del segundo semestre del año en curso, mediante calas y pozos de sondeo, también se habrá de explorar el túnel arqueológico de 224 metros de longitud, que fue cavado al interior de la gran pirámide a principios del siglo XX, con la finalidad de precisar las dimensiones de su base que consta de 222 por 225 metros.

 

Otra de las actividades que comprenderá esta investigación arqueológica, será la relativa a definir la secuencia arquitectónica y modificaciones que tuvo la plataforma en forma de “U”, que rodea a la gran pirámide.

 

“Son tres plataformas adosadas a la fachada principal del monumento, de la cual se buscará determinar su cronología”, refiere el titular de la ZAT,  al tiempo de adelantar que estos elementos constructivos cuentan con acabados en relieve, aplanados y restos de pintura mural que también serán objeto de restauración y conservación.

 

“Estos elementos decorativos ya habían sido atendidos en la segunda temporada de trabajo, efectuada en 2007. Entonces daremos seguimiento a esas labores de conservación de los acabados, entre ellos, la pintura mural en la que se observan figuras circulares en tonalidades rojizas y verdes”, detalla.

 

Estas tareas proyectadas para la tercera temporada de campo, comprenderán de un equipo multidisciplinario, conformado por arqueólogos, restauradores, biólogos y antropólogos físicos, en el caso que se hallen materiales óseos.

 

Además, se contará con el apoyo de la  Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, y las universidades Estatal de Arizona, Estados Unidos, y la Aichi Prefectural, Japón.

 

La ejecución de estas exploraciones, son una forma de conmemorar los 100 años de las primeras excavaciones que se hicieron en la Pirámide del Sol, que iniciaron en 1905 y culminaron en 1910, como parte de los festejos del primer centenario de la Independencia de México, durante el gobierno de Porfirio Díaz.

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