Ciclo de cine asiático “La Maldición Oriental”, con películas de Corea, Singapur, Hong Kong y Japón

El fenómeno de cine asiático
que inunda occidente,
es un modelo de estudio
que arroja enormes dosis
de información
Foto: Cortesía INAH

Ciudad de México.- 16 Abril del 2008.- (CONACULTA) Las tendencias estéticas desarrolladas por la ola de cine asiático que se han presentado mundialmente en los últimos años, obligan a especialistas en la materia a desentrañar y analizar, desde una perspectiva occidental, las influencias sociales que han generado, así como los patrones visuales que influyen en la cinematografía de otras latitudes.

 

La ley de causa y efecto motivó a investigadores de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a presentar el ciclo comentado de cine asiático La Maldición Oriental,  con la participación de especialistas en el tema y películas de diferentes países de Asia.

 

En entrevista, José Mariano Leyva, subdirector del área de Historia Contemporánea de la DEH y coordinador del evento, comentó que el principal objetivo es alcanzar la historia, ya que el presente no se puede entender sin el pasado.

 

Agregó que el fenómeno de cine asiático que inunda occidente, es un modelo de estudio que arroja enormes dosis de información, ya que los parámetros culturales entre ambas partes del mundo (oriente y occidente), son infinitamente distintos.

 

El tema no es solamente la penetración de la estética asiática, son también los procesos de fascinación que viven las sociedades ajenas a esas culturas y su constante apropiación de aspectos visuales aplicados en las cinematografías respectivas, incluso, en el vestir de las personas que conforman ciertos grupos sociales.

 

Leyva destaca la capacidad y creatividad de los realizadores asiáticos al crear atmósferas cargadas de terrorismo psicológico y elementos religiosos que, si bien están alejados de las creencias que imperan en sus lugares de origen, son fácilmente identificadas con el público consumidor de otros países.

 

El principal atractivo de estos largometrajes, es la capacidad de retratar, sin temor alguno, sucesos terroríficos como algo bello y poético, recurso que han desarrollado los directores asiáticos en distintos filmes; estos resultados visuales deben su éxito, en gran medida, a un excelente manejo tanto de la música como de los ruidos y sonidos.

 

Si bien los efectos angustiantes que provocan las escenas de terror entran por los ojos, se apuntalan a través del oído con secuencias sonoras capaces de provocar reacciones psicológicas de sobresalto, miedo, ansiedad y terror.

 

El ciclo arrancó sus proyecciones con la película coreana Cinderella, del director Bong Man-dae, en la que se muestra a un grupo de jovencitas preocupadas por su apariencia física que se someten a una serie de cirugías plásticas, motivo por el cual son objeto de una maldición.

 

Las estudiantes son asesinadas en el colegio después de alterar su físico, mediante cortes quirúrgicos ocasionados por un asesino en serie; un grupo de ellas se da  a la tarea de investigar y descubrir al culpable.

 

El filme está sujeto a varias interpretaciones e incluso transmite mensajes vinculados a la realidad que se vive actualmente en Corea del Sur. Comentada por Eloísa Uribe, investigadora de la DEH y especialista en historia del arte, Cinderella aborda el tema de la cirugía plástica como uno de los más representativos de la actualidad coreana.

 

Dicha nación es referente para las operaciones de este tipo como lo son Argentina y Brasil en el continente americano, ya que, según los datos, esta práctica arroja anualmente más de mil millones de dólares.

 

Paralela a esta relación, Man-dae plantea aspectos intertextuales con la tradición teatral de su país; las modificaciones de rostro y el cambio de personalidad que sugieren, son aspectos directamente relacionados con las máscaras, atavíos tradicionales de dicha cultura.

 

El filme es protagonizado por Do Ji-won, Shin Se-kyeong y Ahn Gyu-ryeon y fue realizado en 2006; con éste, Bong Man-dae incursiona por primera vez en el género de terror.

 

El ciclo se complementa con los largometrajes La Sirvienta, Singapur 2005, de Kelvin Tong; Belleza anormal, Hong Kong 2004, de Oxide Pang Chun; La Cabina, Japón 2005, de Yoshihiro Nakamura y Seres Extraños, Japón 2005, de Takashi Shimizu.

 

Las anteriores serán comentadas por críticos de cine como Mariana Riva Palacio, especialistas en cine asiático como Mauricio Montiel Figueroa y antropólogos como José Manuel Chávez.

 

Las proyecciones se llevan a cabo en el auditorio Wigberto Jiménez Moreno de la DEH, a las 17:00 horas y la entrada es libre; mayores informes al teléfono 50619300, extensión 149, con Guadalupe Farías.
      

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