“Pasión y disciplina en la escultura”, de la maestra Yvonne Domenge, se exhibe en el IPN

La artista realiza
escultura monumental
que representará a
México en el Parque
Escultórico de la Olimpiada
de Beijing 2008
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 21 de Mayo del 2008.- “Quienes nos dedicamos a este oficio, no debemos creer en uno como escultores sino como seres creativos; el arte no es otra cosa que el resultado de la creatividad, la cual, conjuntada con pasión y disciplina, brinda grandes satisfacciones”, afirmó la maestra Yvonne Domenge.

 

La escultora, con 37 años de trayectoria, tuvo una grata experiencia con estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Campus Tecamachalco, previa a la inauguración de su exposición Pasión y disciplina en la escultura, que se exhibe de lunes a viernes de 9:00 a las 20:00 horas.

 

Al ofrecer una conferencia interactiva, cambió impresiones con los jóvenes que la “interrumpieron” a cada momento cuando surgían dudas sobre el arte de crear una escultura.

 

La muestra está integrada por 18 esculturas elaboradas en diferentes técnicas, con diversos materiales y variados tamaños y formas. “Más que una retrospectiva, se trata de una muestra ecléctica o antológica, para que los muchachos tuvieran oportunidad de conocer las diferentes técnicas de la escultura y los distintos materiales utilizados para crear las piezas angulosas”.

 

A decir de la becaria del Sistema Nacional de Creadores de Arte, que en junio del 2007 recibió la medalla Vermeil que otorga la Sociedad Académica de las Artes, Ciencias y Letras de Francia, la exposición incluye también piezas geométricas y conjunta un abanico de materiales, técnicas y lenguajes. “Traté que tuviera un sesgo didáctico, de aprendizaje”.

 

Hubo preguntas profundas de los alumnos, sobre todo respecto a sus piezas moleculares talladas a mano. Fue un encuentro fructífero para la artista, quien hizo un recuento obligado de más de siete lustros de carrera como escultora. “Es toda una vida de usar el oficio de la artesanía, ya que utilizó la hoja de oro, la cochinilla para entintar, la mona de algodón y el ensamblaje”.

 

A partir de la conferencia previa a la apertura de la exposición Pasión y disciplina en la escultura, durante varios días los alumnos saturaron su correo electrónico (www.domenge.com) con más preguntas. Los muchachos quedaron fascinados e interesados en conocer más sobre su trabajo. En un gesto de generosidad, la escultora en breve abrirá un espacio en su agenda para invitar a un grupo de estudiantes a su estudio.

 

Entre esas interrogantes está “el fantasma de saber si realmente se vive del arte”. Frente a ello, la artista sostiene: “No hay que creer en uno como escultor, sino como ser creativo”. Sus respuestas dieron ideas a los estudiantes, quienes pensaron en la posibilidad de crear piezas con materiales baratos, reciclados, y les abrió un panorama desconocido de posibilidades.  

 

Yvonne Domenge se da tiempo para informar que representará a México en la Olimpiada de Beijing 2008 con una escultura monumental que se exhibirá junto a otras en el Parque Escultórico, que se inaugurará previo al arranque de la justa olímpica. La idea surgió hace dos años que participó en la Bienal de Arte en China, donde acudieron 500 escultores del mundo, y a ella le solicitaron realizar una obra ex profeso.  

 

Por si fuera poco, acaba de regresar de San Luis Potosí, entidad a la que fueron convocados un total de 17 becarios del Sistema Nacional de Creadores de Arte para planear un espacio escultórico en el desierto potosino.

 

Además, ha sido elegida como jurado en Argentina para premiar a los mejores artesanos del mundo en talla de madera, que tendrá lugar en unos meses en la zona conocida como El Chaco Resistencia.

 

Valga citar que Domenge nace en la ciudad de México en 1946. Realizó estudios de artes plásticas en la Escuela de Outremont (Montreal, Canadá), en la Escuela de Arte Corcoran (Washington, D.C.), y en la Ciudad de México. Ha participado en diferentes talleres de pintura, escultura y técnicas de materiales como dorado, estofado y talla en madera, bajo la dirección  de los maestros Kitzia Hofftman, Alberto Pérez Soria y Somsy Smuthart.

 

Estudió Desarrollo Humano en la Universidad Iberoamericana y durante 25 años ha impartido cursos de apreciación estética y terapia de arte en esculturas y dibujo para niños, jóvenes y adultos. Algunos de estos cursos se han enfocado a problemas socioeconómicos y de expresión, entre ellos el Programa Emergente de Vivienda para Chiapas Nuevo Milenio, entidad donde se ubican varias de sus esculturas, así como la colaboración y dirección del trabajo escultórico realizado con miembros de la Colonia Buenos Aires.

 

Durante los últimos 25 años su desarrollo se ha enfocado a la escultura. Ha participado en más de 22 exposiciones individuales y en más de 130 colectivas en México y el extranjero, incluyendo el Museo de Louvre, en París, Francia.

 

Su pasión por el arte no está en duda. “El ser artista es tener un encuentro con la vida, en el que se goza, se sufre, pero al final alegra. La pasión y la disciplina son una buena alternativa para una vida creativa. Es una pasión para estar armonizada; si dejo de trabajar, todo se sale de armonía. Hay que dejar que aparezca el estilo propio y vivir la escultura con mucha pasión”.

 

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