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Buenas Noticias - March 7, 2008

Amigos, familiares y autoridades, rinden homenaje al investigador Fernando Cámara Barbachano

Académico, promotor cultural
y museólogo, Cámara
Barbachano, investigador
emérito del INAH, falleció
el pasado 30 de diciembre
a los 88 años de edad
Foto: Cortesía CONACULTA

Ciudad de México.- 7 de Marzo del 2008.- (/CONACULTA) Fundador de la especialidad de antropología social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), entre 1954 y 1957, con la cual comenzó la formación de especialistas en antropología aplicada, el investigador Fernando Cámara Barbachano (1919-2007), estableció, además, las bases conceptuales, técnicas y éticas sobre las que hoy se desarrolla esta disciplina en México y gran parte de Latinoamérica.

 

Académico, promotor cultural y museólogo, Cámara Barbachano, investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien falleció el pasado 30 de diciembre a los 88 años de edad, se distinguió por su papel en la difusión de la multiplicidad cultural con rigor científico desde un enfoque innovador.

 

En el acto realizado en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, mencionó que en cada proyecto intelectual o aventura humana existe un pequeño número de individuos cuya participación es más que pertinente y su presencia decisiva, pues la configuración final de los resultados sería otra, sin su eficaz aportación.

 

El maestro Cámara Barbachano perteneció sin duda a esta clase de personalidades; su trayectoria múltiple y siempre fecunda al interior del INAH, lo convirtió en una de las figuras emblemáticas de nuestra Institución y en un protagonista clave dentro de la antropología mexicana, agregó.

 

Nacido el 17 de abril de 1919 en Mérida, Yucatán, el etnólogo y antropólogo social, formó parte de la segunda generación de estudiantes de la ENAH, de la que egresó en 1940, para posteriormente cursar los posgrados en Antropología en la Universidad de Chicago (1949) y en Sociología Rural, en la Universidad de La Habana, Cuba (1957).

 

Preocupado por las condiciones sociales y discriminación hacia los pueblos indígenas, así como por las diferencias marcadas entre las clases sociales de su natal ciudad, a la edad de 19 años surge en Cámara Barbachano el interés por el estudio de las sociedades contemporáneas.

 

Con 65 años de labores ininterrumpidas en el INAH —al cual ingresó en junio de 1942— en 1985 obtuvo el rango de investigador emérito de esta institución.  Ocupó las subdirecciones de la ENAH (1954 – 1957) y del INAH (1971-1977).

 

En la década de los años cuarenta, durante sus primeros trabajos de campo en los Altos de Chiapas, Cámara Barbachano se concentró en uno de los principales temas de su producción académica relativa a la interacción entre las sociedades urbana y rural, así como en sus mecanismos de coexistencia.

 

En esos años, el especialista planteó un modelo sobre la relación de dos fuerzas enfrentadas dentro de la dinámica propia de las comunidades, mismas que identificó como sociedades centrípetas y centrífugas. Las primeras, relativas a la preocupación de sus pobladores por la permanencia de su comunidad, mientras que las segundas ceden ante la influencia del mundo exterior.

 

“El trabajo de campo es absolutamente necesario, es el fundamento del conocimiento, sin él no hay etnografía ni antropología social”, sentenció en una entrevista concedida en el 2002, en la que además comentó que precisamente fue el contacto directo con las etnias el que le dio la mayor experiencia, misma que a lo largo de más de cuatro décadas transmitió a varias generaciones de estudiantes.

 

Por su parte, Felipe Solís, director del Museo Nacional de Antropología, comentó que recordar y aprender del maestro Cámara Barbachano es una labor fundamental para todos los que laboran en el museo y en el Instituto, ya que es referencia en la antropología social y en los innumerables temas de los que hizo investigaciones y publicaciones.

 

En 2001, el maestro Cámara Barbachano fue objeto de un homenaje por parte de la comunidad académica del INAH que tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología (MNA), con motivo de sus 60 años de servicio en el Instituto y que culminó con la edición de la obra Antropología e historia mexicanas, en la que se reunieron más de 50 artículos sobre su vida y obra.

 

Fundador y director del Instituto Yucateco de Antropología (1958), el investigador emérito también fue curador de las salas de etnografía del MNA (1962 – 1964) y jefe de Etnografía del mismo museo (1971 – 1977).

 

En el ámbito internacional desarrolló investigaciones en Ecuador, Perú, Puerto Rico y Estados Unidos. Su obra quedó plasmada en 81 publicaciones, más de 100 ponencias, 50 asesorías y 400 conferencias, 53 de las cuales impartió en diversas universidades norteamericanas como las de Nueva York, Wisconsin, Michigan y California, así como en las de República Dominicana, Panamá, Barcelona y Sevilla.

 

Los que tuvimos el placer de conocerlo y tratarlo, mencionó Gloria Artís, coordinadora nacional de Antropología, en repetidas ocasiones escuchamos decir respecto de alguna publicación, un homenaje, premio, distinción o reconocimiento a su persona: “!porque Camarita se lo merece!”, por lo tanto, ésta no puede ser la excepción para expresar una vez más la frase.

 

En el homenaje estuvieron presentes también, Margarita Nolasco, investigadora emérita del INAH, Leonel Durán, director del Museo Nacional de las Culturas, Benito Taibo, coordinador nacional de difusión del Instituto y Alejandro González Villarruel, subdirector de etnografía del Museo Nacional de Antropología.        

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