Prosiguen trabajos de recuperación del claustro y fachada del Ex-Convento de Churubusco

La intervención del corredor
con arcos que rodea el
jardín del claustro, consisten
en reparar las humedades
que se observan en
esta área del inmueble
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 5 de Junio del 2008.- El ex Convento de Churubusco, testigo mudo de la vida monacal dieguina y bastión durante la invasión estadounidense de 1847, continúa siendo objeto de un proceso de restauración, y quizá antes de finalizar 2008, se inauguren dos nuevos espacios; la antesacristía y la portería de lo que hoy es el recinto sede del Museo Nacional de las Intervenciones (MNI).

           

Las labores supervisadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que están a cargo de la ingeniera Blanca Estela Ibáñez, continuarán hasta julio próximo e incluyen la recuperación del claustro y la fachada del edificio histórico.

 

La intervención del claustro (corredor con arcos que rodea el jardín), tanto alto como bajo, consiste en reparar las afectaciones por humedad que se observa en esta área del inmueble, pues el escurrimiento de agua por lluvia en los muros ocasionó la aparición de hongos y otros microorganismos.

 

La primera fase, explicó Blanca Estela Ibáñez, comprende el rescate de la pintura mural existente en el claustro con la limpieza de paredes, se utiliza un cepillo de raíz a fin de no afectar ni la pintura ni los aplanados. Posteriormente, se da paso a la consolidación de éstos últimos, con mortero (masa) de cal-arena e inyección de cámaras de aire.

 

La inyección de cámaras de aire se realiza sobre aplanados que pese a sus buenas condiciones en superficie presentan faltantes de material de base en su interior, por lo que mediante “jeringas” se distribuye una sustancia similar al mortero cal-arena, pero de consistencia mucho más ligera.

 

“Una vez realizada la consolidación de los muros pasaremos a lo que es la reintegración cromática respetando la traza y los diseños originales, para ello se sacarán plantillas. Aplicaremos pintura acrílica en donde ya existe, mientras en las superficies más grandes, donde se tiene pintura a la cal, haremos una preparación con cal apagada en obra, baba de nopal y pigmentos a la cal.”

 

En la fachada, en tanto, se eliminarán los aplanados flojos —daños causados  también por la humedad— “para después consolidar aplanados y colocar nuevos, siempre y cuando sean con base cal-arena, conglomerado que se nos permite aplicar en edificaciones de interés patrimonial, en el respeto de las técnicas tradicionales”, detalló la especialista.

 

Todas estas labores en el museo ubicado en la colonia San Diego Churubusco, en Coyoacán, cuentan con la inspección de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, y la Dirección de Obras y Mantenimiento de Bienes Inmuebles, del INAH.

 

Dos nuevas salas

 

Por su parte, el historiador Raymundo Alva Zavala, del MNI, adelantó que la nueva sala —alojada en la antesacristía del ex convento— recreará el uso del propio espacio, para ello se instalarán, aparte de unas tallas que representan a San Joaquín y a la Virgen de Atocha, dos cristos de pasta de caña.

 

Actualmente, el Cristo de Churubusco y el Cristo Mutilado son restaurados por especialistas del Instituto, se trata de piezas de tamaño natural correspondientes al siglo XVIII.

 

En el caso de la portería —concluyó—, el discurso museográfico estará dedicado al pasado prehispánico del lugar, el cual estuvo ocupado por el señorío de Huitzilopochco. Algunos vestigios, como una escultura de Tonantzin de 50 centímetros, formará parte de la colección de este espacio.
 

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