“El canto de las sirenas”, un libro sobre los encuentros y desencuentros entre la música y las ideas

En su obra, Trías
propone el reencuentro
entre 'el logos' y 'la foné'
Foto: Cortesía librerialuces.com

Ciudad de México.- 4 de Marzo del 2008.- (Héctor Campio/CONACULTA) “Es la historia de la humanidad la que ha puesto en relación el desarrollo del pensamiento con la historia de la organización de los sonidos, una relación que siempre ha sido variada y en la que han habido encuentros y desencuentros”, dice el filósofo Eugenio Trías para explicar el binomio que desarrolla en su libro más reciente titulado El canto de las sirenas.

 

En ese tomo, publicado hace cinco meses en España y hoy a la venta en México, Trías expone las relaciones entre la música y las ideas desde la civilización griega hasta la modernidad. Identifica la unión más importante en la época de Platón, un reencuentro en la Edad Media con San Agustín y un posterior distanciamiento a partir del siglo XIX, donde la filosofía casi ha ignorado a la música.

 

“Schopenhauer situó a la música en la cumbre de las actividades del hombre y Nietzsche encontró su correspondencia con el origen de la tragedia humana. Pero en el siglo XX se dio más importancia al lenguaje que al espíritu musical, salvo las referencias de Theodor W. Adorno, quien es quizá el mayor filósofo de la música de esa época; la música ha sido pobremente atendida por la filosofía”.

 

Con la escritura de su nuevo libro, descrito como una novela de la música occidental, Trías pretende romper con esa tradición filosófica y proponer el reencuentro entre el logos y la foné.

 

“La música entró en una aventura importante e innovadora en la segunda mitad del siglo XX. Estamos siguiendo una tendencia de apertura en el espacio acústico porque éste se ha vuelto ecuménico, caracterizado por la impregnación de elementos armónicos y rítmicos de otras tradiciones al sonido occidental.

 

“El núcleo de energía de la música, al que yo designo la foné, tiene el poder de unir a los contrarios en los terrenos de la sensibilidad, del sentimiento, el pensamiento y la interpretación. Este libro es un giro sin precedente en la filosofía, ni siquiera en Heidegger o en la tradición hermenéutica. Es un giro que se da cita en la frontera del sentido y el sonido”.

 

Atraído por la música en la infancia, mucho antes de saber de la existencia de la filosofía, Trías propone también una reivindicación de la música del siglo XX. A su juicio, ésta recibe un trato injusto con respecto a las corrientes contemporáneas de la arquitectura o la pintura.

 

“Creo que hay que hacer un esfuerzo para acelerar la reflexión en torno a composiciones como La Espera, de Schoenberg, las piezas dodecafónicas de Alban Berg o la música postserial de Stockhausen, que son extraordinariamente hermosas. Es cuestión de tiempo y paciencia para que esa música innovadora, que es todavía de un gusto minoritario, se amplíe. Hay que tomar en cuenta que la música es más esotérica y difícil que otras artes, como la arquitectura, que ha sido afectada por los mecanismos postindustriales y ha dado lugar a fenómenos como los arquitectos estrella.”

 

Según el punto de vista del escritor, los efectos de la globalización en las artes han traído consecuencias dramáticas. Compara a la música con un grano de mostaza, pequeña y casi inaudible dentro del ruido ensordecedor de las supermetrópolis.

 

“Para martirio de todos, existe una pretensión falsamente tranquilizadora de que no ocurre nada, pero también, paradójicamente, esa condición es la que nos permite reencontrarnos con el misterio de la música. Cuando ocasionalmente escuchamos la Quinta Sinfonía de Beethoven en una situación cotidiana, nos hallamos ante una experiencia única que nos devuelve el mundo y recuperamos el sentido de lo que somos.”

 

Trías anticipa que el timbre, como principio constructor en la música, será el recurso que dominará el futuro en el ámbito sonoro, e identifica a György Ligeti y Morton Feldman como los pioneros de esa tendencia. Asume que el proceso ha comenzado y que es irreversible.

 

Melómano, seducido tanto por la música contemporánea como por el jazz, Trías confía en el tiempo como el juez que sitúe a la música del siglo XX y a sus compositores en el justo lugar de la historia.

 

“Los hábitos acústicos y el oído son misteriosos. Se les suele conectar con el hígado que, según algunas tradiciones de pensamiento, es el centro de las emociones y sentimientos. Creo que hábitos del oído son más difíciles de mover y remover que otros, como los irónicos. No hay que olvidar que los últimos cuartetos de Beethoven, que fueron uno de los grandes episodios en la historia de la música, tardaron 70 años en ser entendidos; que Bach pasó por un purgatorio de 50 años antes de ser aceptado, y que Mahler fue considerado el colmo de la extravagancia. La tradición musical del siglo XX merecerá su redención en los próximos años.”

 

El canto de la sirena está a la venta en la red nacional de librerías Educal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

 

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