Legado de casi 600 volúmenes del escritor mexicano Rafael Bernal García Pimentel donados a la BNAH

La colección incluye títulos
de su autoría, como
'Complot Mongol',
'Tierra de Gracia', 'Un
muerto en la tumba'
y 'El gran océano', entre otros
Foto: Cortesía BNAH

Ciudad de México.- 30 de Abril del 2008.- (CONACULTA) El escritor mexicano Rafael Bernal García Pimentel (1915-1972) trasladó su biblioteca por donde sus inquietudes y la diplomacia lo llevaron: Honduras, Perú, Filipinas, Japón, Suiza… Tras su muerte, esta colección de casi 600 volúmenes fue atesorada por su viuda, Idalia Villarreal, quien la víspera la cedió, de forma generosa, a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).

 

Este legado de libros —en su mayoría sobre temas históricos relacionados con el mestizaje y la interacción entre México y el Pacífico—, que incluye títulos de su autoría: Complot mongol, Tierra de Gracia, En diferentes mundos, Un muerto en la tumba, Tres novelas policiacas y El gran océano, entre otros, ahora forma parte de las bibliotecas personales a resguardo de la BNAH.

 

Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien recibió formalmente este acervo, comentó que como autor de un ensayo biográfico sobre Rafael Bernal —titulado Selva, milpa y mar—,  ha podido identificar tres “edades” en su obra.

 

La primera de ellas —dijo—, gira en torno a temas de ciencia ficción; la segunda está relacionada con sus intereses, resultado de su militancia dentro del movimiento sinarquista; y la que sería su última etapa como escritor deja ver, sin duda, su pasión por la historia del Pacífico.

 

Aunque Rafael Bernal dejó truncas las carreras de Leyes y Filosofía, y murió sin concluir su doctorado en Letras por la Universidad de Fribourg, Suiza, a causa del cáncer de pulmón que padecía; “en realidad, Rafael fue un hombre que hizo su cultura fuera de la escuela, porque la escuela le quedaba chica.”

 

La erudición de Rafael Bernal merece que sus libros sigan editándose y un título que, debido al quehacer del INAH, podría ser motivo de publicación bajo su sello es su biografía del mar Pacífico, comentó De Maria y Campos.

 

La biblioteca personal de Rafael Bernal se suma a los acervos que de personajes ilustres e investigadores, posee la BNAH, entre éstos se encuentran los de su propio hermano, Ignacio Bernal, así como los de Joaquín García Icazbalceta, Luis González Obregón, Ignacio Ramírez “El Nigromante” y Jesús González Ortega.

           

“Esta es la línea de una biblioteca: formar, recopilar, entender que la vida de los investigadores, de los literatos, de los antropólogos, de los historiadores, es a través de sus libros”, expresó Julieta Gil Elorduy, directora de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

 

Durante el acto de donación, realizado en el Museo Nacional de Antropología, Gil Elorduy informó que la BNAH es motivo de una renovación integral que implica, en una primera instancia, la instalación de compactadores que aumentarán la capacidad de la misma en un 50 por ciento.

 

Por su parte, tanto Idalia Villarreal —viuda de Bernal—, como Rafael Bernal Arce, hijo mayor del historiador, recordaron el particular sentido del humor que poseía Rafael Bernal: mordaz, negro, preciso; así como su carácter: nada conformista.

 

“Mi padre logró trascender géneros literarios y realizar investigaciones académicas de altura. Todo esto sin tener un título de educación superior. Sobretodo,  logró hacer algo más difícil, construir una biblioteca siendo diplomático.”

 

“Parece fácil, pero el conocimiento pesa y ocupa mucho volumen. Así lo comprobaron él e Idalia, su compañera inseparable, a través de siete países en tres continentes. Celebramos hoy a los libros que ayudaron a mi padre a encontrar su verdadera vocación académica y al académico que formó la colección que ahora encuentra un lugar nuevo y permanente”, concluyó Bernal Arce.

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