El shock de oferta

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-El shock de oferta
-España en desabasto
-Del ayer al hoy, diferencias

Los cambios experimentados en la disponibilidad internacional (oferta) de los bienes que forman los commodities están reflejándose en un indeseable incremento en los precios lo que hace temer que el shock de oferta desencadene males mayores para la macroeconomía de diversos países bajo el sino de la  estanflación.
    De las combinaciones más delicadas en el laboratorio económico una de las más temidas es precisamente la del incremento en la inflación, menor ritmo de crecimiento en la economía -casi al lindero del estancamiento-, y  aumento del desempleo con todas  sus consecuencias sociales.
    En España, el país que visita estos días el presidente Felipe Calderón, acompañado por su esposa, Margarita Zavala y una comitiva de funcionarios, el debate acerca de la estanflación en la economía española está  presente en la mesa de los analistas y expertos asesores.
    Resulta interesante que la visita del presidente Calderón suceda en un contexto económicamente hablando nada favorable para el entorno mundial lo que agravia al país ibérico y también a México en cuanto al tema de la inflación.
    De tomar en cuenta: tanto José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España, como el presidente Calderón, enfrentan cada cual a su manera junto con sus respectivos equipos el huracán económico global.
    Y es que, en estos momentos, ni gobiernos de izquierda, ni de derecha, cuentan con un salvavidas anticrisis. La inflación va galopando a diestra y siniestra.
En la Unión Europea (UE),  de la que España es país miembro, los alimentos  encarecieron un 7.1% en el mes de abril, significativamente el mayor aumento desde 1996.
    Al respecto, en mayo pasado, la inflación en España subió al 4.6% siendo la más alta en 13 años al ubicarse en 4.6% interanual,  además con la perspectiva de que el IPC seguirá aumentando en los próximos meses.
    También en México la inflación es tema de álgida preocupación primordialmente para los guardianes del Banco de México dispuestos a subir  las tasas hasta donde sea necesario para contener la escalada de precios aunque se deprima a la economía mexicana en su maquinaria de crecimiento.
    En mayo la inflación anual llegó al 4.95%, la más alta  desde diciembre del 2004,  impulsada -como viene siendo la tónica global-, por el precio de los alimentos y el de los energéticos.
    En México sube el precio de los insumos básicos consumidos por la población como base alimenticia primordialmente para el grueso de los pobres y extremos pobres: frijol, maíz y arroz.
    El precio debería ser mucho mayor en el mercado si el gobierno redujera el subsidio a los energéticos, es entendible que de llegar a suceder se ampliaría el grueso de la pobreza y es que el ingreso no estira, en cambio, el costo por  mantener la vida aumenta considerablemente.
    En España, los subsidios que se otorgan son de otra forma muchos en consonancia con lo que  dictamina el gobierno de la UE.
Precisamente, a lo largo de estos días, inició una huelga de transportistas exigiendo una tarifa única al gobierno de Rodríguez Zapatero, lo hacen desesperados intentando salvar la crisis de costos a los que el shock de los precios del petróleo sumergió a medio mundo.
    Así es que, al presidente Calderón, le ha tocado arribar a una España bajo un escenario de semi-parálisis y es que si el mandatario mexicano entrara a cualquier tienda de supermercado  encontraría un altísimo nivel de desabasto, incluso dudaría si está en  La Habana o en Madrid.
    Desde hace tres días, los camioneros y transportistas, dejaron de  surtir de bienes perecederos a toda España  con la finalidad de presionar al gobierno y obtener una tarifa única que les compense el incremento brutal del coste de las gasolinas y los combustibles.
    A media semana, para la población encontrar plátanos, huevos, leche, carne y pescado en Madrid es  misión imposible, la carestía es total y la presión sobre de la capital es absoluta.
SERPIENTES Y ESCALERAS
    Es jueves de mañana: Margarita Zavala, esposa del presidente Calderón, pasea con la Reina Sofía por el Museo del Prado para conocer las obras de ampliación  y la exposición Goya montada en torno al 2 de mayo,  mientras la comunidad mexicana en  España se ha quedado sin la representación para exponer que también sus amigos, familiares y conocidos son víctimas de las deportaciones migratorias en el Aeropuerto de Barajas.
    Tampoco la comunidad mexicana encontró a quien decir que el personal de la Embajada es ineficaz y grosero; que el problema de la licencia de conducir en España es tema de mayúsculas porque el gobierno mexicano no tiene homologación con el gobierno español para el carné de conducir y que, como en España no vale el mexicano (ante la falta de homologación) entonces hay que matricularse en una autoescuela y pagar 400 euros para prepararse para el examen que es la única vía para obtener el carné de conducir porque de no hacerlo, con la reforma de las leyes, quien no lo obtenga pasa directo a la cárcel.  
    Tanta inmigración ha hecho del carné de conducir un negocio redondo. Además mientras que los colombianos, ecuatorianos y dominicanos pueden homologar su licencia de conducir en España, los mexicanos están a  la gracia de Dios.
GALIMATÍAS
    Ni la izquierda, ni la derecha, están lo suficientemente preparadas para enfrentar al mundo actual.
    El miércoles, el presidente Calderón habló en las Cortes ante legisladores españoles de la necesidad de construir más puentes entre México y España más allá de toda diferencia ideológica en el poder, entre gobiernos de izquierda o de derecha.
    Asimismo habló de la necesidad de la inversión del capital español para la economía mexicana e insistió en que más que diferencias ideológicas en los gobiernos en el poder, debemos poner énfasis en que hay países que miran al futuro y otros al pasado.
    Me parece que no hay nada más doloroso para los mexicanos que saber que, durante varias décadas, México miró al futuro mientras España subsistía  sumida en el pasado.
    Luego la corrupción y los gobiernos ladrones e ineficaces nos robaron el sueño de futuro y nos anclaron en el pasado, mientras que España saltó  al tren de la modernidad para no bajarse más.
    Qué distintos son ambos países en el siglo XXI, en España la persona dueña de un puesto de periódico es alguien con dignidad, educación, buen nivel de vida, agregaría excelente nivel de vida, en México esto es algo absolutamente imposible y ello refleja la enorme brecha de desigualdad que nos marca.
    Triste que actualmente tengamos que estar convenciendo al capital español para continuar en México, convencerlo de que tarde o temprano, la industria energética terminará siendo suya, de que por favor los necesitamos.

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