“Historia de Santiago Chazumba”, libro sobre un pequeño pueblo mixteco de Oaxaca

Vicisitudes y alegrías de
un pueblo que logró
construirse a lo largo
de 2500 años con base
en perseverancia,
sentido identitario
y comunitario
Foto: Cortesía
Secretaría de Cultura de Oaxaca

Ciudad de México.- 16 Abril del 2008.- (CONACULTA) En el libro Historia de Santiago Chazumba: 1900-1920, Ricardo Ceballos Soto cuenta en detalle cómo un pequeño pueblo mixteco de Oaxaca logró construirse a lo largo de dos mil 500 años con base en perseverancia, sentido identitario y comunitario y una enorme capacidad de adaptación a las nuevas condiciones históricas que le impusieron otros pueblos indígenas y naciones extranjeras como España.

 

Aunque limitado a un breve periodo histórico, la primera década del siglo XX y la revolución armada de 1910-20, el texto de Ceballos incluye información básica de las épocas prehispánica y colonial, que explican las particularidades etnoculturales del pueblo mixteco, especialmente aquellas que comparte con las 16 etnias oaxaqueñas y que lo describen como un pueblo aguerrido, paciente y creativo.

 

El volumen, publicado con financiamiento del Programa de Apoyo a las Culturas Populares y Comunitarias (PACMyC), de la dirección general de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), la Secretaría de Cultura de Oaxaca y el ayuntamiento municipal de Chazumba, reseña cuatro años de investigaciones documentales (archivonómicas, bibliográficas, hemerográficas) y de campo, principalmente entrevistas con ancianos y cronistas locales.

 

Historia de Santiago Chazumba: 1900-1920 está dividido en tres grandes capítulos dedicados a las etapas históricas que describe, las cuales van precedidas de una introducción del propio Ceballos y un estudio introductorio de Josué Mario Villavicencio Rojas.

 

Santiago Chazumba es uno de los 570 municipios del estado de Oaxaca. Está ubicado al noreste de esta entidad, entre los ayuntamientos de Huajuapan de León y la ciudad de Tehuacán, Puebla. Su entorno geográfico es agreste, desértico, como gran parte de la región mixteca.

 

Su población es mayoritariamente mixteca o ñuu savi, nación prehispánica que en dicha zona se halla asentada desde los años 700 a 500 antes de Cristo.  Esta cultura indígena generó un sistema de escritura glífica (grabada en piedras calizas y basálticas)  que denominó  ñuiñe y con la que dejó testimonios de hechos históricos, principalmente bélicos, de la época prehispánica.

 

Ceballos dice que estos petroglifos “eran colocados en las esquinas de los edificios cívicos y religiosos, en las plazas y tumbas, de tal modo que intimidaban a sus enemigos, justificaban el poder de un gobernante y se comunicaban con sus divinidades”.
 

Chazumba debe su nombre a un nahuatlismo derivado del dominio azteca de los siglos XIV a XV, pero su toponimia original mixteca es Yodzoñuuquende, que en español significa “llano pueblo de la chía”. Chazumba es una aplicación viciada de la palabra náhuatl chiyazumba, “allá en la chía”.

 

Los españoles entraron al Mixtecapan en 1520, con Gonzalo de Umbría al frente, antes de que Hernando de Cortés tomara México-Tenochtitlán. Una vez caída la capital azteca, la región ñuu savi fue sometida a conquista y para 1535-36 los dominicos habían construido un convento provisional de madera y paja.

 

Para 1544 Chazumba tenía 150 casas y sus 750 habitantes tributaban anualmente al gobierno colonial  25 jícaras de grana y dos gallinas. En 1570 la Iglesia católica autorizó una vicaría en el pueblo vecino de Tequixtepec, con el patronazgo de Santiago Apóstol, que compartió feligresía con los chazumbeños.

 

La iglesia de cantera, cal y canto se construyó hasta la segunda mitad del siglo XVIII, cuando el virrey conde de Revillagigedo autorizó un curato secular en 1755-89. Una fotografía de la parte frontal de este edificio, debida a la lente de Elmer Solano, sirve de portada al libro.  

 

“Cuando los españoles introdujeron nuevas actividades económicas –dice Ceballos en una las de la páginas dedicadas a la vida de Santiago Chazumba en la época colonial-, los mixtecos se mostraron laboriosos y diligentes para el cultivo de la grana, el cuidado y manejo del gusano de seda, el cultivo de cereales y la cría de ganado menor.

 

“Como la minería colonial requirió velas para alumbrarse bajo la tierra y el sebo caprino era el mejor para la fabricación de éstas, apareció la trashumancia de cabras y cada año subían miles de chivos de la Mixteca Alta y Baja con menor índice pluvial que aprovechaban los pastos nacidos en las lluvias, y una vez que llegaban las secas procedían a sacrificarlos para aprovecharlas en su totalidad”.

 

Ricardo Ceballos Soto dedica al periodo de la Revolución Mexicana más de la mitad de las 188 páginas de Historia de Santiago Chazumba y, en su presentación reconoce deudas de concepción e inspiración con el historiador Luis González y González, el autor de Pueblo en vilo.

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