“Fuerte de San Juan de Ulúa”, construido para defender el puerto de los piratas, será restaurado

Vista de la fortaleza donde
estuvieron presos personajes
tan disímbolos como
'Chucho el Roto' y Benito Juárez
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 30 de Mayo del 2008.- La fortaleza donde estuvieron presos personajes tan disímbolos como Chucho el Roto y Benito Juárez, y que fue sede del Poder Ejecutivo con Venustiano Carranza en 1915, será objeto de restauración, conservación y mantenimiento por parte de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 

Conocida como Fuerte de San Juan de Ulúa, la construcción presenta daños severos como consecuencia del paso del tiempo, el contexto natural que lo rodea y la lluvia ácida, por lo tanto, será objeto del Plan Maestro 2008-2009, el cual se conformará por un comité técnico representado por los gobiernos federal y estatal de Veracruz.

 

Otro de los factores que intervienen en el deterioro del fuerte son las corrientes de la bahía ocasionadas por el paso de las grandes embarcaciones al ingresar en el puerto, mismas que provocan oleajes que, con el tiempo, han dañado los cimientos de la estructura.

 

En entrevista, Alfredo Hernández Murillo, director del recinto, mencionó que la primera etapa de los trabajos consistirá en la recimentación de la contraescarpa, que es la franja de tierra que está frente a los tres cuerpos adyacentes a la fortaleza: el revellín de San José, la luneta de Santa Catarina y la luneta de Nuestra Señora del Pilar, los cuales fueron restaurados a fines de la década de los noventa.

 

Otra de las etapas concentra trabajos de reestructuración en el Baluarte de San Pedro debido a que presenta fisuras importantes, por lo que se procederá a realizar consolidación de grietas. Al mismo tiempo, se repararán las banquetas que rodean la fortaleza ya que el deterioro que presentan es avanzado.

 

Serán objeto de reparación también, los puentes de madera, tanto los que conectan diferentes recintos al interior como aquellos que fueron utilizados para mover artillería. Para esto, es necesario secar el canal interno y una vez terminada la obra se procederá a llenarlo, además de retirar los aditamentos para contener el agua de la bahía.

 

De igual manera, después de los trabajos anteriores, se procederá a la renovación de la plaza mayor ya que no cuenta con piso, debido a excavaciones que se realizaron en años anteriores, por lo que se evalúa la mejor solución para instalar uno nuevo que asegure su buen funcionamiento.

 

La plaza es algo que impacta, es el centro de la visita y por lo tanto queremos que sea de las primeras zonas a intervenir, particularmente la Casa del Gobernador y la Plaza de Armas. La primera actualmente se encuentra cerrada al público pero, por sus características constructivas, es el espacio más sano de la fortaleza en términos de humedad por lo que se pueden instalar exposiciones museográficas o montar actividades culturales, destacó Hernández Murillo.

 

De igual manera, se planea realizar una muestra permanente en la que se plasme cómo era la fortaleza de San Juan de Ulúa en sus orígenes, los usos de la época y el montaje de presentaciones artísticas.

 

La restauración que se realizará a la Casa del Gobernador estará apegada a criterios históricos definidos por los planos de diferentes momentos, por ejemplo, las descripciones de ingenieros que revisaron la fortaleza a fines del siglo XVIII que proporcionan información relevante de aspectos arquitectónicos.

 

Además, con base en los registros que se tienen en el Centro INAH Veracruz de materiales utilizados para la construcción de diferentes monumentos históricos, como piedra de bola, se definirán cuales son los más adecuados para la restauración de la casa, siempre a favor de su óptima conservación.

 

La última etapa de los trabajos visualiza el arreglo de todos los elementos arquitectónicos que lo requieran tales como muros, techos y celdas, lugares que presentan severos problemas de filtraciones ocasionadas, en gran medida, por la gran cantidad de algibes que encierra el fuerte, mismos que siguen en funcionamiento.

 

Igualmente, los lugares donde se hacía la vigilancia, llamados garitones, apostados alrededor de la fortaleza, son elementos cónicos que presentan mayor debilidad a causa de su construcción suspendida y únicamente sujetada por un extremo, por lo mismo, las afectaciones que presentan son drásticas y serán intervenidas para frenar su deterioro.

 

Como en muchos monumentos históricos, la huella que deja el paso de los años es evidente en el Fuerte de San Juan de Ulúa, por lo que un intenso y permanente programa de mantenimiento será necesario para combatirla además de los estragos ocasionados por los visitantes como rayones y tachaduras en paredes.

 

Otro de los aspectos que se atenderá es la señalización del lugar, a fin de permitir a los visitantes un recorrido mucho más orientado y definido que resulte en un mayor entendimiento de la fortaleza. Con esto, el Fuerte de San Juan de Ulúa quedará listo, como es la intención del INAH, para ser uno de los recintos más relevantes en los festejos del centenario y bicentenario de 2010.
      

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