El azar y un milenio de arte Paquimé revelaron a Don Juan Quezada la cerámica de Mata Ortiz

Don Juan era agricultor
y leñador, pero tuvo
la visión para hacer
aflorar un arte que
es muy apreciado
en todo el mundo
Foto: Cortesía
Fco. Segura/CONACULTA

Ciudad de México.- 10 de Mayo del 2008.- (CONACULTA) La fina cerámica de Mata Ortiz, en exhibición en el Museo Nacional de Culturas Populares, es obra de la conjunción del azaroso hallazgo de un humilde campesino de esa región y una cultura prehispánica que durante más de mil años estuvo sepultada en el desierto de Chihuahua.

 

Héctor Gallegos, joven ceramista de la segunda generación artística de Mata Ortiz, cuenta que hacia finales de los años setenta don Juan Quezada se dedicaba a juntar leña en los llanos donde se ubican esta población y la zona arqueológica de Paquimé, la impresionante ciudad prehispánica construida en adobe hace mil 300 años.

 

“Don Juan era agricultor y leñador, como la mayoría de los vecinos de Mata Ortiz, el cual entonces era un pueblo muy pobre. Pero un día, al andar juntando leña se encontró un pedazo de olla de barro que tenía trazas de ser muy antigua. Días más tarde halló en el mismo lugar otros trozos y luego piezas enteras.

 

“Cuando tuvo varias, se puso a estudiarlas y a copiar sus formas y diseños. Así nació la nueva tradición de la cerámica de Mata Ortiz”, explicó Gallegos, uno de los muchos herederos culturales de la obra artística de don Juan Quezada,  quien en 1999 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Artes y Tradiciones Populares.

 

La cultura prehispánica de Paquimé floreció entre los años 700 y 1300 después de Cristo (a.C.), en una región de paso de los pueblos nómadas del norte que migraron al sur de América desde los años 2,000 y 3,000 antes de Cristo (a. C.).

 

Los pueblos anasazi, hohokam y mogollón hablaban una lengua del tronco lingüístico yutoazteca, al que pertenecen el rarámuri (tarahumara), pima, yaqui, mayo, cora, wixárika o huichol y todas las variantes del náhuatl de Jalisco, Valle de México, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Morelos y Guerrero.

 

Hoy, la cerámica de Mata Ortiz goza del más alto prestigio internacional en Estados Unidos, Europa y América, gracias a la feliz conjunción de la plástica prehispánica de Paquimé, en la que confluyeron las culturas indígenas mogollón, hokokam y anasazi, y la creatividad artística de las comunidades indígenas y mestizas actuales de Chihuahua.

 

Gracias a esta práctica artística la pequeña población situada al sur del municipio de Casas Grandes y a 350 kilómetros de Chihuahua, no enfrenta ahora los problemas de miseria que tenía a principios de los años ochenta, y más de dos terceras partes de su población de 2,500 personas se dedica a la creación artesanal.

 

“En Mata Ortiz sólo los niños no viven de la cerámica, pero muchos de ellos inician su aprendizaje desde la más temprana infancia”, comentó Héctor Gallegos, quien se inició como artesano a los 14 años de edad. Hoy, a los 26 años, trabaja en su propio taller, donde elabora seis tipos diferentes de vasijas artísticas.

 

Laura Bugarini, quien junto con Gallegos participó en la ceremonia de inauguración de la exposición Y sigue… MATA dando. Cerámica de Paquimé y Mata Ortiz, montada en la Sala Cristina Payán del MNCP, comenzó su labor artística también a los 14 años y en tres lustros de práctica artística ha logrado crear más de 100 diseños.

 

“Es un trabajo maravilloso que requiere mucha paciencia y el mejor deseo de agradarse a uno mismo y a la gente”, dijo Laura, a quien la creación de una pequeña pieza de barro y su diseño pictórico le exige hasta 15 días de ardua labor en el taller y de dos y medio las obras de mayor dimensión.

 

La compensación a este rigor laboral es doble: la satisfacción de haber hecho una “pieza bonita que guste a todo mundo” y la alta cotización que ésta puede alcanzar en el mercado artesanal de Mata Ortiz, Chihuahua, y en los centros de distribución de Estados Unidos y Europa.

 

Una vasija decorativa de tamaño mediano de Laura Bugarini alcanza precios superiores a los dos mil 500 dólares.

 

“Las vendemos en dólares porque hasta ahora la principal demanda proviene del país vecino”, dijo Laura Bugarini, quien tiene una hija de siete años que también  expone en la muestra Y sigue… MATA dando. Cerámica de Paquimé y Mata Ortiz, que estará en exhibición hasta el 3 de agosto en el Museo Nacional de Culturas Populares, Hidalgo 289, colonia Del Carmen Coyoacán.

 

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